martes, 28 de mayo de 2013

People Are Strange, The Doors, 1967



El otro día, el deceso del enorme Georges Moustaki paralizó momentáneamente la Píldora dedicada a otro grande del rock que también se acaba de marchar, el virtuoso Ray Manzarek. Y es que sus teclados marcaron el sonido de The Doors casi tanto como la voz de Jim Morrison. 


Así que como lo prometido es deuda -y no se ha marchado nadie más con carácter de urgencia a jugar a las cartas con Elvis y Lennon- he aquí, ahora sí, la prometida Píldora con The Doors. Entre todas las posibles, he querido coger alguna en la que el sello de Manzarek estuviera bien patente. 

Sin duda, su mayor recuerdo es el del inolvidable riff de órgano de Light My Fire, pero como ya está pildoreado, os sugiero el no menos sugerente sonido de People Are Strange. Aquel tema, lanzado en septiembre de 1967, supuso una de las cimas psicodélicas del grupo, que pronto volvería a un rock mucho más directo y áspero. 

People Are Strange era un tema dedicado a la alienación del ser humano en sociedad, pero con un aire a vodevil tan evidente, que el clip promocional del mismo acabó explotándolo en medio de imágenes de todo tipo de individuos paseando por la calle. Todavía hoy es uno de los vídeos más recordados de la banda californiana. 

Así que nada, otro grande que se va. Esperemos que la próxima Píldora no tenga nada que ver con el más allá. Por lo pronto, el bueno de Keith Richards sigue pareciendo tan increíblemente indestructible como siempre. 




Hasta la próxima. 

jueves, 23 de mayo de 2013

Il y avait un jardin, Georges Moustaki, 1971


Ciertamente, la Píldora de hoy iba a tener un componente fúnebre-homenajístico, pero no de la manera esperada. Originalmente, pensaba traer a The Doors, en pos de un recordatorio a ese formidable teclista que era Ray Manzarek. Pues bien, cuando uno se entera de que acaba de fallecer Georges Moustaki... bueno, pues eso. La próxima Píldora será de los muchachos de Jim Morrison, palabrita. 

Por lo pronto, a estas horas ya habréis escuchado o leído casi de todo del músico ¿francés? Evidentemente que sí que era francés, pero sólo de adopción. De hecho, su origen era judío griego, y para hacerlo aún más exótico todo, nació en Alejandría, Egipto. Ni siquiera se llamaba Georges: de nacimiento Giuseppe Mustacchi (además, nombre italiano), se cambió su nombre artístico en cuanto escuchó a su idolatrado Georges Brassens. 

Durante buena parte de los años cincuenta y sesenta, su papel fue básicamente el de compositor para figuras como Édith Piaf, Françoise Hardy o France Gall. A finales de aquella década compuso e interpretó su tema tal vez más conocido, Le Métèque (aquí en España El extranjero), con lo que saltó a una fama que ya no le abandonaría jamás. 

En 1971 compuso este fantástico Il y avait un jardin, que considero mi tema favorito del ¿francés?, y que se convirtió en otro de sus grandes éxitos. En fin, ya se sabe, es ley de vida, pero no me digáis que no da un poco de rabia cuando alguien capaz de hacer una canción así se va de un mundo al que contribuyó, a su manera, a hacerlo un poquito mejor. 




Hasta la próxima. 

martes, 14 de mayo de 2013

Travelin' Band, Creedence Clearwater Revival, 1970


Tras el envite psicodélico-modernillo-sesentero de la última Píldora, os propongo irnos hoy al otro extremo del péndulo musical. Aunque, eso sí, quedándonos -año arriba o abajo- más o menos en la misma época. 

Seguramente, todos vosotros habréis escuchado antes este hit de la Creedence. Así que no hará falta que os diga lo que es: un rock and roll de esos que no hacen prisioneros, puro Little Richard en acción, pero con esa mayor potencia decibélica que caracterizó al tramo final de los sesenta e inicios de los setenta. 

La verdad es que cada vez que escucho Travelin' Band me sigue pasando como una locomotora por encima. Lástima que el sonido del clip no sea excesivamente bueno (siempre tenéis el mucho más limpio Goear justo encima) pero recoge perfectamente la aceleración de unas notas que conseguían volver loco al personal que las recibía en directo. 

Alguna vez -creo que más de una- os he comentado lo de cierta lista que se publicó en Estados Unidos con canciones "inapropiadas" tras lo del 11-S. Ya sabéis, las meapileces de costumbre de los mismos que se pasean con un rifle y que se cabrean si alguien se lo quiere quitar. Pues bien, Travelin' Band se incluyó en esa lista negra, y la verdad es que no se me ocurre demasiado bien el porqué. A menos que el primer verso tenga algo que ver: "737 saliendo del cielo". Así que su inclusión como tema inapropiado era una soberana gilipollez en tanto Fogerty y los suyos lo utilizaban en la canción para describir sus extenuantes giras. No se conoce ningún párrafo diciendo algo así como "para estrellarse en un rascacielos", algo, por lo demás, poco imaginable en una banda de rock en la cima de su éxito allá por 1970

Pero ya se sabe cómo son algunos de estos yanquis. Raros, raros. Que os lo paséis bien. 




Hasta la próxima. 

lunes, 13 de mayo de 2013

This Wheel's On Fire, Julie Driscoll, Brian Auger & The Trinity, 1968


De Bob Dylan se ha versionado casi todo. Y en los estilos más variados. Pero para quien escribe, el de hoy es uno de los covers más particulares nunca hechos de una canción del cantautor norteamericano y, por qué no admitirlo, de mis preferidos. 

En 1967, Dylan compuso This Wheel's On Fire, pero no para él en primera instancia, si no para sus camaradas de The Band. Estos, que hasta entonces habían actuado básicamente como formación de apoyo en los conciertos del de Duluth, estaban preparando su primer álbum como banda independiente -y, por cierto, su gran salto a la fama- en el que incluyeron el tema. Vería la luz a principios de 1968

Pues bien, muy poco después en aquel mismo año, al otro lado del Atlántico, Julie Driscoll, una cantante de aspecto modernísimo, junto a una formación recién creada por el teclista Brian Auger, hicieron suya la canción de Dylan poniéndola poco menos que patas arriba. Porque la transformaron en una pieza dentro de la psicodelia más vanguardista del momento, en las antípodas del country rock grabado por The Band. 

Naturalmente, en la psicodélica y vanguardista Gran Bretaña de 1968 Driscoll y Auger convirtieron This Wheel's On Fire en un éxito rotundo que alcanzó el quinto puesto de las listas de su país. A partir de aquel momento, el tema recibiría nuevas versiones, por parte de gentes como The Byrds, Siouxsie and The Banshees (también para no perdérsela) o el propio Dylan. 

Pero ya digo, como la de hoy, ninguna. Os invito a compartirla. 




Hasta la próxima. 

sábado, 4 de mayo de 2013

Needles in the Camel's Eye, Brian Eno, 1974


En la última Píldora -de hecho, en esa y en varias más- apareció el nombre de Brian Eno como el de alguien muy importante en la música de los últimos cuarenta años. Desde luego, por poco que os guste la música o hayáis escuchado noticias musicales os habréis topado alguna vez con este nombre. Normalmente como productor de lujo de gente como U2, Coldplay o David Bowie, entre otros don nadies. 

La verdad es que un tipo tan polifacético como Eno (de nombre real, atención, Brian Peter George St. John le Baptiste de La Salle Eno, ahorráos las coñas de las sales de igual nombre) no se ha limitado simplemente a poner su sello en otros artistas. Como compositor también tiene una larga carrera discográfica, aunque es bastante probable que muy pocos tengáis trabajos suyos... a menos que os guste la música ambiental, su auténtica pasión sonora. 

Pero no se vayan todavía, que aún hay más. Antes de dedicarse a la música experimental y a la producción discográfica, el sujeto en cuestión había sido nada menos que el alter ego de Bryan Ferry en los Roxy Music más macarras dentro del glam rock más espectacular. En 1973, Eno marchó del grupo, tras lo cual grabó su primer disco, Here Come the Warm Jets. Aún no se había pasado a la música ambiental del todo, y aquel LP seguía estando mucho más cerca del glam rock de plumas y maquillaje, por bien que con un marcado acento vanguardista. 

Needles in the Camel's Eye era el tema que abría el álbum y que resumía bastante bien el estilo descrito hace un momento. Aunque nunca fue single, el éxito del álbum hizo bastante popular al tema a principios de 1974. Años más tarde, la canción de hoy volvería a tener un momento de cierta relevancia al abrir el film Velvet Goldmine -del que adjunto el clip-, protagonizado por Ewan McGregor, Jonathan Rhys-Meyers y Christian Bale, y alrededor, cómo no, del movimiento glam rock británico de principios de los setenta. 

Ya puestos, para acabar, os recomiendo la peli. No es que sea una joya del séptimo arte -tampoco está mal- pero, sobre todo, merece la pena su banda sonora. Por lo pronto, os quedáis aquí con una parte de ella.

PS: ¡por fin pude reencontrar un clip algo decente, aunque se corte al final, con esta canción! ¡La de tiempo que llevaba queriendo colgar esto y nada de nada por la escasez de vídeos... y por la volatilidad pildorera de quien escribe! Y si no me creéis, me remito a la prueba: marcad AQUÍ, marcad...





Hasta la próxima.