sábado, 28 de septiembre de 2013

She's In Love With You, Suzi Quatro, 1979


Música para un sábado por la noche. Eso sí, de 1979. She's In love With You, fue tema que llegó a sonar mucho en los receptores de radio de aquel año y el siguiente... o al menos lo suficiente como para que este señorete de entonces cinco años lo recuerde aún, y muy por encima  de otras perlas musicales de la época. Aunque tampoco tiene mucho mérito si atendemos a lo que triunfaba en las emisoras patrias: los Bee Gees (y hasta aquí, casi bien), Julio Iglesias, Betty Missiego o Los Pecos (que sí, que todo lo que queráis pero los metían hasta con embudo en las radios) Ah, y Leif Garrett. Qué gran año, ahora que lo pienso. Para habernos matao.

En cuanto a la buena (y bastante) de Suzi Quatro, a finales de los setenta ya había dejado de lado sus estridencias de la época glam para hacer un sonido algo más suave, a menudo de la mano de Chris Norman. En aquel 79 -donde, ahora más en serio- también se hizo mucha y muy buena música (era la época de The Wall de Pink Floyd y de la eclosión de formaciones como OMD o Madness, entre otras ), la norteamericana lanzó She's In Love With You como apertura de su nuevo álbum, Suzi... and Other Four Letter Words.

Y de nuevo, alcanzó el éxito. Con un sonido que a pesar de ser netamente  rock era perfectamente bailable, el tema de hoy se alzó hasta el puesto 11 en el Reino Unido y se convirtió en uno de los hits del año. Tal vez no de los mejores, pero comparado con mucho de lo que sonaba, esto era canela fina, fina. 

Para que se diera cuenta hasta un niño de cinco años, imaginad. 



Hasta la próxima. 

viernes, 20 de septiembre de 2013

The Suburbs, Arcade Fire, 2010


Arcade Fire es uno de esos grupos que, en una década, ha pasado de ser banda de culto indie a superventas y portada de revistas musicales de primera línea. El próximo 28 de octubre lanzará su cuarto álbum, Reflektor, pero de momento, su última aportación ha sido The Suburbs, LP con el que la banda canadiense alcanzó nada menos que el número uno. 

El disco supuso la culminación -hasta el momento- de la carrera de este grupo establecido alrededor del matrimonio formado por Win Butler y Régine Chassagne, y en el que también formado por el hermano de Win, Will Butler. Entre nosotros, habría que ver cómo son las cenas de Navidad de esta gente. Coñas aparte, su pop de carácter elaborado y casi barroco ha calado hasta el punto de pasar a ser de teloneros de U2 a cabezas de cartel en conciertos de hasta 40.000 personas.

The Suburbs es una pequeña joya musical que, además de unas ventas extraordinarias, consiguió apuntarse el Grammy y los Brit Awards de 2011. Su tema estrella, titulado como el álbum, tuvo como director del clip a Spike Jonze, uno de los grandes del ramo, y recoge fantásticamente bien el concepto de crecer en los suburbios de una gran ciudad. Eso sí, Norteamericana, por supuesto, como veréis en un momento. 

Si sois de los que no habéis escuchado el tema de hoy, no os lo perdáis. De verdad que merece la pena. 




Hasta la próxima. 

martes, 10 de septiembre de 2013

When I'm Sixty-Four, The Beatles, 1967


Cumplir años es una de las mayores preocupaciones del ser humano una vez que se cruza cierta frontera de edad. Evidentemente, cada uno se lo toma como se lo toma, pero a muy pocos deja indiferente. Así que es normal que en la larga historia del rock también hayan habido numerosas canciones en las que sus autores han dejado constancia de ello. 

Tal vez, la más famosas de todas ellas sea la de hoy, tanto por sus firmantes como por pertenecer al que para muchos es el mejor álbum pop jamás compuesto, el Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band que The Beatles lanzaron en el psicodélico año del amor de 1967. 

Puede sonar extraño que Paul McCartney, a la sazón con 25 primaveras, firmara (junto a Lennon) una canción en la que reflexionara sobre unos por entonces lejanos 64 años-ahora tiene 71-, y en un disco que era una apoteosis de la juventud lisérgica de finales de los años sesenta. En realidad, se trata de una canción cuya génesis es mucho más antigua, de cuando el muchacho contaba apenas 15 años. Entonces, medio compuso una pieza en la que una ya reconocible melodía en clave años 20 iba acompañada de una letra desde luego más juvenil. Algo más tarde, en su época heroica de conciertos en Hamburgo, antes de saltar al estrellato, Paul tocaba estas mismas notas en el piano del escenario justo después de que los altavoces reventaran tras horas de ruidoso rock and roll, para calmar un poco el ambiente.  

Pero fue todavía más años después, en un momento en el que la banda estaba ya en la cresta de la ola -a finales de 1966- cuando McCartney recuperó definitivamente la melodía para terminar la canción. Entonces, entre flamantes bigotes, largas patillas y camisas floreadas, le añadió una nueva letra dedicada a su padre (el músico de jazz Jim McCartney), que acababa de cumplir, precisamente, 64 años. Fue un poco una especie de regalo de cumpleaños, que acabó incluido nada menos que en Sgt. Pepper's: por fin, las lejanas notas de la adolescencia quedaron inmortalizadas para siempre transformadas en un canto a la segunda madurez. 

Y eso mismo es lo que quiero también hacer hoy: dedicárselo a mi padre, que cumple, cómo no, 64 años. Justo a las "diez y seis" de la tarde, como se estilaba escribir en 1949. Felicidades, Papá. 





Hasta la próxima. 

martes, 3 de septiembre de 2013

Start Me Up, The Rolling Stones, 1981


Tras el paréntesis agostil, volvemos a la carga con las pilas bien cargadas, comenzando el septiembre -uno de los mejores meses del año, y no lo digo sólo por que sea mi cumpleaños, que también- con toda una declaración de intenciones y de la mano de unos grandes entre grandes, siempre a punto de retirarse... y siempre recibiendo llenos por si acaso.

Start Me Up es uno de los (muchos, pero muchos) temas imprescindibles de los Rolling Stones, de esos que una vez se publican y llegan al número uno acaban quedando inexorablemente en el oído de todo buen aficionado musical. Un rock de los que pueden considerarse casi de manual... aunque estuvo a punto de no ser así. 

En realidad, Start Me Up fue compuesta a mediados de los años setenta para el álbum Black and Blue, en una forma muy diferente a la que conocemos hoy en día. ¡Era un reggae! Efectivamente, por aquellos años, este estilo hacía furor de la mano de Bob Marley, y los Stones, fieles a su olfato, quisieron hacer sus pinitos de aires jamaicanos. 

Pero como fuera, el tema nunca entró en aquel disco. Ni tampoco en los inmediatamente siguientes. Si bien se grabaron numerosas tomas de estilo rasta, al final fueron un par de versiones de tono meramente rockero las que llamaron la atención -ya en los ochenta- del productor Chris Kimsey, que estaba ayudando por aquel entonces a la banda. Y así, algo retocadas, fueron la base de la versión definitiva que entraría en el álbum Tattoo You, nada menos que seis años después de las primeras grabaciones en clave reggae. 

El resultado es bien conocido. Un tema 100% Stones, apoyado por el famoso clip de Michael Lindsay-Hogg, el mismo director que llevaba trabajando con ellos (y con los Beatles) desde los años sesenta, y que recogió como nadie la esencia de la banda: una base rítmica impasible de la mano del binomio Wyman-Watts, y el espectaculo guitarrero de Richards y Wood acompañando al divo Jagger en plena apoteosis de baile espasmódico. 

¿Qué más se puede pedir para empezar el mes? ¡Feliz reentré!




Hasta la próxima.