Hace unos días salí con unos amigos a tomar una copa y nos decidimos a ir a un pub bastante concurrido de aquí, en Calafell. La música no estaba mal, pero tampoco era nada del otro mundo, y no invitaba a marcarse unos quiebros por la pequeña pista. Sin embargo, unos minutos después, allá estaba haciendo el notas dando saltos en mitad del personal. ¿Qué había pasado entre medio? No, no habían puesto Chiquilla, de Seguridá Sosiá (ups, leo demasiado El Jueves). Pero el tema que habían pinchado (argot viejuno, como podéis comprobar) tenía dos cosas en común con el de los valencianos: era de 1991 y, además, un clásico del air guitar.
Efectivamente, habían puesto la Píldora de hoy, Smells Like Teen Spirit, de Nirvana. La reacción no era en absoluto nueva. A mis 17 años (se publicó apenas un día antes de cumplirlos), cada vez que sonaba este puntazo de canción, recuerdo a todo el personal frenético, incluyendo a un servidor, por supuesto. No era de extrañar: guitarras espectaculares, una batería arrebatadora y aquél bajo que tanto me gustaba al mejor estilo Pixies -un día me pararé en los de Boston, y como marcó a una generación de BUP y COU-, tarjeta de visita del floreciente sonido grunge. Para volverse loco.
A pesar de lo que muchos piensan, en 1991 Nirvana no era un grupo novel, y Nevermind, el LP que incluía el tema de hoy, no era la ópera prima de la banda. Ya en 1989 habían editado el álbum Bleach, aunque éste sólo fue un éxito después del enorme impacto de Nevermind, ya en 1992.
En cuanto a Nevermind en sí, fue un éxito brutal en numerosos países, y sus distintos singles, especialmente el de hoy, estuvieron entre los temas más radiados de 1991 y 1992. Y como el rock no es sólo música, si no también mitomanía, la espectacular fama que adquirió su carismático líder, Kurt Cobain, llegó a la estratosfera cuando éste se suicidó en 1994 a la muy rockera edad de 27 años, la misma con la que se marcharon de este mundo sus probables ídolos Joplin, Hendrix y Morrison.
Por cierto, el álbum desbancó en listas nada menos que al Dangerous de Michael Jackson, ahí es nada.
Nirvana – Smells Like Teen Spirit (por Spotify)
Y el vídeo, rock and roll en estado puro.
Hasta la próxima.
IM-PRESIONANTE!!!!!!
ResponderEliminarEle ahí, con la guitarra aérea...!!!
ResponderEliminarLo siento, no me puedo resistir. Además juego con ventaja: al ser una entrada antigua del blog, probablemente no la verá ni el gato. Mejor; asi me puedo explayar a gusto.
ResponderEliminarSe que lo que voy a escribir a mas de uno le va a sonar a herejía total, pero es lo que pienso: el amiguete Kurt Cobain fue un bluff total, un tipo al que de casualidad le salío un temazo como éste (hay que reconocer que lo es) y al que jamás se le volvió a ocurrir nada medianamente original. Un "one song man". Siempre me pareció un tipo triste, cuyo mejor, y un tanto cruel retrato, ha sido el que los "Red Hot Chili Peppers" hicieron de él en el genial video de "Dani California", una historia de la música comprimida en poco más de cuatro minutos: un chaval con el pelo lacio, de aspecto poco aseado, y lánguidamente triste. Lo siento, y se que me puedo ganar las iras de más de uno, pero sobre Kurt Cobain siempre he pensado que tenía muy poco talento, alguien al que un día se le apareció la virgen y fue capaz e componer un auténtico himno: "Smell like teen spirit".
Ilustraré con un ejemplo lo que dices. Por entonces, yo iba a COU, y desde hacía algún tiempo circulaban entre nosotros los Surfer Rosa, Doolittle y Bossanova de los Pixies. Vamos, que los conocíamos más que bien.
ResponderEliminarCuando salió Nevermind, recuerdo que nuestra reacción primera fue algo así como "mira, estos suenan como los Pixies, pero con más guitarras todavía". Eso no quitó que Smells Like Teen Spirit nos hipnotizara como a los demás y, de hecho, todo aquel disco Nevermind. Ciertamente, el resto de la carrera de Nirvana no me pareció nunca tan interesante, pero no soy tan duro como tú con Nevermind. Sí que creo que es un disco en conjunto bastante bueno. Su problema es que ni lo antes mataba tanto, ni lo consiguieron repetir después. Tras aquel álbum, sólo recuerdo haber prestado atención al cover que hicieron del Man Who Sold The World y de otro tema titulado Heart-shaped box. Vamos, más nueces que ruido, ciertamente...
También contribuyó a la épica posterior de Nirvana el suicidio de Cobain y su entrada en el club de los 27... cosas de los americanos.