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miércoles, 8 de junio de 2011

Llorando por Granada, Los Puntos, 1974


Ya he dicho muchas veces que soy un gran aficionado a la Historia, y hoy es uno de esos días en los  que me apetece retomarla como objeto del post. Y lo haré con la que considero una de las mejores canciones del pop español de los setenta, de los granadinos Los Puntos. 

Al lío, que tenemos poco espacio para llegar hasta el célebre Suspiro del Moro. "Llora como una mujer lo que no supiste defender como un hombre" son las famosísimas (y probablemente falsas) palabras que el último rey de Granada, Mohamed XII, más conocido como Boabdil, recibió de su madre tras rendir y abandonar su capital. Que menuda madrecita debía de ser, para decirle algo así a su hijo. Como si el disgusto de perder un reino no fuera poco.

Como muchos sabéis, 1492 fue el año que marcó el punto de inicio histórico de la política imperial del Reino de Castilla. No es que no fueran imperialistas de antemano, es que fue entonces cuando se le acumuló el trabajo al respecto: más allá del Descubrimiento, Nebrija lanzaba su famosa Gramática y un valenciano se hacía con la tiara papal, Alejandro VI, de apellido Borja o... Borgia. 

Con todo, para los Reyes Católicos, que eran los que partían la pana por la época, el mayor evento del año tuvo lugar nada más comenzar, el 2 de enero. Aquella jornada se rendía formalmente el Reino Nazarí de Granada, con lo que finalizaban ocho siglos de permanencia de estados musulmanes en la Península.Vamos, lo que conocemos como la Reconquista. Y ésta sí que era una noticia para la época.

Hay que decir que la caída se debió tanto a las armas y artimañas de los ejércitos castellanos -que llevaban diez años invadiendo el duro territorio nazarí- como a las puñaladas traperas que se pegaban los jerarcas granadinos entre sí. Porque si decía que la madre de Boabdil debía de ser tremenda, no digamos el padre y el tío, que, encima, le disputaban abiertamente la corona al muchacho e incluso llegaron durante un tiempo a arrebatársela. 

Claro, con una familia así, hasta el más tonto de fuera estaba en disposición de quedarse incluso con los muebles de la mudanza. Y como no era suficiente la mala suerte de los granadinos con sus jefes, encima, el de fuera resultó ser más que el tonto, el matón de la clase. Así que Boabdil acabó teniendo el privilegio de protagonizar el primero de los fastos imperiales del muy imperial año de 1492. Tras lo cual, se puso a llorar a moco tendido, no se sabe si por la desgracia del reino, o por la somanta de cabrones que tenía por familia. 

La anterior historia, tan frívolamente explicada, tuvo en el tema de Los Puntos una bellísima letra en la que todavía en 1974 era posible escuchar los lamentos de Boabdil en las noches de la Alhambra. Letra a la que acompañaron con un aire moruno que abrían de par en par las puertas al fenómeno del rock andaluz. Un grandísimo tema con el que os dejo. Buenas noches...


Llorando por Granada (por Goear)

PS: por cierto, hoy hemos roto por la mayor el récord de entradas del blog.

PS2: tengo que confirmarlo, pero por lo visto, el post del otro día sobre las palizas de los Mossos d'Esquadra en Barcelona, con el tema Capitán Trueno, pudo haber sido mencionado en la tele. Cuando sepa más detalles, os lo ampliaré... u os lo desmentiré. Pero, de momento, me voy a la cama súper contento.



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.