Posiblemente, la de hoy es una de las mejores baladas psicodélicas de los años sesenta. Tanto su éxito a gran escala -llegó al número uno en varios países a principios de 1969- como la enorme cantidad de versiones que ha recibido y sus apariciones en multitud de películas (recuerdo ahora, por ejemplo, la estupenda Alta Fidelidad) avalaron a Tommy James y los Shondells como una formación mucho más seria que la que había lanzado Mony Mony pocos meses antes.
Como sucede con tantas otras canciones, su origen es bastante peculiar. Para empezar, lo primero que se creó de ella fue el título. A Tommy James le encantaba el color carmesí y los tréboles, y decidió componer una canción que se llamara precisamente así, Crimson & Clover ("Carmesí y Trébol", literalmente). La letra y la música ya vendrían después.
Naturalmente, éste no es un criterio compositivo demasiado ortodoxo, así que cuando se puso manos a la obra con un bajista, el primer resultado no le gustó. Y decidió, en vez de retocarlo... ¡componer otra canción nueva con su baterista! Eso sí, por supuesto, sosteniendo el mismo título, condición sine qua non.
Esta vez el resultado sí que convenció, hasta el punto de que grabaron el tema en apenas cinco horas. Su difusión también fue de nota. Aquel primer mix fue presentado a una emisora para que lo pasara fuera de antena, simplemente para saber si gustaba al diskjockey. La emisora hizo una grabación de estranquis (toma ética profesional) y la pasó en antena. La respuesta fue tan buena que a partir de ahí el resultado fue imparable. Ni siquiera pudieron hacer el mix definitivo de la canción a pesar de las protestas de James, viendo lo bien que había funcionado aquella primera toma.
Y sí, no andáis mal encaminados: además la habéis escuchado bastantes veces recientemente en la tele en un anuncio de un banco. Venga, no me digáis que no mola...
Hasta la próxima.
Es el hermano mayor de Hugh Grant...
ResponderEliminarOye! Qué misteriosa la historia patillosa anterior... Me quedo con la intriga! Bsos Mercè