Junto a Barón Rojo, estos tipos de hoy han sido, sin ningún lugar de dudas, la punta de lanza del período heroico del metal en España. Con un estilo a medio camino entre Deep Purple y, especialmente, Black Sabbath, el rock duro de Obús abanderó los posters, chapas y carpetas de toda una generación de heavies preferentemente de extrarradio.
Porque uno de sus rasgos distintivos era el enorme predicamento que tenían entre la juventud de las barriadas en las grandes ciudades y en sus cinturones industriales. Yo mismo puedo dar fe de ello, criado en una de ellas. A muchos de mis amigos más melenudos, era tan fácil verlos con camisetas de Judas Priest o Black Sabbath como, por supuesto, de Obús. Y es que sus letras, de alguna forma, conectaban muy bien con toda una forma de vida y de pensamiento urbano -o mejor dicho, suburbano.
Va a estallar el Obús, su salida a la luz en el lejano 1981, se convirtió rápidamente en un éxito a escala nacional e incluso alcanzó el número uno, iniciando un periodo de esplendor para la banda de Vallecas que duraría hasta finales de los ochenta.
Por cierto, os recomiendo que bajo ningún concepto os perdáis el videoclip, todo un documental de la vida y el aspecto de los extrarradios -en este caso de Madrid- a principios de los ochenta. Aunque no deja de descolocar un pequeño detalle: uno se imaginaría a unos heavies tomando litronas al más puro estilo Rosendo. Sin embargo, nada más empezar el clip, se puede ver al grupo... ¡desayunando unos churros!
¿Hay acaso algo más de barrio?
Hasta la próxima.
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