¡Colgad al DJ! Con este poco amistoso llamamiento, los Smiths consiguieron en 1986 uno de sus mayores éxitos, marcado por la polémica causada por dicha exclamación, junto a otra que la remachaba no menos sonoramente: ¡Quemad la música disco!
Y, sin embargo, había una cierta justificación en tamañas palabras. Aquel 1986 había sido el de la catástrofe de Chernobyl. Pues bien, en cierto momento, tras escuchar un parte de la BBC que anunciaba el desastre, el disc jockey no tuvo mejor ocurrencia que poner un tema de los Wham!, la banda de pop tontorrón en la que militaba por entonces George Michael. Sería algo así como si tras anunciar el 11-M algún descerebrado hubiera pinchado Bulería de David Bisbal.
El pésimo efecto de aquella canción de los Wham! tras la noticia de Chernobyl indignó enormemente a Morrisey y Johnny Marr, que se pusieron manos a la obra con la canción de hoy, y en la que se despacharon bien a gusto. Algunos incluso los tacharon de racistas -de una manera muy ignorante, por cierto- ya que equipararon su ataque a la música disco y a los DJ's con un ataque a la música negra, lo cual ni era la intención del grupo ni tenía ni pies ni cabeza.
En cualquier caso, Panic llegaría hasta el puesto 11 de las listas británicas, que se rindieron a aquella canción que tanto evocaba musicalmente al Metal Guru de los T.Rex de catorce años atrás. Una similitud que a un servidor -t.rexista de pro y carnet- nunca se le pasó por alto y que ha hecho que, aún a día de hoy, se me pueda escuchar alguna vez mascullar aquello de Hang the DJ!
Pero tranquilos que la sangre no llegará al río.
Hasta la próxima.
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