Puede parecer frívolo postear el tema de hoy en el día en el que el país prácticamente ha perdido los restos de independencia política y económica que le quedaban, y además, de la peor manera posible. Pero tiene su explicación: es que vamos a acabar el sábado reuniéndonos todos los amiguetes que conformamos nuestro grupillo de música por Facebook. Francamente, creo que será el mejor final de día imaginable, visto lo visto.
Así que Maribel, Fernando, Javi -ese tocayo-, Toni, Alba, Elia, Marcel, Montse, mi hermanita, y todos los demás figuras que junto a servidor nos divertimos a golpe de canciones nos reuniremos en una velada donde algunos nos veremos por primera vez las caras. No me digáis que ahora no cuadra mucho más la elección musical. Desgraciadamente, no hay ningún tema que sea "La fiesta de Fernando" o "La Fiesta de Maribel": tendremos que hacerlo nosotros, aunque sí que me creo que haremos cierto aquello de que "todo el mundo salía con unas cuantas copas de más". Especialmente si las prepara el bueno de Toni.
Por cierto, que no todo es frivolidad en el tema de hoy. La fiesta de Blas también tiene su pequeña historia política. A principios de 1974, el régimen franquista estaba iniciando un tímido proceso de apertura que, por supuesto, a los más nostálgicos de las glorias imperiales no les gustó ni pizca. Pocos meses después, el sector duro (el llamado "Búnker") liderado por el ya casi olvidado Blas Piñar se encargó de enterrar tanto "rojerío" dentro de casa.
Pues bien, el día en el que el presidente del gobierno, Carlos Arias Navarro, destituyó a Pío Cabanillas, el abanderado del aperturismo, TVE, en un gesto bastante valiente, puso varias veces La fiesta de Blas, en coñón homenaje a Piñar.
Nosotros, esta noche, no aspiramos a tanto: tan sólo a echar un buen rato. Ya os contaré.
PD: estudiad bien el vídeo, las pintas y la letra. Al ritmo al que vamos para atrás, en breve nuestras fiestas serán de nuevo como los guateques de los setenta. Por si acaso, voy a preguntarle a mi padre cómo las organizaban.
Hasta la próxima.
Exégesis de mi preclara intervención del pasado día 30:
ResponderEliminarCamaradas: No es hora de discursos. Pero sí de que España dicte en estos momentos su sentencia condenatoria: ¡Zapatero es culpable! Culpable de la prima de riesgo. Culpable de la crisis. Culpable del rescate. Culpable de los parados caídos por la opresión del comunismo español.
La culpabilidad de Zapatero es exigencia de la Historia y del porvenir de Europa.
El camarada Serrano Súñer se dirige a todos para decirles que después de cantar el Himno de nuestra Revolución se disuelvan con orden y les recomienda que estén sólo atentos a la voz del mando y vigilantes de las voces insidiosas y pérfidas de los enemigos para sellarles la boca.
PD: ¿Alguien se apunta a la fiesta que estamos preparando para el día 22, en conmemoración de la sinigual Operación Barbarroja?
Anda que avisaissss
ResponderEliminarExégesis de mi no menos preclara intervención del otro día:
ResponderEliminarSerranito, ¿te escapaste de la fiesta?
PD: Precisa, compadre, precisa. Cabanillas Gallas.
Lo jodido del caso es que Serrano Súñer casi pudo decir esto: murió apenas unos años antes... el condenado duró más que un martillo enterrado en paja!!! Fantástica exégesis. Pero yo el 22 suelo reposar para luego poder hacer una verbena como mandan los cánones, así que lo de Barbarroja lo dejamos para otro año, si le parece bien. Además, no es ni siquiera año redondo de celebración, carallo.
ResponderEliminarPor lo demás, Juanjo, Serranito no se escapó: lo largamos justo antes de los fundamentales gintonics de Toni. Que con el rollo de los horizontes imperiales, las montañas nevadas y nosequé más, el tío se estaba puliendo el Rioja que era un gusto.
Cabanillas Gayas, of course.