Ups. Casi me despisto con la hora que es. Y es que tengo delante a una de las series que mejor he seguido desde su inicio, cuando aún vivía en casa de mis padres.
Porque Cuéntame como pasó (originalmente, solo Cuéntame, si mal no recuerdo) es una gran crónica de los avatares de una familia española a lo largo de los años sesenta y setenta... y ahora, casi ochenta. Con historias a veces de lo más peculiar, pero con un trasfondo que recoge perfectamente las relaciones entre los miembros de un clan tradicional. Como el mío e imagino que como el de la mayoría de vosotros a partir de cierta edad.
Especialmente entrañables eran aquellos primeros capítulos en los que casi hasta su piso en el barrio de San Genaro se parecía enormemente a los nuestros en los extrarradios de las grandes ciudades. Con el tiempo, para dar juego a los personajes, se experimentaron profundos cambios en sus vidas, a la par que cambiaba el país. Pero, por algún extraño motivo, incluso cuando Antonio Alcántara se transformaba en nada menos que alto cargo del gobierno de Suárez, seguía pareciendo el mismo entrañable personaje de siempre.
En fin, habréis deducido que la serie me tira bastante. Debo decir que a Montse, por motivos muy parecidos a los expuestos más arriba, también. No sé si será vuestro caso, pero supongo que a la mayoría tal vez os suceda algo parecido. Es lo que tiene recoger un trocito de nuestra infancia, juventud o madurez, depende del caso.
Cuéntame (por Goear)
PS: el capítulo de hoy se ha cerrado con una joya de canción que en su día pusimos aquí, Kodachrome, de Paul Simon. Jo, qué gozada.
Letra de la Píldora.
Hasta la próxima.
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