Tengo que reconocer que para el renombre que tienen los Interpol en el rock alternativo de la última década, no siempre me hacen el peso que cabría esperar. Sin duda alguna, sus discos -escasos, cuatro en total en una década- están llenos de calidad, pero admito que de vez en cuando me parecen un poco cargantes.
Sin embargo, dicho lo anterior, poseen algunas canciones que son, simple y llanamente, magistrales, algunos de los mejores momentos del indie más reciente. Es el caso de Success, la inmejorable obertura de su último álbum, titulado, precisamente, Interpol. El tema nunca llegó a ser lanzado como single (a mi juicio, una lástima), si bien al menos obtuvo una de las pistas de honor del disco.
¿Pero quienes son los Interpol? Estos neoyorquinos, que iniciaron su periplo en 1998, mantienen una música a medio camino entre el pop, el punk y la new wave, siempre dentro de una notable oscuridad en su sonido. Sus influencias son tales, que incluso en sus inicios llegaron a ser considerados apenas un remedo de los clásicos Joy Division. Evidentemente, son mucho más que eso.
Ya véis, os dejo con la antítesis de la Píldora de ayer, juerga ochentera en estado puro transformada hoy en algo mucho más siniestro. Pero si quería traer de una vez a los Interpol, me temo que no había otra opción. Seguro que, de todas maneras, os gustará tanto o más.
Letra de la Píldora.
Hasta la próxima.
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