La última vez que apareció por este blog Dusty Springfield ya se advirtió que su aspecto un tanto gazmoño y con crepados imposibles en el pelo no debía engañar sobre el carácter de esta señora. Así, ya vimos que se negó a dar un concierto en Sudáfrica por culpa del apartheid -lo cual tuvo un gran revuelo- y fue una de las primeras cantantes femeninas, si no la primera, en salir públicamente del armario. Lo que se dice un carácter nada convencional.
Hasta que los Pet Shop Boys la rescataron a finales de los ochenta como su musa (lo cual era significativo) el de hoy fue el gran tema de referencia de la carrera de la británica. Y es que Son Of A Preacher Man se convirtió en todo un hit a finales de 1968 a ambos lados del Atlántico.
Si os fijáis, la canción es un magnífico soul que suena muchísimo a Aretha Franklin, salvo en las diferencias entre voces. Tiene una cierta lógica: cuando fue compuesto en su momento, fue precisamente a Lady Soul a quien fue ofrecido, pero lo rechazó. Esto supuso una oportunidad para Dusty Springfield, que lejos de arredrarse, hizo del tema todo un éxito. Aretha, viendo lo que se había perdido, grabaría dos años después su propia versión, pero se limitó a dejarla como cara B de single.
Óbviamente, a muchos, al ver Son Of A Preacher Man, se les habrá pasado por la cabeza Pulp Fiction, de Tarantino. Pues fijáos si el tema había calado en el director, que llegaría a admitir que si no hubiera tenido el permiso para incluirla en el film ¡no hubiera incorporado la escena en la que estaba!
Ya véis, un clásico absoluto de esos que acaban siendo banda sonora de una época... ¡y de una película!
Letra de la Píldora.
Hasta la próxima.
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