Nunca pensé que una canción podía acompañar a un anuncio de cerveza... ¡y encima quedar bien! Efectivamente, lejos de las playas ibicencas, calas bulliciosas o paseos por todo el mundo, resulta que una sencilla fiesta en un jardín en la que se derrama cerveza ha hecho más por la promoción de una marca gallega que cualquier enésima edición a golpe de sol, arena y mar.
Y, para más inri, ha sido por el efecto tan bien conseguido -por lo surrealista- de colocar el que es, desde luego, el tema más emblemático de una de las cantautoras más famosas de cuantas han habido en el solar ibérico.
Para muchos, la figura de Mari Trini se equipara a la de otras divas de los ochenta, con extravagantes vestidos y voces tremendamente potentes. Si hay algo de cierto en ello, se debe, precisamente, a que era la imagen de la murciana cuando lanzó en 1982 Una estrella en mi jardín, el álbum que contenía el tema homónimo que terminó por convertirla en una de las figuras más representativas de la música española.
Sin embargo, su trayectoria era totalmente diferente a la de otras a las que se la comparó. Lo suyo no era el flamenco, ni la copla, ni nada de ello, si no la música de cantautor, en la que ella se había curtido a lo largo de toda la década de los sesenta y setenta. De hecho, su trayectoria vital tiene un capítulo muy peculiar, que se dio cuando, siendo adolescente, el director de cine Nicholas Ray (el de Rebelde sin causa o Johnny Guitar, entre otras) se convirtió en su manager, la llevó a Londres a estudiar interpretación y llegó a coincidir nada menos que con Peter Ustinov, el inmortal Nerón de Quo Vadis.
Así que ahora, la próxima vez que veáis derramarse cerveza -sea gallega o no- y se os pase por la cabeza esta canción por la gracia de la publicidad, que sepáis (en el improbable caso de que no sea así) que lejos de la coña, forma parte de la banda sonora de este país. Por cierto, voy a tomarme una birrita para acompañar a la cena. Es lo que tiene tanto hablar del tema.
Letra de la Píldora.
Hasta la próxima.
Uala! Me la sé y todo! Y me trae recuerdos gratos de adolescencia ja ja... Y además conocí a Mari Trini muchos años después! Nanit!
ResponderEliminarOye, Xon, pues estírate y cuenta algo de aquel encuentro!
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