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domingo, 10 de noviembre de 2013

Hungry Like The Wolf, Duran Duran, 1982


No, no es que esté exactamente hambriento como un lobo a la hora de escribir el post de hoy, ni mucho menos. De hecho, no tengo nada de hambre -lo cual creo que se arreglará solo en breve, ojo-, así que desmiento antes de empezar ninguna segunda lectura al respecto de la canción que tenéis delante.

De hecho, la pongo simplemente como parte de una conversación estrictamente musical. Y es que, en cierto momento, con el compañero y amigo Jesús, comentábamos a la finalización de un entrenamiento de remo sobre grupos musicales con un sonido de bajo bastante más que aparente. Puede sonar algo friki la conversación, así dicho sin más. Por supuesto, de las cuarteladas propias de una barca también hablamos, pero no las voy a reproducir aquí y ahora, naturalmente.

Uno de los que les comenté eran, precisamente, Duran Duran, para cierta sorpresa suya. Efectivamente, por edad, las portadas de Super Pop de estos tipos me cogieron de chaval, pero a mi colega lo hicieron algo más mayor, así que la alergia que podían darle era a tener muy en cuenta. Por lo tanto, había que comprender su rostro de cierta sorpresa y hasta aprensión. En lo que a mí respecta,, como creo que no hay mejor manera de convencer sobre el movimiento que andando, me comprometí a montar un post de los británicos. Y aquí está. 

Por lo demás, Hungry Like The Wolf, con su número 5 en Gran Bretaña y 3 en Estados Unidos, fue uno más de los sencillos que durante la primera mitad de los ochenta mantuvieron a Duran Duran en lo alto de las listas... y en el monopolio de las portadas de ciertas adolescentes revistas. Cosas de la época: vista con retrospectiva y sin demasiados prejuicios, es, evidentemente, una gran canción. 





Hasta la próxima. 

jueves, 25 de abril de 2013

(Feels Like) Heaven, Fiction Factory, 1983


Debo admitir que ésta es una de las canciones de los ochenta que más me gustan. Y eso que la recuerdo vagamente de la niñez: hacia 1983 me iban más el Tente y los Ayrgam Boys que las discotecas, y mucho menos a la hora de las lentas. Sin embargo, supongo que alguna gracia debía de hacerme el tema las veces que lo escuché, porque quedó grabado. 

Muchos años después, en una buena recopilación de música de los ochenta (es curioso como los que fuimos sobre todo generación de los noventa también comprábamos estos discos, ya en los 2000) aparecía esta canción, de la que no recordaba ni el título ni mucho menos a sus intérpretes. Así que cuando le llegó el momento de sonar al correspondiente corte del CD... bueno, tengo que reconocer que fue como reencontrarse con un viejo amigo tras veinte años sin saber nada. 

(Feels Like) Heaven tuvo su momento de gloria a principios de 1984. Lanzado como sencillo el último día del año anterior, se convirtió en un éxito total en toda Europa. De hecho, fue en el único éxito de Fiction Factory, unos escoceses que, en su breve carrera musical -apenas editaron dos álbumes y cinco sencillos- no se toparían más con otro impacto lejanamente similar. 

Os dejo ya escucharla. Y, si es vuestro caso el de aquellos que en su día la pudisteis bailar bien agarraos, venga, no seáis remolones. Pillad a vuestra pareja un momento y daos un gustazo. Merece la pena, ¿no?




Hasta la próxima. 

jueves, 27 de octubre de 2011

Union Of The Snake, Duran Duran, 1983


Tras una ausencia de quince meses, pensé que poner alguno de los éxitos de Duran Duran -aun sabiendo la opinión de ciertos sectores- podía ser una buena idea. Al menos tan buena como cualquier otrapor el estilo. 

Union of the Snake, lanzado en octubre de 1983, fue el noveno single de los británicos... y prácticamente el noveno hit seguido desde su primer lanzamiento, Planet Earth, dos años atrás. Por lo tanto, hoy nos encontraremos en pleno epicentro del gran momento de la banda durante la primera mitad de los ochenta, y a escasos meses del que acabaría siendo su canción más representativa, The Reflex
De todas maneras, Union of the Snake, que iba incluida precisamente en el mismo álbum que The Reflex -Seven and the Ragged Tiger- tenía todos los ingredientes del pop neorromántico que hicieron famosos a Duran Duran. Lo cual incluía también un vídeo por todo lo alto. Al menos para los estándares de la época. 

Al igual que había sucedido con Rio, en esta ocasión el clip fue dirigido por Russell Mulcahy, el futuro director de Los Inmortales, aunque al parecer quien lo acabó llevando en realidad fue Simon Milne, al estar ocupado el primero en el rodaje del tour de la formación y que acabaría siendo el famoso documental Arena

En resumen: ochenterismo por todo lo alto. Y una nota: por más veces que he visto el vídeo, me sigue pareciendo totalmente bizarro el personaje de la serpiente, por bien que el título lo pudiera sugerir. Y no digamos ya los peinados y estilismos, virgensantaya. Menos mal que sólo tenía nueve años y a mi madre no le dio por ponernos moernillos.




Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

sábado, 26 de febrero de 2011

True, Spandau Ballet, 1983


Un nuevo retorno al neorromanticismo más recurrente de los ochenta. Hace ya mucho repasábamos Gold, uno de los temas más emblemáticos de los Spandau Ballet, incluido en el supervendido álbum True, de 1983. Pues bien, he aquí el que se planteó como el tema estrella del disco, titulado, precisamente, de su misma manera. 

Previo al lanzamiento del larga duración, se utilizó como avanzadilla otro tema del mismo, Communication, el cual tuvo una buena aceptación en el Reino Unido... pero pasó poco apercibido en los Estados Unidos. Parecía como si la suerte de la banda volviera a quedarse varada en esta orilla del Atlántico, al igual que había ocurrido con sus trabajos anteriores.

Hasta que en el mes de abril se lanzó como segundo single True. Su estilo suave y sofisticado, esta vez sí, caló en los gustos norteamericanos, lo que se tradujo en la conversión de los Spandau Ballet en una de las formaciones imprescindibles del momento: incluso llegó a estar incluida en aquel Band Aid que Bob Geldof montó por la época con el fin de recaudar fondos para combatir el hambre en Etiopía.

Y si True conquistó el mercado norteamericano, en su Gran Bretaña arrasó: cuatro semanas en el número uno que lo conviertieron en el sexto mejor vendido single del año, y que dio alas, sin duda, al siguiente single que lanzaron, el ya citado Gold. Incluso formó parte de la banda sonora de una de las pelis aquellas ochenteras sobre adolescentes, Dieciseis velas. Por cierto, un film que, a saber por qué, tardó nada menos que tres años en estrenarse en España. Un poco más y, con lo que corrían las modas por entonces, casi hubiera sido un documental de época...


Spandau Ballet – True (por Spotify)



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

lunes, 9 de agosto de 2010

Rio, Duran Duran, 1982


Píldora vacacional nº2. El vídeo de Rio fue uno de los más célebres de Duran Duran, los auténticos reyes del videoclip a principios de los ochenta... seguro que, tras verlo, más de uno se propuso pasar algún verano a lo grande en el trópico. No es para menos. Por mi parte, un día aprenderé a mover uno de esos cacharros a vela, vaya que sí. Por lo pronto, ya empecé hace algún tiempo con los más pequeños: pasito a pasito...

Duran Duran – Rio (por Spotify)



Letra de la Píldora
.

Hasta la próxima.

martes, 18 de mayo de 2010

Wishing (If I Had a Photograph of You), A Flock of Seagulls, 1982


La de hoy es una de las poquísimas canciones que prácticamente nunca paso cuando suena en el iPod o en ese aparato multifunción todavía llamado "teléfono móvil". Lo cual tiene su mérito, ya que escuchar música depende mucho del estado de ánimo, y lo normal es que temas que un día te parecen fantásticos, al siguiente no tengan porqué apetecerte demasiado.

¿Por qué no sucede esto con ciertas canciones? Pues ni idea. Imagino que son lo suficientemente versátiles como para adaptarse a cualquier entorno o, sencillamente, que tocan alguna neurona clave en el cerebro y te impelen a escucharlas enteras de forma más o menos automática. Como sea, cuando empieza a sonar el célebre riff de sintetitzador inicial de Wishing (If I Had a Photograph of You), el a menudo rápido dedo-gatillo del "next" del reproductor se relaja durante unos minutos.

Los responsables de este comportamiento de mi dedo "avanzador" se formaron en el Liverpool de finales de los setenta, en plena explosión punk y new wave. Su marca visual distintiva era el vocalista Mike Score, célebre por su peinado absolutamente inclasificable. Por lo visto, Score había sido antes peluquero, y de ahí le debía de venir tamaña creatividad capilar, que llegó a destacar -cosa para nota- en los muy extravagantes años ochenta
oficiales.

El éxito les llegó en 1982 con el bombazo de I Ran (So Far Away), tema trepidante donde los haya, y lo acabaron de remachar a finales de año y durante el siguiente con Wishing, que iba reforzado con un célebre clip en clave de ciencia-ficción de tonillo entre cyber (antediluviano) y neorromántico.

Y una curiosidad, de utilidad para los aficionados a los teclados con más empeño que pericia (como servidor): prácticamente toda la canción puede tocarse con las teclas negras. A ver si va a ser eso por lo que me gusta tanto...

A Flock Of Seagulls – Wishing (If I Had A Photograph Of You) (por Spotify)



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

lunes, 1 de marzo de 2010

Hymn, Ultravox, 1982


Imagino que a estas alturas ya intuiréis que para servidor, los noventa fueron una gran década no ya en lo personal (con veinte castañas, como para que no lo sea), sinó en lo musical. Todo aquel brit fue el polo magnético que condensaba lo mejor de la música británica de los anteriores treinta años.

Pero como todo, también tuvieron su tenebrosa cruz. Ésta no fue otra que su increíble (e incomprensible) querencia por la música makina. Coño, estaba por todas partes. Ibas a la disco A: música makina. Al pub B: música bakalao. Al bar C, que era de tu vecino y sólo le gustaba el flamenco: ese día estaba la cholilla de la hija, y pumba. Si no me creéis, echad un vistazo a las listas de éxitos españolas de 1994. Salvo honrosas excepciones, de puta pena.

Había de todo: desde fulanos que metían sonidos de gallinas a ritmo de chunta-chunta (es cierto, por si alguien no me cree, el tema era El Gallinero, de un tal Ramírez, que debería estar buscado por el Tribunal de la Haya), hasta lo más frecuente, que era coger un hit antiguo, y meterle matraca. Y eso ya no era lo peor, sinó las interpretaciones. Muchos de aquellos "grupos" eran de aquí, y su forma de cantar en inglés inspiró, sin duda, el muy posterior Aserejé. Ja, dejé, asebedebinogua.

Uno de aquellos atentados musicales fue el que cometieron con el tema que traemos como Píldora hoy, el fantástico Hymn que los Ultravox llevaron al éxito en 1982. Su melodía casi épica -que recordaba en cierto modo a los himnos soviéticos- iba acompañada de una letra no menos grandilocuente, y de contenido casi bíblico. El vídeo, por su parte, recreaba a su manera la vieja historia del hombre que está dispuesto a vender su alma al diablo. Por cierto, atención a la muy masónica portada del single.

En fin, un tema poderoso y cargado de connotaciones de todo tipo al que he querido rendir un homenaje y un desagravio después de lo que tuvo que soportar hace década y media. Desgraciadamente, nuestra generación, con todas sus luces, tendrá que cargar también con la responsabilidad de algunos de los mayores crímenes musicales de la historia reciente. Por suerte, me queda el parco consuelo de decir: "pues yo no he sido".

Ultravox – Hymn (por Spotify)



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

domingo, 13 de diciembre de 2009

The Reflex, Duran Duran, 1984


Al igual que otros grupos que han salido aquí, los Duran Duran fueron de esas bandas de los ochenta con especial aceptación entre el público femenino, en buena parte por ser portada perenne durante años en revistas como Super Pop o Nuevo Vale.

Sin embargo, un vistazo más detallado a la música del grupo lo hace bastante diferente, en realidad, a buena parte de las otras formaciones del momento. En cierto momento leí que su génesis intentaba recoger la filosofía y energía de los Sex Pistols, el ritmo bailable de Chic y el glamour de los Roxy Music. Ciertamente, debo decir que la parte de los Sex Pistols no la vi por ninguna parte entonces... pero algo de ello, bien visto, hay, especialmente en sus primeros hits.

El propio nombre del grupo es una huella de sus influencias punk. Está inspirado en el Dr. Durand Durand, el malo de la peli Barbarella, aquella de ciencia ficción en la que el director Roger Vadim va dejando sin ropa progresivamente a su mujer, Jane Fonda. Pues bien, los miembros del grupo frecuentaban el mítico local Barbarella's de Londres, en el que tocaban, precisamente, grupos como The Clash o los mismos Sex Pistols. Con el nombre, pretendían dar, precisamente, una imagen de cierta transgresión.

Sin embargo, como convendréis, se trata de una formación eminentemente pop, cuya estética de diseño marcó tendencias durante la mitad de la década de los ochenta. Se hicieron abanderados de los peinados lacados con flequillos imposibles, de las cazadoras y chaquetas con hombreras y de demás elementos de armario dignos de estudio sociológico. ¿Quién no recuerda a cualquier hermano mayor o vecino ataviado como se puede ver en la portada del single de más arriba?

Hay que reconocer que los hits de la banda que desfilaron por los ochenta son, mayoritariamente, grandes canciones pop. No obstante, en lo que más destacaba el grupo era en sus videoclips, auténticos cortos de cine en los que no sólo plasmaron una estética, sinó que, a veces, aprovechaban para poner temas especialmente diseñados para ser censurados por la BBC. Os invito a echar un vistazo al clip de Girls On Film, por ejemplo. No es el caso, por eso, del que acompaña a la Píldora de hoy, el mayor éxito de la larga historia de la banda hasta el presente. Se basa en una actuación en directo en Toronto, Canadá, pero también aquí, la postproducción es, realmente, estilosa, incluso a pesar de los ropajes del personal...

Duran Duran – The Reflex (por Spotify)



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

sábado, 24 de octubre de 2009

Take On Me, a-ha, 1985


Tras los cabreos ferroviarios y la metafísica fumbolera, la verdad es que hoy me venía en gusto poner algo meramente festivo, para pasarlo bien. Y cuando esta tarde pasaron por la tele el mítico vídeo de la Píldora de hoy, rápidamente me vino a la cabeza que este tema de los noruegos a-ha (en minúsculas) era uno de los que, fueras adonde fueras, siempre eran pinchados en discos y bares musicales, y no ya en sólo 1985 (con once años no me dejaban entrar aún), sinó diez y aún quince años después. Como pocos, lo asocio al salir de noche de marcha. Por lo tanto, habemus pildoram.

Se trata, sin duda, de uno de los himnos de los años ochenta, que resume como pocos el sonido fresco y desenfadado del momento, y la intrasdencentalidad de un pop sin más pretensiones que el pasarlo bien. Y vaya si lo consiguió. En cuanto sonaba su riff de sintetizador, la gente se activaba de forma más que evidente en el escaso medio metro cuadrado que le correspondía en la zona para bailar. Y también debía de hacerlo con más espacio en casa, a golpe de single o de LP: la canción llegó al número 1 no ya en su Noruega natal, sinó en el resto del mundo. Se trata, sin duda, de uno de los temas pop más radiados de la historia.

Y sin embargo, lo más recordado es su video, una mezcla de imagen real y dibujos animados, totalmente revolucionaria en 1985. El sistema de dibujos se basaba en una técnica bastante antigua, el rotoscopio, pero lo impactante era su fusión con las imágenes reales. Por supuesto, lo de menos era la historia del video, un pastiche romanticón, eso sí, muy del gusto de la época.

Finalmente, una última curiosidad sobre la canción. Al igual que sucedió con otra de las Píldoras, Everybody's Changing, de Keane, hubo una primera versión de Take On Me en 1984, que pasó sin ninguna pena ni gloria. Así, se optó por regrabar el tema en la versión que quedó incluida en el álbum Hunting High And Low, y que llegaría al imaginario de más de una generación.

a-ha – Take On Me
(por Spotify)







Letra de la Píldora.

 

Hasta la próxima.


viernes, 18 de septiembre de 2009

Gold, Spandau Ballet, 1983


A pesar de que este tema es de los que he oído durante muchos años, uno de los recuerdos a los que lo asocio es a ir a la playa de piedras de Sitges con ocho o nueve años, entre otras canciones de la época y aún anteriores. Supongo que no es para menos: fue uno de los temas más radiados de la segunda mitad de 1983, y pronto se convirtió en imprescindible de cualquier radiofórmula de los años ochenta.

De hecho, esta fue la suerte del exitoso álbum al que pertenecía, True, y del que salieron otros dos hits, Communication y, especialmente, el single del mismo nombre que el LP, True. Número uno en numerosos países, supuso el estrellato para los Spandau Ballet, que tuvo en aquel 1983 su auténtico momento de oro.

Una forma de saber si un grupo neorromántico (estilo al que pertenecía por entonces la banda) tenía gran éxito era por las veces en que aparecía en portada de revistas como Super Pop o Nuevo Vale (¡aún Existenz!), destinadas a un publico eminentemente femenino y adolescente. Sin embargo, hay que decir que aparecer en aquellas portadas tenía un lógico efecto secundario: a los chavales de barrio nos parecían unos afeminados (obviamente usábamos otro término) de música para niñas.

Y así, buena parte de una generación no pudimos o no quisimos apercibirnos de que, entre todos aquellos grupos, algunos tenían realmente calidad, como los Spandau Ballet o Duran Duran, otros imprescindibles de aquellas portadas chillonas. Un servidor, hasta muy bien entrada -y casi salida- la veintena no empezó a darse cuenta de que bastantes de aquellas canciones que salían en la radio no estaban tan mal... o quizá me hacía mayor. Bien, en cualquier caso, más vale tarde que nunca.

Spandau Ballet – Gold (por Spotify)




Hasta la próxima.