Al llegar esta tarde a casa, mientras descargaba la mochila del despacho y aligeraba carga de los bolsillos, topé con la vista con el CD de Suede Coming Up, a punto de caerse del estante donde almacenamos una parte de los compactos -modelo Trastensson o Cacharrensson de Ikea, a saber-.
Como hacía tiempo que no lo pinchaba, en vez de reordenarlo con los demás, lo puse en el equipo de música del comedor. En un par de segundos sonaba esta magnífica canción que traemos hoy a las Píldoras, Trash. Y recordé ese mismo gesto de poner aquel mismo CD algo menos de catorce años atrás... entonces en el equipo de mi padre.
Para septiembre de 1996 -lo recuerdo porque por entonces mi hermana me regaló para mi cumpleaños otro disco de aspecto parecido y de apenas una semana de vida, el Bilingual de los Pet Shop Boys, que ya recuperaremos en otro momento- me hice con el también muy reciente Coming Up de los Suede, prestado por un amigo. Entonces no había Spotify, y la descarga de música aún se realizaba por el sistema radio-cassette (es decir, sonaba la radio y le dabas al REC del cassette). Los préstamos eran una forma habitual de intercambio musical... por breve tiempo, el justo para grabarte el disco si molaba. Tu amigo, de lo contrario, podía dejar de serlo.
Aquella primera escucha fue un puntazo. Era el mismo Suede estupendo de su primer disco, pero más glamuroso y Bowie que nunca. Era difícil no quedarse enganchado ya desde los primeros acordes de Trash, la canción que abría el disco... así que, en vez de grabármelo, directamente me lo compré. Y, durante muchos días, fue reiteradamente pasado por el equipo de música familiar -junto al Bilingual, no menos repetido. Por suerte, ninguno de los dos discos era demasiado pasado de rosca, para la tranquilidad familiar.
Todavía hoy almaceno los dos discos juntos.
Como hacía tiempo que no lo pinchaba, en vez de reordenarlo con los demás, lo puse en el equipo de música del comedor. En un par de segundos sonaba esta magnífica canción que traemos hoy a las Píldoras, Trash. Y recordé ese mismo gesto de poner aquel mismo CD algo menos de catorce años atrás... entonces en el equipo de mi padre.
Para septiembre de 1996 -lo recuerdo porque por entonces mi hermana me regaló para mi cumpleaños otro disco de aspecto parecido y de apenas una semana de vida, el Bilingual de los Pet Shop Boys, que ya recuperaremos en otro momento- me hice con el también muy reciente Coming Up de los Suede, prestado por un amigo. Entonces no había Spotify, y la descarga de música aún se realizaba por el sistema radio-cassette (es decir, sonaba la radio y le dabas al REC del cassette). Los préstamos eran una forma habitual de intercambio musical... por breve tiempo, el justo para grabarte el disco si molaba. Tu amigo, de lo contrario, podía dejar de serlo.
Aquella primera escucha fue un puntazo. Era el mismo Suede estupendo de su primer disco, pero más glamuroso y Bowie que nunca. Era difícil no quedarse enganchado ya desde los primeros acordes de Trash, la canción que abría el disco... así que, en vez de grabármelo, directamente me lo compré. Y, durante muchos días, fue reiteradamente pasado por el equipo de música familiar -junto al Bilingual, no menos repetido. Por suerte, ninguno de los dos discos era demasiado pasado de rosca, para la tranquilidad familiar.
Todavía hoy almaceno los dos discos juntos.
Suede – Trash (por Spotify)
Letra de la Píldora.
Hasta la próxima.
Sí claro! Y pretendes que nos creamos que no te quedaste con el CD de tu colega (ahora ex-colega)...
ResponderEliminarQue no noj engañen! Que noj dihan la berdà!
Pues, no, no... a diferencia de algún que otro disco y peli del chache que andan rulando por esos mundos de Dios... en el fondo, la leche esa del crossbooking o como se llame la inventé yo a mi pesar...
ResponderEliminarpues aquí en Perú 2010 cuando llegó SUEDE no fuí, y es una de las cosas por las cuales me arrepiento y me arrenpetire ... espero que se reagrupen y vengan otra y mil veces más... un grupazo. Saludos.
ResponderEliminarTRASH *****
SHE IS IN FACTION *****
No desesperes, ya se sabe que en esto del rock, a menos que hayan causas vinculadas a visitas a San Pedro, las resurrecciones están a la orden del día, je, je, je!!! No tengo por menos que estar totalmente de acuerdo en lo grandes que son. Sólo un punto por debajo de Blur, si me lo permites. Un abrazo!
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