
Posiblemente, para la mayoría de vosotros el tema de hoy sea poco menos que desconocido, mientras que para algunos otros se trate de la primera vez que lo escucháis en años. En cualquier caso, permitidme rescatar de las catacumbas a este gran Yellow River con el que los británicos Christie saltaron a la (efímera) fama en la primavera de 1970, precisamente la misma en la que los Beatles se separaron.
En mi casa, era un tema bastante conocido, ya que se trataba de una de las canciones preferidas de mi padre en su mocedad... y de bastante gente más, dicho sea de paso. Bajo el título de Río Amarillo, alcanzaría el número uno ya en noviembre de aquel mismo año por estos lares. Recuerdo que uno de los primeros regalos de cumpleaños que le hice al hombre en cuanto crecí lo suficiente como para reunir algo de dinero fue un CD recopilatorio de los setenta. Debo decir que era un recopilatorio barato, de esos que se montaban con temas casi descatalogados. Pero por eso mismo -un precio acorde con mi escaso poder adquisitivo y la selección musical- consideré que era un buen regalo.
Uno de los temas que incluía era, precisamente, nuestro protagonista de hoy, y en su versión original, lo cual no era poca cosa: ya por entonces, inicios de los noventa, había que tener cuidado con los recopilatorios -especialmente, con los baratos- pues comenzaban a proliferar los re-grabados. Éstos eran discos en los que los mismos grupos volvían a grabar sus viejos éxitos, pero con mucha menos gracia. Y claro, ese detalle a menudo aparecía en letra muy pequeña, si es que aparecía. Ideal para capullos con dieciséis o diecisiete años. Pero no piqué. No aquella vez.
Yellow River es, por otra parte, un magnífico tema pop sin grandes pretensiones musicales, lo que lo hace particularmente delicioso. No obstante, hay que pensar que estamos en 1970: por entonces, incluso las canciones más aparentemente intrascendentes podían llevar mensaje en bastantes ocasiones. Nuestra canción de hoy, publicada meses después de la Conferencia de París, aquella por la que los norteamericanos iniciaban su paulatina marcha del Vietnam, trataba precisamente de un soldado que volvía a casa tras la guerra. ¿Casualidad? Quién lo sabe...
Por lo demás, fue todo un exitazo. No sólo fue un hit en España -lo que mi padre puede certificar aún a día de hoy- si no también en Gran Bretaña (a golpe de número uno absoluto) y en buena parte de Europa. Incluso llegó a colarse muy dignamente en Estados Unidos, quedándose a las puertas del Top 20 del Billboard.
¡Ah! A día de hoy no se sabe aún dónde se encuentra aquel Río Amarillo al que volvía el soldado de la canción. En todo caso, viendo el vídeo, parece todo muy inglés. Para el que se aburra, ya tiene trabajo de investigación.
Uno de los temas que incluía era, precisamente, nuestro protagonista de hoy, y en su versión original, lo cual no era poca cosa: ya por entonces, inicios de los noventa, había que tener cuidado con los recopilatorios -especialmente, con los baratos- pues comenzaban a proliferar los re-grabados. Éstos eran discos en los que los mismos grupos volvían a grabar sus viejos éxitos, pero con mucha menos gracia. Y claro, ese detalle a menudo aparecía en letra muy pequeña, si es que aparecía. Ideal para capullos con dieciséis o diecisiete años. Pero no piqué. No aquella vez.
Yellow River es, por otra parte, un magnífico tema pop sin grandes pretensiones musicales, lo que lo hace particularmente delicioso. No obstante, hay que pensar que estamos en 1970: por entonces, incluso las canciones más aparentemente intrascendentes podían llevar mensaje en bastantes ocasiones. Nuestra canción de hoy, publicada meses después de la Conferencia de París, aquella por la que los norteamericanos iniciaban su paulatina marcha del Vietnam, trataba precisamente de un soldado que volvía a casa tras la guerra. ¿Casualidad? Quién lo sabe...
Por lo demás, fue todo un exitazo. No sólo fue un hit en España -lo que mi padre puede certificar aún a día de hoy- si no también en Gran Bretaña (a golpe de número uno absoluto) y en buena parte de Europa. Incluso llegó a colarse muy dignamente en Estados Unidos, quedándose a las puertas del Top 20 del Billboard.
¡Ah! A día de hoy no se sabe aún dónde se encuentra aquel Río Amarillo al que volvía el soldado de la canción. En todo caso, viendo el vídeo, parece todo muy inglés. Para el que se aburra, ya tiene trabajo de investigación.
Christie – Yellow River (por Spotify)
Letra de la Píldora.
Hasta la próxima.