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martes, 28 de julio de 2015

In the Ghetto, Elvis Presley, 1969


Hay canciones que, a pesar de ser simplemente gloriosas -o, precisamente, a causa de ello- acaban teniendo un punto de mala suerte. Es el clarísimo caso de In the Ghetto, uno de los mayores hits del Rey. 

Los lectores españoles casi en seguida habrán caído sobre lo que hablo. Y no, no tiene nada que ver con que el tema de hoy fue el primer éxito de la última etapa de Elvis, la de los casinos y los megalómanos y estrafalarios trajes acampanados. Esto sería importante, tal vez, para el público del resto del planeta, pero no para el de por aquí. 

Efectivamente, hablo del Príncipe Gitano. 

No es mi intención, ni mucho menos, desacreditar al cantaor valenciano, por otra parte muy reputado en el mundillo flamenco. Pero lo que hizo con In the Ghetto, eso no tiene nombre. Hasta el punto de que hoy en día es casi imposible disociar la estupenda versión de Elvis de la del Príncipe Gitano, para desgracia de la primera. 

Por supuesto, no ha sido la única vez que por estos parajes se han hecho versiones no ya discutibles, si no directamente punibles de éxitos foráneos. Ahí quedan Aquarius (aka "Acuerious") de Raphael o -menos mal que era en clave de coña- nada menos que el Space Oddity de David Bowie por parte de... ¡Los Hermanos Calatrava! Por cierto, una versión de la que uno no sabe si lo mejor es reir a carcajada limpia o pedir el ingreso en el psiquiátrico por el trastorno recibido. 

En cualquier caso, nos quedamos aquí con Elvis en estado puro, un Elvis que venía del reciente retorno por todo lo alto con el mítico concierto televisivo '68 Comeback Special y que inauguraba, como decíamos, su gran periodo final de Las Vegas. No deja de ser particular que para su relanzamiento como artista, abriera con un tema de un enorme contenido social. In the Ghetto cuenta la historia de como un chaval en un suburbio de Chicago nacía, crecía y moría en mitad de una inevitable espiral de pobreza y de violencia. Nunca antes, y nunca después, Elvis volvería a hacer algo así. 

Y viendo el vídeo, interpretando el tema entre una elegante asistencia de un casino, da la sensación de que todo era una rara avis. Si será verdad que, en el fondo, era un tema más pensado para un artista de orígenes aún si cabe más modestos que los de Elvis. Gitano, para más señas.  





Hasta la próxima. 

martes, 27 de diciembre de 2011

Always On My Mind, Elvis Presley, 1972

Hay canciones que triunfan sobreponiendo versión tras versión, lo cual le acaba otorgando un status de imperecedera. Aunque en alguna ocasión, como en la presente, las sucesivas interpretaciones hubieran acabado relegando a las anteriores a un relativo olvido, a despecho de su éxito inicial. 

Always On My Mind ha recibido, desde su primer lanzamiento, en 1972, centenares de versiones, generalmente por parte de artistas country, en el que se enmarcaba la canción. Sin embargo, de todas ellas, cuatro son las que posiblemente merecen cierta atención en base a lo dicho más arriba. 

La primera de ellas fue la que grabó y lanzó Brenda Lee -aquella que, como adolescente, había cantado el clásico I'm Sorry en 1960-. Lee, con ella, obtuvo cierta repercusión en el mundillo country. Sin embargo, tuvo realmente mala suerte con la siguiente versión que alcanzó la fama. 

Y es que cuando el mismísimo Elvis Presley, ya convertido en semidiós de Las Vegas, tocaba una canción, la convertía en todo un acontecimiento. Apenas semanas después que Brenda Lee, el Rey grabó su versión, que se ajustaba como un guante para explicar su separación reciente de Priscilla. Su interpretación resultó tremendamente emotiva y, a pesar de que inicialmente se editó como cara B de single, se difundió igual que su cara A. De hecho, en Gran Bretaña llegó al Top 10 de las listas precisamente como canción principal del sencillo. 

Y así, durante diez años, la de Elvis fue la versión por antonomasia, totalmente olvidada la de Lee. En 1982, el pelirrojo Willie Nelson hizo la suya propia, que nuevamente se convirtió en un enorme éxito de ventas premiado incluso con varios Grammys. Sin embargo, nuevamente, estaba cerca de ser sustituida por la que hasta hoy ha quedado como la más vendida y conocida de todas ellas. 

Habéis acertado: se trata de la fantástica y rompedora versión que en 1987 grabaron los Pet Shop Boys, una historia ya contada en su día en este blog. De todas maneras, estoy convencido de que su reinado, visto lo visto, lo es sólo de momento...



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

domingo, 8 de mayo de 2011

A Little Less Conversation, Elvis Presley, 1968



¡Mission accompli! Hoy, tras dos días de descenso a remo por el río Ebro, que ni la recalcitrante lluvia del sábado pudo suspender, he cumplido con la tradición de poner un pie en el río y otro en el Mar Mediterráneo, como debe ser. En estos momentos, estoy cansado a más no poder y me duelen hasta los pelos, pero siempre es una experiencia de esas que uno se queda en el cuerpo. 

A Little Less Conversation es uno de los temas más conocidos de Elvis Presley. Sin embargo, esto es un fenómeno bastante reciente. En 1968, cuando fue lanzado, no pasó de ser uno más de los relativos fracasos en ventas de un Elvis aún más centrado en ser un soso galán de cine que una estrella del rock. En breve se marcaría su célebre recital televisivo en el que, enfundado en cuero, recuperaría para siempre su estatus de mito viviente, pero como el clip os podrá certificar, eso todavía no se había convertido en una realidad.  

Tuvieron que pasar muchos años hasta que el remake de Ocean's Eleven rescatara la canción de hoy, que llamó la atención de un DJ profesional. Éste remezcló el tema y, en 2002, treinta y cuatro años después, significó uno más de los números uno del Rey. 

Con todo, la versión original es realmente buena, una de las canciones más chulescas de cuantas grabó. En este sentido, os recomiendo que, además de ver al acartonado Elvis del vídeo, recogido del film Live a Little, Love a Little, escuchéis el vínculo a Goear, donde se recoge mucho mejor el espíritu macarrilla del tema. 

En fin, espero que lo disfrutéis. Por lo demás, Enric, Montse y Cris, Elvis nunca grabó un single en febrero de 1968, centrado en el nacimiento de su hija Lisa Marie. Lo más cercano que estuvo de un estudio de grabación por entonces fue ya el 7 de marzo de aquel mismo año, cuando registró A Little Less Conversation. ¿Será por eso que lo que sonaba en el CD del coche tal vez no fuera lo que jocosamente definimos entre carcajadas como "Elvis de febrero del 68"?  O, quién sabe, a lo mejor tenemos un corte totalmente inédito del Rey y no lo sabemos...

A Little Less Conversation (por Goear)




Letra de la Píldora

Hasta la próxima.

martes, 31 de agosto de 2010

Hound Dog, Elvis Presley, 1956


El rock and roll clásico, aunque pueda parecer extraño a alguno, no fue nunca mi estilo favorito. A ver: un cuartito de hora, me encanta; media hora, lo disfruto; tres cuartos, me va cansando; una hora seguida, lo mando a hacer puñetas hasta nueva orden.

Así pues, el secreto, en mi caso, es administrarlo bien, para que esté en el lugar de honor que se merece por derecho propio. Y, para ello, la elección de temas es fundamental. ¿Que qué tema rock and roll de la vieja escuela es mi favorito? Difícil es... como en todo, depende del momento. Pero si la pregunta es cuál me parece el más arrollador y arrebatador, la respuesta sólo puede ser una: Hound Dog, en la versión que inmortalizó el inmortal Elvis allá por 1956 (sí, puede cansarme mucho el rock and roll, pero Elvis es Elvis, muchachada).

Ciertamente, tipos salvajes en aquel primer rock, no faltaban: Jerry Lee Lewis, Little Richard... cada uno de ellos diez veces más bestias que Elvis. Pero en Hound Dog se combinaba todo: un Rey en estado de gracia acompañado de una banda que consigue dejar exhausto al más pintado. Y si no, poned atención a ese solo de guitarra, o a esa apisonadora base rítmica que culmina con una batería que parece toda una ametralladora al final de cada estribillo.

Por cierto, y ya que mencionamos a los instrumentos, fijáos en el vídeo con atención. La guitarra eléctrica parece un mueble por tamaño y mazacote y el bajo... bueno, es sencillamente un contrabajo del tamaño del músico. Realmente, 1956 está todavía entre los años heroicos del rock...

Para acabar, sólo me queda añadir que Hound Dog -compuesta por el célebre dúo formado por Jerry Leiber y Mike Stoller, padres de numerosos hits de aquella época- había sido ya un éxito en las listas rhythm and blues en 1953 de la mano de la cantante negra Big Mama Thorton (cuyos instrumentos eran la harmónica y... ¡la batería!). Elvis recogió el tema tres años después... para lanzarlo, esta vez, en segundo lugar de las listas absolutas (en competición con la cara A del mismo single, Don't Be Cruel, que se llevó al final el primer puesto) Posiblemente, ser blanco le ayudó a ello, pero, como podréis comprobar, eso no le restó un ápice de mérito al resultado.

Elvis Presley – Hound Dog (por Spotify)



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

sábado, 19 de septiembre de 2009

Suspicious Minds, Elvis Presley, 1969


Para cuando Suspicious Minds llegó al número 1 en Estados Unidos en noviembre de 1969, Elvis Presley llevaba menos de un año en su segunda edad de oro artística. Muy lejos quedaban los años de rockero de los cincuenta, "Elvis the Pelvis", pero como figura del rock estaba ya a punto de entrar en la leyenda no sólo musical, sinó de personaje del siglo XX.

La historia del Rey del Rock es imposible de tratar en apenas unas líneas. Elvis Aaron Presley comenzó grabando una canción para su madre en 1953, aunque muy poco después volvio a los estudios Sun Records de Memphis, Tennessee a repetir experiencia. En aquellos momentos, el sello andaba buscando una voz que aunara blues y boogie-woogie, muy populares entre el público blanco. Y de este modo se iniciaría una carrera meteórica en la que el artista grabaría algunos de los himnos mas memorables del rock and roll (como Heartbreak Hotel, Hound Dog o el mítico Jailhouse Rock, el rock de la cárcel que Miguel Ríos hizo popular años después en España).

Tras el servicio militar en Alemania, adoptó un nuevo estilo mucho más melódico con el que siguió cosechando éxitos. Pero muy poco después, la invasión británica tras la llegada de The Beatles harían entrar su carrera en una decadencia que hacían anunciar que su tiempo ya había acabado. Sin embargo, en 1968, un retorno al rock más primitivo en los gustos del público tras los excesos psicodélicos anteriores ayudarían a resucitar la carrera de Presley. Su show en el Madison Square Garden en 1968, enfundado en cuero, se convirtió en un verdadero icono y la vuelta a la primera línea por la puerta grande.

En esta vuelta se ha de enmarcar la Píldora de hoy, un tema compuesto en 1956 pero que hasta su versión por Elvis en 1969 no tendría ningún éxito. Tras Suspicious Minds vendrían los años de los estrafalarios trajes cargados de piedras y brillos varios, que aún, no obstante, tuvieron al mejor Elvis sobre los escenarios. No sería ya hasta su último año de vida, en 1977, cuando los excesos con las drogas y la comida mostraron a la sombra del que ya era uno de los mayores mitos del rock and roll.

Aquí lo tenéis. Por cierto, la cara B del single, "You'll Think Of Me", es otra auténtica delicia. Esta la dejo averiguar para los más curiosos e inquietos...

Elvis Presley – Suspicious Minds (por Spotify)



Hasta la próxima.