lunes, 29 de septiembre de 2014

Stolen Dance, Milky Chance, 2013


Cómo me gusta que las buenas canciones sigan alcanzando, aunque sea de manera cada vez menos frecuente, los primeros puestos de las listas y el favor del público. Son la mejor muestra de que, en el fondo, a la mayoría de gente nos gusta la buena música y que todo lo demás que rellena las listas de éxitos simplemente se beneficia del peso abrumador del márketing musical. Algo así como la telebasura: ¿se ve porque se demanda, o simplemente se ve porque no hay casi otra cosa en los canales principales?

Como sea, este dúo alemán llamado Milky Chance, con un estilo que proviene del folk, ha sabido dar un puñetazo musical en todo el continente europeo y más allá con este Stolen Dance. En justicia, puede considerarse una de las canciones del año 2013... y hasta 2014: desde su lanzamiento inicial, en abril del año pasado, ha ido editándose de manera escalonada a lo largo y ancho del globo casi siempre con el mismo resultado: un indefectible Top 5, convertido en algunos casos en número uno.

El último capítulo en la carrera de triunfos del temazo de hoy ha sido durante este mismo septiembre de 2014, cuando se ha lanzado, finalmente, en Estados Unidos. En pocos días se ha alzado con el primer puesto en las listas alternativas del Billboard, lo cual es todo un logro para algo que viene del otro lado del charco, Gran Bretaña aparte.

En fin, aunque aún es pronto para saber si Milky Chance acabarán siendo un one hit wonder -esos grupos o cantantes a los que un único gran hit en su carrera acaba incluso por eclipsarles el nombre- es indudable ya que Stolen Dance será durante muchos años una de esas canciones que tendremos a punto en la  memoria cada vez que suene por la radio.

Y yo que me alegro.




Hasta la próxima. 

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Charmless Man, Blur, 1996


Uf, qué último mes desde las vacaciones... vamos, que apenas me he podido acercar por aquí, como habréis notado. Teniendo en cuenta que uno de los momentos menores no ha sido el cruce de los cuarenta por mi parte, espero que me entendáis. Y aquí estamos para enmendallo.

Eso sí, aunque sólo sea por la recién estrenada cuarentena, dejadme que hoy me dedique a mí mismo el tema. Ya veis, efectivamente: no sólo estoy ausente lo que no está escrito, si no que, además, cuando reaparezco, lo hago dedicándome el post. Pero, pildoreros, esta es la auténtica calidad humana de quién escribe.

En fin, nos vamos al turrón. Como decía, hoy traigo a Blur, y lo hago con uno de sus mayores éxitos. Charmless Man, lanzada en abril de 1996, fue la última canción de The Great Escape en convertirse en single, y al igual que sus antecesoras, con muy buenos resultados, ya que alcanzó el Top 5 británico. Por entonces, Blur seguía en la cresta de la ola, y mantenía su particular pugna musical con Oasis por ser la banda preeminente del movimiento britpop.

Aunque, para entonces, la cosa tenía fecha de caducidad, y sería el propio Damon Albarn quien se la pondría. En diciembre de aquel mismo año afirmaba que Charmless Man era el epitafio del britpop. Y sabía de qué hablaba. Apenas un mes después, lanzaría la memorable Beetlebum, cuyo estilo -que marcaría el del siguiente álbum, Blur, rompería para siempre aquella alegría casi adolescente de la que había hecho gala el grupo hasta entonces.

Con todo, admito tener cierta debilidad por el tema de hoy, con sus coros del estribillo muy a lo T.Rex, y una letra sarcástica de la que el propio Albarn confesó que se había inspirado gracias a una pintada en un urinario.

Y es que las musas pueden aparecer en todas partes. En todas.





Hasta la próxima.