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viernes, 7 de septiembre de 2012

Blue Suede Shoes, Carl Perkins, 1956


Como cada año por estas fechas, las calles de la playa de Calafell, mi barrio, se suelen llenar de tipos pintorescos que recuerdan -eso sí, de manera a veces un tanto particular- a la juventud que hace casi cincuenta años ocupaba las salas de baile. Efectivamente, si os dejáis caer por aquí, veréis una auténtica invasión de rockabillys de todo el mundo. Algunos, hasta traen sus coches acordes con su aspecto.

Como bien sabéis, yo siempre he sido un poco más mod que rocker, aunque estéticas y actitudes aparte, la buena música campa por todas partes, desde los flequillos hasta los tupés. Y la Píldora de hoy es de esas que es para quitarse el sombrero... o mejor aún, para calzarse los zapatos de gamuza azul y empezar a marcarse un rock and roll con tu chica. 

Para muchos, el tema de hoy está muy asociado a Elvis Presley, y no están equivocados, si bien quien lo compuso y lanzó al estrellato fue su autor, Carl Perkins. La génesis de la canción no deja de ser un tanto particular: en cierta ocasión, Johnny Cash, que trabajaba de cerca con Perkins -y con el propio Elvis- le sugirió al protagonista de hoy que hiciera una canción dedicada a los zapatos de un antiguo compañero aviador suyo en Alemania, a los que llamaba "de gamuza azul". Perkins declinó la oferta de inspiración al parecer más bien tonta, pero tiempo después, durante un concierto, vio como un tío se quejaba de que su novia le había pisado bailando sus zapatos, que eran ¡de gamuza azul!. Tras aquello, recordó la coña de su amigo Cash, y empezó a componer uno de los clásicos de clásicos del rock and roll. 

Aunque, de hecho, podría considerarse más que clásico, casi un estándar: el éxito que tuvo la canción fue tal, que inmediatamente recibió decenas de versiones, incluyendo la que seguramente conocéis de Presley. Es más, la versión original de Perkins, lanzada el 1 de enero de 1956, compitió ferozmente nada menos que con el Heartbreak Hotel del Rey. 

Os dejo ya con la canción. Seguramente, la Píldora de hoy habrá hecho las delicias de los más rockabillys. Por lo pronto, yo me bajaré un rato ahora. De buen seguro que en algún momento de la noche me encontraré bailando -como mejor pueda- estos zapatos de gamuza azul. Aunque sea con otros de cuero negro.




Hasta la próxima.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Blue Monday, Fats Domino, 1956


Uuuuuuuffff... otro lunes "de esos"... sobran las palabras. ¡Y mejor que sea así, para no meter la pata! En todo caso, previa retirada al catre a ver si se me pasa, y mañana Dios Dirá, os dejo con un clásico absoluto del rock and roll de primera hornada.

Blue Monday, canción que maldice desde la primera estrofa a ese día de la semana cuyo principal crimen -pero menudo crimen- es dejar al fin de semana como un vago resto del pasado más remoto, fue uno de los mayores éxitos de Fats Domino, cuyo mote -"gordo"- enseguida entenderéis por si a alguien se le escapaba.

Lanzada en 1956, la canción ocupó durante ocho semanas el número uno de las listas rythm and blues norteamericanas a principios del año siguiente. Y una curiosidad: fue precedida por la inmortal Blueberry Hill... del mismo Fats Domino otras ocho semanas no consecutivas. Asimismo, la sucedió en el mismo puesto durante seis semanas I'm Walking. ¿De quién? ¡Bingo! Fats, de nuevo. Y es que, durante los meses finales de 1956 y buena parte de 1957, este gran pianista de Nueva Orléans se convirtió en uno de los grandes referentes de la música rock.

Que lo disfrutéis. Yo ya lo he hecho, y lo que pienso disfrutar ahora es la cama, que hoy me lo he ganado como los buenos. Nos vemos.


Fats Domino – Blue Monday (por Spotify)



Letra de la Píldora
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Hasta la próxima.

martes, 31 de agosto de 2010

Hound Dog, Elvis Presley, 1956


El rock and roll clásico, aunque pueda parecer extraño a alguno, no fue nunca mi estilo favorito. A ver: un cuartito de hora, me encanta; media hora, lo disfruto; tres cuartos, me va cansando; una hora seguida, lo mando a hacer puñetas hasta nueva orden.

Así pues, el secreto, en mi caso, es administrarlo bien, para que esté en el lugar de honor que se merece por derecho propio. Y, para ello, la elección de temas es fundamental. ¿Que qué tema rock and roll de la vieja escuela es mi favorito? Difícil es... como en todo, depende del momento. Pero si la pregunta es cuál me parece el más arrollador y arrebatador, la respuesta sólo puede ser una: Hound Dog, en la versión que inmortalizó el inmortal Elvis allá por 1956 (sí, puede cansarme mucho el rock and roll, pero Elvis es Elvis, muchachada).

Ciertamente, tipos salvajes en aquel primer rock, no faltaban: Jerry Lee Lewis, Little Richard... cada uno de ellos diez veces más bestias que Elvis. Pero en Hound Dog se combinaba todo: un Rey en estado de gracia acompañado de una banda que consigue dejar exhausto al más pintado. Y si no, poned atención a ese solo de guitarra, o a esa apisonadora base rítmica que culmina con una batería que parece toda una ametralladora al final de cada estribillo.

Por cierto, y ya que mencionamos a los instrumentos, fijáos en el vídeo con atención. La guitarra eléctrica parece un mueble por tamaño y mazacote y el bajo... bueno, es sencillamente un contrabajo del tamaño del músico. Realmente, 1956 está todavía entre los años heroicos del rock...

Para acabar, sólo me queda añadir que Hound Dog -compuesta por el célebre dúo formado por Jerry Leiber y Mike Stoller, padres de numerosos hits de aquella época- había sido ya un éxito en las listas rhythm and blues en 1953 de la mano de la cantante negra Big Mama Thorton (cuyos instrumentos eran la harmónica y... ¡la batería!). Elvis recogió el tema tres años después... para lanzarlo, esta vez, en segundo lugar de las listas absolutas (en competición con la cara A del mismo single, Don't Be Cruel, que se llevó al final el primer puesto) Posiblemente, ser blanco le ayudó a ello, pero, como podréis comprobar, eso no le restó un ápice de mérito al resultado.

Elvis Presley – Hound Dog (por Spotify)



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

domingo, 22 de agosto de 2010

Tu Vuo' Fa' l'Americano, Renato Carosone, 1956


Ley de vida: al final se terminaron las vacaciones del verano veranete... miembro que es uno de la generación que vio Verano Azul unas 74 veces en TVE (¡la de veces que llegó a morirse Chanquete, por Dios!), lo fácil y hasta chusco hubiera sido poner el clásico del Dúo Dinámico, aquello de Amor de verano... pero no. Para empezar, porque el verano no se ha acabado. Y para acabar, porque servidor no es de los que descuentan sus vacaciones pensando en el primer día de trabajo.

Antes bien, prefiero recordar los mejores momentos de los días de asueto pasados y, entre estos, naturalmente, se encuentran los pasados en Italia con Montse junto a los compinches Santi y Marlene. Como todos los buenos momentos, tienen su banda sonora, y ésta no era otra que el remix que unos australianos han llevado hasta el número uno este verano -We No Speak Americano- sobre un viejo clásico de Renato Carosone.

Realmente, el remix éste no fue nunca santo de mi devoción... hasta que nada más poner los pies en Italia, el compadre Santi comenzó a tatarearlo burlonamente ante poco menos que cada chanza, que no fueron pocas. Al final, el tipo consiguió que se me colara en el cerebro de esa forma que es tan pegajosa que no consigues que salga de ninguna de las maneras.

Y para más inri, Marlene, su pareja, tras el viaje, realizó un divertídísimo (pero lo digo de verdad) montaje con los mejores momentos de la expedición itálica. ¡Sólo diré que es de esos que mejor que no vean tus hijos hasta la veintena, si quieres transmitirle unos valores sólidos de comportamiento y saber estar, ja, ja, ja! Impagable de verdad. Lástima que no vayáis a verlo, je, je, je...

Así que, al final, la cancioncita de marras no sólo ha llegado a gustarme, si no incluso a formar parte de la sintonía de un momento particular de mi vida. Sólo por eso, aquí os la dejo, pero con trampa... por supuesto, en la versión original que el inmortal Renato Carosone grabó en 1956. Tu vuo' fa' l'americano, mmericano, mmericano...



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.