Ya sé que hace nada puse a Springsteen, y que no me canso de mencionar -para más inri- que salvo un puñado de canciones memorables, no soy el arquetipo de fan a ultranza que tanto abunda por esos mundos de Dios.
¿Entonces? Pues bien, os pediría que hoy no viérais tanto al Boss como a su célebre y recientemente malogrado saxofonista, Clarence Clemons. Como sabréis, el pasado sábado pasó a mejor vida, imagino que acompañado de su inseparable instrumento. De todas formas, yo no soy de los que normalmente se toman los óbitos como leitmotiv posteador salvo casos excepcionales.
Y confieso que no lo tenía previsto esta vez. Sin embargo, ayer me llegó una sugerencia al respecto, de esas que van con chantaje emocional, del tipo (no fueron estas las palabras exactas y no las tengo ahora a mano, pero ya me entendéis): "ya veo que no respetamos a la gente de bien". Viniendo de una de las mentes más ortodoxas que conozco en materia de rock -que no de rumba, otro día lo trataremos- casi que me dio cargo de conciencia. Para que veáis qué amigos tengo: ponerle a Tom Waits no me ha servido de demasiado.
Claro, y con una sugerencia así, cualquiera se equivoca con la canción. Como no soy un gran conocedor de los recovecos springsteenianos, aquí que me véis ojeando clip tras clip para ver en qué canción era posible encontrar al mejor Clemons. Y Vive Dios que vi clips del Bruce de la pera: encima, con la mala folla de que en los que mejor conocía, el bueno de Clarence sólo salía pegando panderetazos, ni rastro del saxo.
Por supuesto, un post dedicado a un saxofonista en cuyo vídeo el sujeto no sale tocando el saxofón es técnicamente un churro. Por suerte, me encontré con este Jungleland, un fantástico tema incluido en el mítico álbum Born To Run, donde Clemons se luce a todas todas. Por si acaso, consulté esta vez a mi sobrevenida conciencia musical en forma de amigo sobre la bondad y conveniencia de la canción. El resultado: habemus Pildoram.
Una cosa más: viene muy a cuento el tema también en tanto la portada de Born To Run, una de las más famosas de la historia del rock, muestra a un risueño Bruce apoyado en la espalda de... nuestro homenajeado. Uno de los grandes, sin duda.
Jungleland (por Goear)
Letra de la Píldora.
Hasta la próxima.