
Aunque a algunos os pueda parecer increíble, la disyuntiva que explicaré a continuación es absolutamente cierta, y me la llegué a plantear esta mañana de forma bastante seria. Como sabréis con toda seguridad,
Pero no fue tan fácil. ¿Que en qué consistía la disyuntiva anterior? Pues nada más –y nada menos- que en plantearme postear la versión que en 1988 hizo José María Sanz, alias Loquillo. Por supuesto, no era otra que La mala reputación.
“¡Herejía, herejía” podríais pensar algunos “¡ni siquiera es la versión de Paco Ibáñez!”. Pues sí, sería herejía, pero me daba igual. Hasta la actual infalibilidad papal se consideraba herética en
Además, la versión de Loquillo no estaba nada, pero que nada mal. Así que ya lo tenía casi todo decidido… hasta que se me ocurrió preguntar opinión a una fuente autorizada y de confianza, por si los moscos, algo que de vez en cuando acostumbro a hacer en caso de posible chamusquina. Y la respuesta, inmediata, sorprendida y tajante, fue: “vamos, hombre, es que ni te voy a responder a esa pregunta”. Tras la cual, siguió a lo suyo.
Tan tamaña fue la contundencia de la contestación, que aquí la tenéis. La mauvaise réputation.
Georges Brassens – La Mauvaise Réputation (por Spotify)
Letra de la Píldora
Hasta la próxima.