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viernes, 2 de marzo de 2012

Wasn't Born To Follow, The Byrds, 1969


Muy pocas canciones transmiten tanta sensación de libertad como Wasn't Born To Follow, del que el mismo título ya lo dice todo. Nunca fue uno de los grandes hits de The Byrds, pero forma parte de aquella colección de canciones que cualquier fan conoce de memoria y que merece que se le dediquen, al menos, unas pocas líneas. 

El tema fue grabado por el grupo en 1967 para su álbum The Notorious Byrd Brothers, uno de los discos imprescindibles de la historia del rock por la gran maestría con la que la banda se atrevió con casi toda clase de estilos. Aunque su grabación fue poco menos que un infierno en el que acabó marchándose media banda -entre ellos, David Crosby- el resultado fue sorprendentemente bueno. 

Wasn't Born To Follow es un magnífico ejemplo de aquella fusión de estilos. Compuesta por el matrimonio formado por el tándem King/Goffin (ahí es nada), The Byrds asumieron su estilo country introduciendo en mitad de la canción un impasse psicodélico de primera, de esos de LSD en vena. Todo un riesgo que sólo podía ser asumido en aquella recta final de los sesenta donde la experimentación estaba bastante mejor vista. ¡Y encima les quedó como si fuera lo más natural del mundo!

Para potenciar más el carácter a medio camino entre la libertad de la naturaleza y la cultura underground, la canción fue incluida en la banda sonora de Easy Rider, ya en 1969, e incluso fue editada como single. Si habéis visto la peli, convendréis conmigo que un tema así en pocos otros sitios hubiera quedado mejor, a decir verdad. 

Ya véis, hippismo al 100%, con unas buenas vibraciones que espero que os acompañen todo el fin de semana que justo ahora comienza. 




Hasta la próxima.

martes, 24 de mayo de 2011

Turn! Turn! Turn!, The Byrds, 1965


El tema de ayer, de los Housemartins, estaba salpicado de referencias más o menos veladas al cristianismo y al marxismo, como vimos. Pues bien, no eran ni la mitad de la cuarta parte de las que dispone este número uno absoluto de finales de 1965. Seguimos, pues, con la cruz y el martillo. 

Para empezar, considerar que Turn! Turn! Turn! tiene "referencias veladas" a la religion es, en realidad, como decir que Fernando Alonso conduce "un coche". Prácticamente toda su letra está incluida en el Antiguo Testamento, concretamente en el Libro de Eclesiastés. No obstante, la autoría de la canción se atribuye al cantautor Pete Seeger, que la musicó en 1959 y le añadió el último verso. 

Lo anterior, en cuanto a la cruz. ¿Y el martillo? Porque hasta ahora más bien se podría pensar que el tema es todo un triunfo de los ultras protestantes. Nada más lejos. En realidad, la letra era un canto a la paz en el mundo, lanzada por un cantautor que era un inquieto activista y uno de los relativamente escasos militantes del Partido Comunista de los Estados Unidos (que existe, para el que quiera apuntarse y vivir tranquilo entre sus vecinos de allá).

En 1965, The Byrds, que ya eran unos expertos en convertir temas folk en grandes hits pop, recogieron la canción y la transformaron a su estilo marcadamente melódico y eléctrico. El resultado hizo furor: durante la mayor parte de diciembre de aquel mismo año, Turn! Turn! Turn! coronó las listas del Billboard. 

Lo cual conduce a una curiosidad. En tanto Pete Seeger sólo añadió un verso, puede decirse que la letra data ciertamente de la Antigüedad. Por lo tanto, no es descabellado afirmar que el tema es el número uno con los textos más antiguos de cuantos han habido. Pero aún hay más: suele atribuirse el Eclesiastés nada menos que al... hum, mejor lo digo de esta otra manera: tenéis delante el único número uno compuesto por el Rey Salomón. Toma ya.

Turn! Turn! Turn! (por Goear)

PS: me reservo el derecho, si llegase el caso y ya puestos, a poner mañana El Cristo de Palacagüina. Quien avisa no es traidor. 



Letra de la Píldora (también la podréis encontrar en el Antiguo Testamento casi íntegramente)

Hasta la próxima.

martes, 8 de junio de 2010

Mr. Tambourine Man, The Byrds, 1965


La fusión entre el rock y el folk, personificados en la década de los sesenta por los Beatles y Bob Dylan, respectivamente, tuvo uno de los mayores puntos de unión en la banda protagonista de hoy, los norteamericanos The Byrds. Su estilo, un pop de guitarras distorsionadas de forma muy dulcificada y ensoñadora, se hizo famoso al transformar algunos temas de Dylan en hits a escala mundial.

Sin duda, el más conocido de todos fue este Mr. Tambourine Man, de 1965. Se cuenta que cuando el propio Dylan escuchó la versión de los Byrds, exclamó algo así como "¡si hasta se puede bailar!". Según nuestros estándares, tanto como bailarlo no, pero para un compositor folk cuyas veleidades eléctricas eran aún incipientes, la cosa sonaba a puro techno.

Hay que decir que The Byrds no sólo versionaron al de Duluth. Otro de sus temas más célebres, Turn! Turn! Turn! eran unos salmos bíblicos adaptados por el cantautor Pete Seeger y convertidos al sonido pop del grupo. Y, por supuesto, tenían sus temas propios, no inferiores en absoluto a los que versionaban: su álbum 5th Dimension, de 1966, y que abría su etapa psicodélica, es absolutamente genial.

Por cierto, una observación antes de acabar. Si os fijáis en el vídeo, al final del mismo el grupo aparece tratando con el presentador. Éste es Frankie Avalon, una estrella juvenil de finales de los cincuenta, es decir de apenas cinco o seis años antes. En comparación con The Byrds, parece sacado del álbum del abuelo. Si os parece que ahora cambian las modas...

The Byrds – Mr. Tambourine Man (por Spotify)



Letra de la Píldora
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Hasta la próxima.