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jueves, 9 de agosto de 2012

Shake Your Tailfeather, Ray Charles, 1980


Aunque cinematográficamente no es que fuera nada del otro jueves, Granujas a todo ritmo o, como acabó siendo más conocida incluso en nuestro país, The Blues Brothers, es uno de los filmes musicales más trepidantes de las décadas de los setenta y ochenta. Y, como me gusta decir, de él se aprovecha casi todo, como del marrano. 

Es muy difícil decir qué escena es más o menos recordada del film, ya que en casi todos los números aparecía alguna celebrity acompañando a los hermanos Elwood y Jake Blues. Lo que es seguro es que una de estas escenas es la que protagonizaron junto a Ray Charles, caracterizado como vendedor de una tienda de objetos musicales de segunda mano. 

En ella, mientras probaba un piano eléctrico ("casualmente" su instrumento preferido) arrancaba con los acordes de uno de los temas soul más inquietos de cuantos se han hecho: Shake Your Tailfeather. Originalmente titulado como Shake Your Tail Feather, se trataba de una pieza compuesta nada menos que en 1963 por un desconocido grupo llamado The Five Du-Tones. 

Por supuesto, la de Ray Charles no fue la única versión de la canción, aunque sí la más conocida y popular de todas. Y es con la que os quedáis para hoy jueves por la noche. ¡A bailar!




Hasta la próxima. 

jueves, 28 de octubre de 2010

What'd I Say, Ray Charles, 1959


¿Cómo se me había podido escapar hasta ahora esta canción, una de las pocas que hacen dispararse a mis pies en cuanto suena la primera nota de ese piano eléctrónico Wurlitzer? ¿Y cómo obviar a la canción que dio el pistoletazo de salida al sonido soul? Además, What'd I Say siempre me provocó una curiosa -y friki-reflexión... que mejor dejamos para el final.

La carrera de Ray Charles fue realmente extensa, hasta su fallecimiento en 2004 pocos meses antes de cumplir 74 años. Con todo, se le recuerda popularmente sobre todo por cuatro enormes canciones: I Got A Woman, la inolvidable Georgia On My Mind, Hit The Road Jack (sí, aquella que, versionada al castellano de forma gamberra por los Petersellers me recordaba cada vez que en Segovia acabaré comiendo lechón, lechón, lechón, lechón...) y, por supuesto, What'd I Say.

Este último tema, nuestro protagonista de hoy, se convirtió en un gran éxito de ventas: alcanzó el puesto sexto del Billboard (logro tremendo, tened en cuenta que era negro...) y el primero en las listas de R&B. Muy posiblemente, los descarados intercambios de voces entre Charles y el coro de chicas -The Raelettes- tuvieron buena parte de la culpa, lo cual no impidió que muchos temieran por su retirada de las mojigatas emisoras de radio de la época.

En todo caso, más allá de aquella salida profanísima del gospel, la canción tuvo un impacto tremendo en la inmediata historia musical, muy especialmente en Gran Bretaña. Muchísimos grupos y artistas en ciernes, entre ellos los futuros Beatles, lo tomaron como un tema de referencia en seguida, e incluso lo versionaron. En el caso de los de Liverpool, parece ser que en sus conciertos en Hamburgo, antes de saltar a la fama, se ganaban al público (compuesto a menudo por matones, prostitutas y marineros en sus primeros bolos) haciéndoles cantar los famosos "oooohhhh... aaaahhhh..." en el cénit de la juerga.

Y esa misma escena de jarana me lleva a terminar con la friki-reflexión que decía al principio del post. Siempre creí que si What'd I Say hubiera sido una canción propia del folklore español o latinoamericano, hoy en día estaría en un lugar de honor en toda boda que se preciara. ¿Que en qué parte? Justo en ésa donde el gin tonic toma el relevo al whisky y comienzan a sonar delicatessen musicales como Paquito Chocolatero y Follow the leader. ¿Herejía?¿Falta de respeto? Tal vez -de hecho, hasta yo mismo me miro mal-, pero en cuanto lleguéis a la segunda mitad del clip de más abajo, me contáis.

Ray Charles – What'd I Say (por Spotify)



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.