martes, 24 de mayo de 2011

Turn! Turn! Turn!, The Byrds, 1965


El tema de ayer, de los Housemartins, estaba salpicado de referencias más o menos veladas al cristianismo y al marxismo, como vimos. Pues bien, no eran ni la mitad de la cuarta parte de las que dispone este número uno absoluto de finales de 1965. Seguimos, pues, con la cruz y el martillo. 

Para empezar, considerar que Turn! Turn! Turn! tiene "referencias veladas" a la religion es, en realidad, como decir que Fernando Alonso conduce "un coche". Prácticamente toda su letra está incluida en el Antiguo Testamento, concretamente en el Libro de Eclesiastés. No obstante, la autoría de la canción se atribuye al cantautor Pete Seeger, que la musicó en 1959 y le añadió el último verso. 

Lo anterior, en cuanto a la cruz. ¿Y el martillo? Porque hasta ahora más bien se podría pensar que el tema es todo un triunfo de los ultras protestantes. Nada más lejos. En realidad, la letra era un canto a la paz en el mundo, lanzada por un cantautor que era un inquieto activista y uno de los relativamente escasos militantes del Partido Comunista de los Estados Unidos (que existe, para el que quiera apuntarse y vivir tranquilo entre sus vecinos de allá).

En 1965, The Byrds, que ya eran unos expertos en convertir temas folk en grandes hits pop, recogieron la canción y la transformaron a su estilo marcadamente melódico y eléctrico. El resultado hizo furor: durante la mayor parte de diciembre de aquel mismo año, Turn! Turn! Turn! coronó las listas del Billboard. 

Lo cual conduce a una curiosidad. En tanto Pete Seeger sólo añadió un verso, puede decirse que la letra data ciertamente de la Antigüedad. Por lo tanto, no es descabellado afirmar que el tema es el número uno con los textos más antiguos de cuantos han habido. Pero aún hay más: suele atribuirse el Eclesiastés nada menos que al... hum, mejor lo digo de esta otra manera: tenéis delante el único número uno compuesto por el Rey Salomón. Toma ya.

Turn! Turn! Turn! (por Goear)

PS: me reservo el derecho, si llegase el caso y ya puestos, a poner mañana El Cristo de Palacagüina. Quien avisa no es traidor. 



Letra de la Píldora (también la podréis encontrar en el Antiguo Testamento casi íntegramente)

Hasta la próxima.

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