miércoles, 31 de diciembre de 2014

Rasputin, Boney M., 1978


Pues sí, amigos, se acaba aquí el año 2014 y, como es Nochevieja, pues he decidido romperme los cascos poniendo algo original para tal evento: Boney M. ¿A qué no los habíais escuchado nunca tras la hora cuarta o quinta de juerga justo ente el sexto y séptimo cubata? Esto de hoy es al fin de año lo que la ginebra a la tónica, lo que las empanadillas a Martes y Trece. O lo que Raffaela Carrà al fin de año, bien pensado también. 

Como fuere, Rasputin lleva alegrando las jaranas de uvas y cotillón algo así como treinta y seis castañas. Pasan los presidentes, pasan los papas, pasan hasta los reyes. Pero ahí sigue fiesta tras fiesta esta canción, con la que ya tan sólo compiten en constancia a través de las décadas Jordi Hurtado... y sí, Rafaella Carrà. 

A pesar del tono festivo de la canción, puro disco alemán de la factoría Frank Farian -el cual, además, la compuso- podría decirse de Rasputin que en realidad es un auténtico romance alrededor de la vida del famoso místico (y desaliñado bon vivant) ruso, desde su ascenso hasta su asesinato por parte de la aristocracia de la corte del zar. Pasando por sus amoríos a diestro y siniestro por toda dicha corte -sección femenina- como desmintiendo la futura aseveración de Raffaela Carrà de que sólo se haría bien el amor en el sur. 

En fin, aquí os dejo deseando que esta noche la paséis como debe ser, y que entréis al 2015 con toda la Felicidad (en mayúsculas) del mundo. Y no os preocupéis por cómo va a ir el planeta: dentro de doce meses, quién sabe adónde nos encontraremos, pero es indudable que volveremos a bailar vaso en mano Rasputín. Y, naturalmente, a la buena de Raffaela Carrà. 





Hasta la próxima. 

viernes, 26 de diciembre de 2014

Le quattro stagioni: L'inverno, mov. II, largo, Antonio Vivaldi, 1725


Y llegaron, de nuevo, las navidades. En esta ocasión, en vez de recurrir al villancico más o menos rock o pop, he querido darle a la cosa un pequeño giro. Estos días, desde tiempos ancestrales, siempre han sido un momento de celebración. De celebración de la llegada del invierno, de un momento de recogimiento y de inicio de un nuevo ciclo.

Así que he querido traer la que, tal vez, sea la pieza que exalta como ninguna otra a esta parte del año. En 1725, Antonio Vivaldi compuso una de las obras más célebres de la historia de la música clásica, las Cuatro Estaciones. Cada uno de sus cuatro conciertos estaba dedicado a una estación del año: el cuarto y último era el invierno. 

El segundo movimiento (para saber un poco más de esto de los movimientos podéis recordar esta otra Píldora) recreaba tal vez la parte más bucólica y, en cierto modo, "navideña" de todo el invierno, la paz junto al fuego del hogar. 

Y es con la que os quiero desear unas Felices Fiestas, mis queridos Pildoreros. ¡Por muchas navidades pildoreras más!

PS: por cierto, eso que veis sonando de la mano del virtuoso Daniel Phillips -a las órdenes de Yehudi Menuhin, casi nada- es un auténtico Stradivarius, de los que sonaron cuando Antonio Vivaldi estaba vivo. ¡Pura historia musical en movimiento!



Hasta la próxima.

domingo, 14 de diciembre de 2014

Skyfall, Adele, 2012



"Por fin un gran tema de James Bond". Con esta sentencia demoledora, la poderosa e influyente revista norteamericana Entertainment Weekly resumía lo que muchos aficionados a la música de las películas de 007 sabíamos: que hacía mucho tiempo que el bueno de Bond no iba acompañado de una de esas canciones de bandera que son tanto a la saga como Sean Connery o la pistola Walther PPK.

Porque, ciertamente, se echaba ya en falta una pieza sucesora de aquellas de Shirley Bassey, Louis Armstrong o incluso Paul McCartney. Una carencia que se terminó cuando se invitó a la impresionante voz de Adele a formar parte de la historia de las bandas sonoras de 007 interpretando el tema central de Skyfall. Y vaya si se terminó.

Lanzada a las 0:07 horas del 5 de octubre de 2012 -coincidiendo con el 50 aniversario de Dr. No, la primera película del agente secreto al servicio de Su Majestad- en apenas diez horas se convirtió en el tema más vendido en iTunes. Y sólo era el principio. En pocos días alcanzaba el número uno en Gran Bretaña, entre otros países, y el Top 10 en Estados Unidos, algo no siempre habitual en una banda sonora.

Estos días están siendo noticia los diversos pánicos escénicos de artistas de toda índole. Pues bien, en este historial, también tiene su rincón Adele... y el tema que tenéis hoy delante. El 20 de febrero de 2013, durante la gala de los Brit Awards -que ganó, por cierto, Skyfall en la categoría de mejor sencillo británico- la artista hizo, como de costumbre, una gran actuación en directo. Pero para ello, para no quedar bloqueada... tuvo que someterse a hipnosis. 

Porque se puede ser una artistaza como la copa de un pino, pero es que Bond es Bond. Y más cuando el resultado quedó, esta vez sí, a la altura de iconos tan memorables como el Aston Martin o el vodka Martini. Agitado pero no revuelto, por supuesto. 




Hasta la próxima.