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sábado, 22 de septiembre de 2012

Just Can't Get Enough, Depeche Mode, 1981


Tras el pequeño terremoto de Benny Hill - no me digáis que no era original- hoy volvemos a unos cauces más convencionales de la mano de los siempre fiables Depeche Mode. Eso sí, nos vamos a sus inicios, en los heroicos y excesivos (aunque no tanto como después) principios de los ochenta.

Hoy en día, incluso a los más veteranos en estas lides, el nombre de Depeche Mode nos evoca un pop de sintetizadores serio, a veces con cierta mística incluso, y no exento de toques de oscuridad. En seguida nos vienen a la cabeza Enjoy The Silence, Personal Jesus o It's Not Good, entre otras. 

Sin embargo, nos cuesta mucho más identificar a los británicos en sus inicios, por más que sus primeros singles fueran bombazos decenas de veces escuchados, como este Just Can't Get Enough, con el que los británicos obtuvieron en enorme éxito en 1981. Y es que, aunque parezca extraño, Depeche Mode comenzó como una formación de techno pop orientada básicamente para las listas/pistas de éxito. 

Y, ya puestos, orientada para que se te metiera un riff de sintetizador en la cabeza hasta la extenuación. Que es exactamente lo que me está pasando y me temo que me pasará en las próximas horas después de haber escuchado un par de veces el tema de hoy montando la Píldora. Para que luego no digan que no tienen efectos secundarios. 






Hasta la próxima. 

sábado, 18 de diciembre de 2010

Personal Jesus, Depeche Mode, 1989


La primera vez que escuché Personal Jesus, la sensación fue la de estar ante un tema que llegaría bastante lejos. Con un ritmo ideal para bailar, y un guitarreo machacón del gusto de los más rockeros, la cosa prometía. Con todo, aquella primera vez no pude identificar de quién era la canción que sonaba por la radio.

La sorpresa fue mayúscula cuando, en la segunda ocasión en la que la escuché -muy poco después, confirmando mi primera impresión de tema derechito al éxito-, el locutor dijo que eran los Depeche Mode. Ciertamente, podía deducirse por la voz, pero lo demás era tan atípico, que lo último que imaginé es que se trataba de estos devotos del sintetizador.

Personal Jesus, primer single del magnífico álbum Violator, estaba dedicado a Elvis Presley, pero de una forma algo peculiar. La inspiración vino dada por un libro escrito en 1985 por su viuda, Priscilla (negro mediante, por supuesto), en el que se contaban sus vivencias con el Rey.

En cuanto el vídeo, mostraba a la banda en un pueblo del Lejano Oeste americano. Una cosa que llama la atención es el aspecto de las chicas, imagino que en principio planteadas como hispanas -posiblemente mejicanas- en mor del ambiente de frontera del clip. Si uno se fija bien, su aspecto es tirando para españolazas... y posiblemente lo fueran: se rodó en los decorados almerienses de Tabernas. Esto de las caracterizaciones latinas no siempre se les dio bien a los anglosajones, imagino.

Para terminar, una pequeña ironía. Personal Jesus se convirtió rápidamente en todo un éxito a ambos lados del Atlántico, corroborando mi primera impresión inicial. Sin embargo, en muy breve, su impacto quedaría empalidecido dentro de la discografía de los Depeche. La culpa la tendría el siguiente single de la banda: Enjoy The Silence.

Depeche Mode – Personal Jesus (por Spotify)



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

sábado, 17 de octubre de 2009

Enjoy The Silence, Depeche Mode, 1990

La Píldora de hoy, uno de los mayores hits de Depeche Mode junto al LP al que pertenecía, Violator, nos servirá para recordar, durante un instante, los últimos años de oro de las discos, aquellos en los que, llegado un momento de la tarde -las ocho, normalmente- aún el DJ ponía dos o tres temas lentos para ver si "animaba" un tanto el ambiente.

A los más jóvenes de hoy lo anterior puede parecerles casi ciencia-ficción, pero para la mayoría de los que íbamos a la disco con dieciséis o diecisiete años, era la parte fundamental de la tarde. Bien maqueados (incluso, en aquella época, ponerse la corbata no era cosa tan rara), andabas bailando-rondando a las chicas durante el rato previo a las ocho, a ver si conseguías acabar luego pegadito a alguna cuando el pinchadiscos cambiaba el compás sandunguero por otro más íntimo.

Cuando, finalmente, esto sucedía, se observaba un curioso fenómeno de decantación en la pista. Aquellos con pareja, o que habían conseguido convencer a alguna en los momentos anteriores, se quedaban en medio, mientras el resto, tíos y tías, se apartaban montando un cerco alrededor de los más afortunados. A veces, si te quedabas fuera, podías acabar convenciendo a alguna chica también situada en la barrera, pero lo normal era acabar de espectador convidado de piedra. Así que lo mejor era emplearse a fondo antes de las lentas o, mejor aún, traer ya el trabajo hecho antes de llegar a la disco.

A menudo, para poder entrar mejor a una chica, lo suyo era aguantar -soportar es el verbo más exacto- del mejor grado los temas que ponían antes, normalmente cosas del tipo OBK o los primeros hits makineros, especialmente si veías que eran del gusto femenino. A la fuerza ahorcaban... sin embargo, tambien podías tener más suerte y que se marcaran algo como el tema de hoy, que además de ser muy popular entre ellas, también era del agrado de uno. Y como ligar era, es y será una cuestión de brillo y chispa, aquel día lo tenías, en principio, bastante mejor para acabar en el centro de la pista. Así que ¡que viva Depeche Mode!

Depeche Mode – Enjoy the Silence (por Spotify)




Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.