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sábado, 10 de diciembre de 2011

Perfect Day, Lou Reed, 1972

Si hay una canción de Lou Reed capaz de competir en fama con su paseo por el lado salvaje es, a todas luces, Perfect Day. Con un añadido: si Walk On The Walk Side era un tema casi pegadizo, con sus recordadísimos coros acompañando a toda aquella fauna nocturna neoyorquina, la pieza de hoy es una balada intimista con una sensibilidad excepcional. 

En realidad, ambas canciones van totalmente ligadas entre sí, y son dos caras de una misma moneda... y de un mismo single, editado con gran éxito a finales de 1972, como apoyo al hoy mítico álbum Transformer, producido por David Bowie

Hay que decir que, en aquel momento inicial, Perfect Day pasó un poco más desapercibida que su compañera, al quedar relegada a la cara B (entre nosotros, menudo sencillo). Sin embargo, con el tiempo recuperaría todo su valor. El primer aviso lo dio una versión grabada en 1995 por Duran Duran -ya os he dicho varias veces que la carrera de estos tipos engaña si uno se queda sólo con las portadas ochenteras del Super Pop-, y que subió hasta el puesto 28 en Gran Bretaña. 

Pero el gran salto lo dio un año después al incluirse el tema en la banda sonora de Trainspotting, integrada en la célebre escena en la que el protagonista se quedaba out tras un chute de heroína. De hecho, la elección de Perfect Day para esta escena vino dada por la opinión generalizada entre muchos seguidores de Reed de que la canción estaba dedicada a esta droga, consumida habitualmente por el compositor. 

Finalmente, el remate lo dio la BBC otro año más tarde, en 1997, al seleccionarlo como tema promocional para una campaña benéfica en la que participaron, además de Lou Reed gentes como Bono, David Bowie, Elton John o Emmylou Harris. 

Por fin, tras 25 años, la Píldora de hoy había conseguido su día perfecto.



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Walk On The Wild Side, Lou Reed, 1972


A pesar de que parece que cualquier tiempo pasado fue más mojigato y recatado, lo cierto y verdad es que si hay alguna época en la que esto es así, es ésta. Ciertamente, las apariencias pueden engañar: pero echad un vistazo a las carteleras de cine más palomiteras o a las listas oficiales. Con muy pocas excepciones, prácticamente todo pasa por contenidos absolutamente inofensivos y de muy escaso contenido mínimamente comprometido.

Lógicamente, antes también abundaban las canciones y las películas simplonas. Sin embargo, hubo un momento, a finales de los sesenta y durante buena parte de los setenta, en que muchos cánones se cuestionaron, culturales y morales. Y a ello no fue ajeno el arte, incluida la música.

¿Os imagináis ahora un hit internacional que hablara de transexuales, chulos, prostitutas, camellos y drogadictos, así como de todo lo más sórdido cada uno de esos mundos? Pues, de entrada, a mí se me ocurren ahora tres: la seria Get Back, de -sí- los Beatles, la irónica Lola, de los Kinks, y nuestra protagonista de hoy. Pero hay bastantes más.

De las tres canciones citadas, sin duda, Walk On The Wild Side es, de largo, la más cruda de todas, lo cual no es de sorprender al ver el historial previo de Reed en la Velvet Underground. Al igual que en los dos casos anteriores, la censura intentó poner algo de orden al respecto, pero en lo esencial, se conservó el mensaje principal. Y, en poco tiempo, el famoso "du, du, du, du, du..." se convirtió en la principal marca de la carrera del neoyorquino.

De hecho, incluso en España el tema tuvo gran repercusión. Caminando por el lado salvaje fue ampliamente conocido, y con los años hasta puso sintonía a un anuncio, creo recordar. Claro que aquí había algo añadido: ni los censores debían de saber mucho inglés, ni contaban con que la gente lo supiera. Aunque lo más posible es que ambas cosas fueran ciertas, con lo que para muchos todo quedó en el inofensivo y pegadizo "du, du, du, du, du...". Spain is different.



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.