Si hay una canción de Lou Reed capaz de competir en fama con su paseo por el lado salvaje es, a todas luces, Perfect Day. Con un añadido: si Walk On The Walk Side era un tema casi pegadizo, con sus recordadísimos coros acompañando a toda aquella fauna nocturna neoyorquina, la pieza de hoy es una balada intimista con una sensibilidad excepcional.
En realidad, ambas canciones van totalmente ligadas entre sí, y son dos caras de una misma moneda... y de un mismo single, editado con gran éxito a finales de 1972, como apoyo al hoy mítico álbum Transformer, producido por David Bowie.
Hay que decir que, en aquel momento inicial, Perfect Day pasó un poco más desapercibida que su compañera, al quedar relegada a la cara B (entre nosotros, menudo sencillo). Sin embargo, con el tiempo recuperaría todo su valor. El primer aviso lo dio una versión grabada en 1995 por Duran Duran -ya os he dicho varias veces que la carrera de estos tipos engaña si uno se queda sólo con las portadas ochenteras del Super Pop-, y que subió hasta el puesto 28 en Gran Bretaña.
Pero el gran salto lo dio un año después al incluirse el tema en la banda sonora de Trainspotting, integrada en la célebre escena en la que el protagonista se quedaba out tras un chute de heroína. De hecho, la elección de Perfect Day para esta escena vino dada por la opinión generalizada entre muchos seguidores de Reed de que la canción estaba dedicada a esta droga, consumida habitualmente por el compositor.
Finalmente, el remate lo dio la BBC otro año más tarde, en 1997, al seleccionarlo como tema promocional para una campaña benéfica en la que participaron, además de Lou Reed gentes como Bono, David Bowie, Elton John o Emmylou Harris.
Por fin, tras 25 años, la Píldora de hoy había conseguido su día perfecto.
Letra de la Píldora.
Hasta la próxima.