martes, 11 de junio de 2013

Fantastic Shine, Love Of Lesbian, 2013


¿Cuál es la mejor prueba de la llegada del verano? ¿El calor? No, pues aún no se le ha visto por ninguna parte ¿Las vacaciones? Demasiado pronto, y eso para quién las tenga. ¿Entonces, qué? Como las golondrinas en primavera o las guiris de agradecido vestir por las Ramblas de Barcelona en junio, el verano se hace anunciar por... sí: las canciones de las casas cerveceras.

Sucesoras de los hits de Georgie Dann, Fórmula V o Los Diablos, el nuevo siglo renovó el concepto de canción del verano asociándolo a su más insigne bebida. Y, de la misma forma que aquéllos competían canícula tras canícula por marcarse el tanto, la carrera comercial por vender botellas, botellines y barriles se ha traducido en un pulso musical entre temas que nos llevan desde Ibiza hasta Formentera, y desde la Serra de Tramuntana hasta Un Lugar Llamado Mundo. Siempre de forma feliz, al aire libre y a punto de destapar un quinto o una mediana según se tercie. Aviso a navegantes: litronas no, que son muy bastorras en medio de tanto fashionerío.

En el caso de la primera cervecera catalana, los elegidos han sido unos paisanos barceloneses de indie devenir y ascenso ya incuestionable, Love of Lesbian. El tema es Fantastic Shine, cuyo estribillo se engancha como el Loctite a la yema de los dedos, eso sí, cumpliendo con el requisito indispensable de dar buen rollo a discreción mientras te animan a tomarte otra birra, que también se trata de eso al fin y al cabo. 

Fantastic Shine no es un tema 100% original, aunque sí que es todo obra de la formación. Y es que el reciclaje a veces puede ser una buena idea: si tu canción tiene un título tan poco veraniego como Toros en la Wii y además consideras que no es muy pegadiza salvo la parte final. En ese caso, pues nada, se coge esta última y se monta otra canción a partir de ella. 

¿Criticable? En opinión de quién escribe, en absoluto. Aprovechar una composición propia y reescribirla, reeditarla o cuanto menos rescatarla es algo hecho miles de veces. Ni los Beatles se libraron de ello cuando vocearon She Loves You en plena apoteosis final de la inolvidable All You Need Is Love, otro himno al buen rollo universal. Así que menos rasgarse las vestiduras los ayatolás musicales, como he leído ya por ahí. 

Aunque claro, un servidor es devoto cofrade de la Hermandad del Santísimo Lúpulo. Así que no me hagáis demasiado caso. No soy demasiado objetivo que digamos. 

PS: lo siento, pero el anuncio os lo tendréis que comer en el vídeo, ya que no existe otro. Nunca he dicho que tuviera que ser todo perfecto.




Hasta la próxima. 

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