Y llegaron, de nuevo, las navidades. En esta ocasión, en vez de recurrir al villancico más o menos rock o pop, he querido darle a la cosa un pequeño giro. Estos días, desde tiempos ancestrales, siempre han sido un momento de celebración. De celebración de la llegada del invierno, de un momento de recogimiento y de inicio de un nuevo ciclo.
Así que he querido traer la que, tal vez, sea la pieza que exalta como ninguna otra a esta parte del año. En 1725, Antonio Vivaldi compuso una de las obras más célebres de la historia de la música clásica, las Cuatro Estaciones. Cada uno de sus cuatro conciertos estaba dedicado a una estación del año: el cuarto y último era el invierno.
El segundo movimiento (para saber un poco más de esto de los movimientos podéis recordar esta otra Píldora) recreaba tal vez la parte más bucólica y, en cierto modo, "navideña" de todo el invierno, la paz junto al fuego del hogar.
Y es con la que os quiero desear unas Felices Fiestas, mis queridos Pildoreros. ¡Por muchas navidades pildoreras más!
PS: por cierto, eso que veis sonando de la mano del virtuoso Daniel Phillips -a las órdenes de Yehudi Menuhin, casi nada- es un auténtico Stradivarius, de los que sonaron cuando Antonio Vivaldi estaba vivo. ¡Pura historia musical en movimiento!
Hasta la próxima.
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