Desde luego, hoy Grecia nos quiere llegar al corazón de la manera que sea. No sólo ha vencido Syriza, proponiendo un giro copernicano a esta Europa germánicamente austera y perdida. Por si fuera poco, uno de sus grandes músicos, Artemios Ventouris Roussos, el gran Demis Roussos, se ha marchado justo a tiempo de ver a su país cambiar así.
Así que, tanto en feliz homenaje al pueblo griego, como en triste despedida a Roussos, allá vamos.
Como ya hemos visto por aquí en algunas ocasiones, el nombre de Demis Roussos comienza a sonar de la mano de uno de los grupos de culto de finales de los años sesenta, Aphrodite's Child, junto al ecléctico y brillante Vangelis y el batería Loukas Sideras. Sin embargo, este griego nacido en la ciudad egipcia de Alejandría, sería mucho más conocido en nuestro país durante la década siguiente gracias a su carrera en solitario.
Ciertamente, a lo largo de los años setenta, Roussos literalmente coleccionó los éxitos como cantante melódico. Uno de sus mayores éxitos fue este We Shall Dance de 1971, primer sencillo -y éxito- en solitario, el cual, en cierto modo, suponía un nexo de unión con el sinfonismo de los Aphrodite's Child, aunque abandonando definitivamente toda la vertiente más experimental de aquéllos.
Y sin más palabras, que creo que no hacen falta, aquí os dejo con la Píldora de hoy, estando casi seguro de que, a partir de ahora, todos bailaremos.
Hasta la próxima.
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