Uno de los estilos musicales que desde adolescente siempre me ha gustado más ha sido el Glam Rock, aquel movimiento protagonizado a principio de los setenta por grupos como T.Rex o Roxy Music, o cantantes como David Bowie o Alice Cooper (todos ellos futuras Píldoras, advierto). El gusto viene menos por la estética, excesiva y, a menudo, hortera y macarra, que por la filosofía de recuperar el rock and roll en su función primigenia de despreocupado entretenimiento en tres o cuatro minutos sencillos y directos, pero a menudo, musicalmente muy bien elaborados.
Aquel Glam Rock murió a mediados de los setenta, pero con posterioridad ha sido resucitado por grupos de lo más diverso. Así, algunos grupos heavys de los ochenta incluso tomaron el nombre glam para marcar un estilo marcado por permanentes enormes y caras pintarrajeadas como puertas. En los noventa, otras bandas adoptaron un estilo más sofisticado pero a la vez mucho más cercano al de los primeros grupos glam setenteros, tanto en lo musical como en la deliberada ambigüedad sexual escogida como pose de cantantes y músicos.
El principal de ellos fue Suede, banda que tuvo su momento álgido a partir de 1993. Aquél año lanzaron el soberbio LP Suede, que tuvo un éxito inmediato. Su estilo, glamouroso por derecho propio, añadía ciertas gotas de pose decadente por parte de su cantante, Brett Anderson. Tres años más tarde, en 1996, con un ánimo bastante más optimista, y sin dejar su sonido glam, lanzaron el álbum Coming Up, cuyo segundo single, Píldora de hoy, acabaría convirtiéndose posiblemente en la canción más conocida de todas las de la formación.
Sin más, os dejo con este Beautiful Ones, que, aunque sólo sea por su título, os lo dedico a todos vosotros.
Suede – Beautiful Ones (Por Spotify)
El video clip tampoco está nada mal, y tiene un aire de Pop Art salpicado entre las imágenes de la banda que encaja muy bien.
Hasta la próxima.
Menos el temible La,la,la de Massiel tengo especial inclinación por las canciones que incluyen un buen fragmento la, la, la, la... Me acabo de dar cuenta que Suede prácticamente se lleva la palma de lalaleo ya que con una canción de sólo 3:39, el protagonismo absoluto del minuto final es un largo la, la, la... Qué bien! Qué buen rollo!!
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