Los casos de plagios suelen acabar mal para los plagiadores. Lo que sucede es que, en ocasiones, el supuesto plagiado se convierte en poco más que un jeta dispuesto a llevarse la pasta del supuesto plagiador. Pero aún así, la cosa no suele pintar bien para el inspirado.
Es un poco el caso de hoy. Sin duda, conocéis el tema seleccionado, uno de los más radiados a finales de los noventa. Bitter Sweet Symphony fue compuesto por el líder de The Verve, Richard Ashcroft, y fue el tema que puso a esta banda británica en la punta de lanza musical de las Islas durante un tiempo.
Sin embargo, si alguien observa en sus créditos, verá que está firmada por Jagger y Richards. ¡Coño! ¡Los Rolling Stones! Pero no os esforcéis en encontrar este tema en su discografía. No está. A lo sumo, encontraréis un antiguo tema de 1965, The Last Time, que sí que recuerda lejanamente en su instrumentación a Bitter Sweet Symphony. Aunque no de forma evidente: en realidad, el conflicto vino dado por el uso de unos arreglos orquestales que hizo el antiguo manager de los Rolling en una versión propia.
De hecho, Ashcroft era consciente de las enormes similitudes entre los arreglos del ex-manager y su propia canción, e inicialmente ofreció co-firmar el tema junto a Jagger y Richards, para evitar males mayores, a un 50%. Y todo fue bien... hasta que el tema se convirtió en un hit mundial. Entonces, Andrew Loog Oldham (el nombre del ex-manager) se echó para atrás aduciendo que The Verve se habían pasado con el uso del fragmento permitido, y reclamó toda la autoría del tema para sus antiguos pupilos.
La cosa terminó con The Verve cediendo toda la autoría del tema a los Rolling y ostensiblemente cabreados, ya que, entre otras cosas, no habían puesto ni una sola letra y ni siquiera los arreglos utilizados eran cosa suya. Como venganza ante lo que consideraba una injusta traición, Aschcroft acabaría diciendo que Bitter Sweet Symphony "era la mejor canción de los Rolling Stones en 20 años". Y, ateniendo al éxito, no exageraba lo más mínimo.
Es un poco el caso de hoy. Sin duda, conocéis el tema seleccionado, uno de los más radiados a finales de los noventa. Bitter Sweet Symphony fue compuesto por el líder de The Verve, Richard Ashcroft, y fue el tema que puso a esta banda británica en la punta de lanza musical de las Islas durante un tiempo.
Sin embargo, si alguien observa en sus créditos, verá que está firmada por Jagger y Richards. ¡Coño! ¡Los Rolling Stones! Pero no os esforcéis en encontrar este tema en su discografía. No está. A lo sumo, encontraréis un antiguo tema de 1965, The Last Time, que sí que recuerda lejanamente en su instrumentación a Bitter Sweet Symphony. Aunque no de forma evidente: en realidad, el conflicto vino dado por el uso de unos arreglos orquestales que hizo el antiguo manager de los Rolling en una versión propia.
De hecho, Ashcroft era consciente de las enormes similitudes entre los arreglos del ex-manager y su propia canción, e inicialmente ofreció co-firmar el tema junto a Jagger y Richards, para evitar males mayores, a un 50%. Y todo fue bien... hasta que el tema se convirtió en un hit mundial. Entonces, Andrew Loog Oldham (el nombre del ex-manager) se echó para atrás aduciendo que The Verve se habían pasado con el uso del fragmento permitido, y reclamó toda la autoría del tema para sus antiguos pupilos.
La cosa terminó con The Verve cediendo toda la autoría del tema a los Rolling y ostensiblemente cabreados, ya que, entre otras cosas, no habían puesto ni una sola letra y ni siquiera los arreglos utilizados eran cosa suya. Como venganza ante lo que consideraba una injusta traición, Aschcroft acabaría diciendo que Bitter Sweet Symphony "era la mejor canción de los Rolling Stones en 20 años". Y, ateniendo al éxito, no exageraba lo más mínimo.
The Verve – Bitter Sweet Symphony (por Spotify)
Letra de la Píldora.
Hasta la próxima.
No hay comentarios:
Publicar un comentario