jueves, 21 de febrero de 2013

I Spy, Pulp, 1995


Probablemente, a estas alturas creo que nos falta tan sólo una trama de prostitución o de tráfico de drogas para acabar de enviar todo el sistema político nacional a la porra. Porque si la mediocre incompetencia de unos y la venialidad corrupta de otros no estuvieran poniendo suficientemente en entredicho el mismo sistema democrático -y el buen nombre de la masa de concienciados ciudadanos implicados sanamente en la política- va y pare la abuela en forma de 007. O mejor dicho, de Anacleto, agente secreto

Hombre, a estas alturas, nadie va a extrañarse de que unos tipos capaces de apuñalarse entre sí por ocupar puestos y disponer de prebendas se espiaran entre ellos. Lo que sorprende es hasta qué punto lo hacían. Y, sobre todo, que dentro de la mejor tradición hispano-mortadeliana-filemónica, todos iban a parar al mismo sitio a pedir asistencia. Nunca me cansaré de repetir el inmenso nivelazo de mediocridad existente entre quienes nos han dirigido y nos dirigen de un tiempo a esta parte.

Uno, que se mira todo el cotarro desde un poco más cerca que la mayoría de la población -cada uno tiene los defectos que tiene- no puede por menos que reir por no echarse a llorar y enviarlo todo a hacer puñetas. Pero supongo que, en el fondo, todo esto forma parte de las (pocas) ventajas de una crisis tan profunda: la limpieza de la basura. En realidad, no es que estemos ahora en un país extremadamente corrupto, al menos más que diez años atrás. Es que lo hemos estado durante la multiplicación de los panes hipotecarios y de los peces financieros, y ya se sabe que cuando el dinero deja de correr, los ladrones abandonan la oficina para rajarse entre ellos. En cierto modo, toda esta porquería aflorando nos está mostrando un país que, quién sabe, a lo mejor inicia un camino mejor.

Para cerrar con lo estrictamente musical, que en el fondo es el pretexto de este blog, es evidentísima la elección de la canción atendiendo al tema del post. I Spy era uno más de los memorables cortes del nunca suficientemente alabado álbum Different Class de Pulp, por más que nunca llegó a ser single. Eso sí, que no os engañen las líneas anteriores. El glamour y la elegancia de esta pieza pop está a años luz de tanto garrulo con corbata. Seguro que os gustará mucho más. Dónde vamos a parar.




Hasta la próxima.

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