sábado, 6 de octubre de 2012

Pacto entre caballeros, Joaquín Sabina, 1987


"¡¡¡Mucha, mucha, policía, mucha, mucha, policía!!!" es el inefable grito de guerra con el que se berreaba en cualquier lugar el final de uno de los temas más brillantes de Joaquín Sabina. Eso sí, en su modo "canalla de barrio", bien distinto al otro melancólico e intimista. 

Poca cosa puede decirse de esta canción, en la que se cuenta el supuesto encontronazo entre el cantautor y tres delincuentes navajeros armados con un pincho de cocina e interesados en su cartera y su peluco marca Omega. Tras darse cuenta el trío de a quién estaban atracando -para entonces, Sabina ya era una celebridad- decidieron llevárselo de juerga por los tugurios de Madrid, puticlub incluido. 

Naturalmente, el mismo Sabina ha sido preguntado numerosas veces por la veracidad de esta historia. Por lo visto, no sólo fue real, si no que explica que en una misma semana le sucedieron dos percances parecidos, los cuales fusionó en una misma historia para la canción. Eso sí, el final era inventado. Ni hubo asalto a un chalet de un millonario, ni en la puerta les esperó la policía. Pero no me digáis que nunca ha sido más auténtico aquello de que "si non é vero, é ben trovato". 

La canción de hoy nunca llegó a ser single, aunque fue muy radiada e impulsó enormemente a aquel pedazo de disco que fue Hotel Dulce Hotel. A la postre, terminaría siendo una de las piezas más imprescindibles del ubetense. 

Y nada más, os dejo ya que coreéis a gusto aquella gran cantidad de policía. 




Hasta la próxima. 

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