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domingo, 17 de agosto de 2014

I-Feel-Like-I'm-Fixin'-to-Die Rag, Country Joe and The Fish, 1967


"Dadme una F, dadme una U, dadme una C, dadme una K: ¿qué hace esto?". Naturalmente, ante tamaña invitación, todo un público entregado aquella tarde del 17 de agosto de 1969 en la llanura de Woodstock (más o menos al mismo tiempo en el que escribo esto, 45 años después) gritó como loco un atronador "FUCK!!!!". Que creo que no necesita traducción. Corregidme, si no es así. 

Posiblemente, este sea, junto a la versión distorsionada del himno norteamericano que pocas horas después interpretaría Jimi Hendrix, el momento más icónico de todo el festival que prometía -y cumplió- "tres días de paz y música". Iba de la mano de un cantautor psicodélico que tenía mucha más fama que ventas, y que respondía al nombre artístico de Country Joe McDonald, acompañado de su grupo, The Fish. 

En realidad, el tema fue interpretado dos veces... y no fue la "oficial" -la que hoy haría 45 años- la que pasó a la posteridad, si no la que un día antes improvisó el mismo McDonald en solitario entre dos actuaciones. Ataviado con un ajado uniforme militar y un trapo como cinta en la cabeza, se metió en el bolsillo a más de 300.000 personas que terminaron cantando con él este demoledor tema contra la guerra del Vietnam. 

Y eso que no era, ni mucho menos, una canción con un sonido agresivo. Antes bien, tenía la estructura de un viejo jazz de los años 20, festivo y burlón. Pero nadie se llevaba a engaño: su letra, que era una bufonesca invitación a apuntarse a la guerra, terminaba con un lapidario "todos vamos a morir".  Eso sí, precedido de un alegre y desenfadado "whopee!!!"... porque al fin y al cabo, ¿qué mayor alegría hay a la de que le maten a uno por la patria?

Paradójicamente, el tema nunca tuvo unas ventas sobresalientes. Lanzado como parte del álbum I Feel Like I'm Fixin' to Die, de 1967, es uno de esos sorprendentes casos en los que el discreto éxito comercial iba de la mano de una difusión alternativa que llegó, sin duda, a todos los rincones del país. El hecho de que todo el auditorio lo cantara -como puede verse en el clip- durante una interpretación improvisada es la mejor prueba de hasta qué punto la juventud norteamericana del momento estaba muy al corriente no ya de la cultura, si no de la contracultura que imperaba en la época. 

Os quedáis, pues, ante uno de los momentos más célebres de toda la historia del rock. "Gimme a F...!"

PS: Jordi, lo prometido es deuda. ¡Espero que te haya gustado!




Hasta la próxima. 

sábado, 19 de marzo de 2011

Don't Know Why, Norah Jones, 2002





Como decía aquella señora, hay prisa, hay prisa... en el momento de escribir estas líneas, última hora de la tarde, estamos preparando frenéticamente una cena para unos amigos a los que no veíamos desde hace mucho. Para añadir emoción a la cosa, se trata de una visita no prevista hasta hace un rato, así que os podéis imaginar cómo se sufre para estar a punto...

Así que seré muy breve, aquí medio escondido y esperando que Montse no me vea durante los minutos que necesito para montar la Píldora. Menudo estrés. 

En cuanto al tema en sí, puedo decir al respecto que cae en todas y cada una de las cenas organizadas en casa. En todas. Es más, habitualmente, suele abrir musicalmente el ágape y, con frecuencia, suena más de una vez. Así que, si estáis leyendo en algún momento de la noche del sábado esto, existen altísimas probabilidades de que estéis escuchando este -por otra parte, estupendo- tema de Norah Jones a la vez que yo. 

Espero que, además, lo hagáis comiendo igual de bien.

Norah Jones – Don't Know Why (por Spotify)



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

lunes, 21 de febrero de 2011

Nine Million Bicycles, Katie Melua, 2005


Como pudisteis comprobar, el sábado no hubo Píldora, y se debió a la concatenación de actividades de todo tipo, que acabaron conformando un día estupendo... eso sí, al precio de quedarnos sin post. He de decir que el colofón de aquel fantástico día fue una deliciosa cena en casa de nuestros amigos Franz y Lina. 

Es costumbre reunirnos al menos un par de veces al año con estos amigos, una vez en cada hogar. En esta última ocasión, tocó en el suyo, y debo decir que se trató de una velada sencillamente magnífica. Lina cuidó los detalles al máximo, y la charla con ambos fue... hum... en vez de adjetivarla, os diré a qué hora acabó, a título de muestra de lo animado y entretenido: a las tres y media de la mañana. Eso sí, bien soportada por cava y comida de primera. 

Por supuesto, la música de fondo es algo imprescindible en una reunión de este tipo para dar cuerpo a la velada. Entre toda la que se puso, debo decir que me llamó la atención por encima de la media el repertorio de la georgiana/británica Katie Melua. Y muy especialmente el tema que tenéis hoy delante. 

Nine Million Bicycles es, posiblemente, el tema más conocido y celebrado de la cantante. Incluido en su segundo álbum Piece by Piece, alcanzó nada menos que el quinto puesto de las listas británicas a finales de 2005. Algo particularmente meritorio en un tema de inspiración jazz en plena época de gorgoritos pseudoraperos propios de la dictadura de la MTV. 

Y una casualidad antes de terminar. Según comentaron, nuestros anfitriones estuvieron en el concierto que hace algún tiempo hizo Katie Melua en el Palau de la Música de Barcelona. Pues bien, ¿recordáis a aquellos otros amigos que nos invitaron la pasada semana al Liceu, Albert y Muntsa? Pues lo que son las cosas: también estuvieron en aquel mismo concierto. Ciertamente, está claro que el karma o lo que sea acaba juntando a la buena gente.


Katie Melua – Nine Million Bicycles (por Spotify)



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

lunes, 31 de enero de 2011

Come Together, Cassandra Wilson y Dianne Reeves, 1996



La Píldora de hoy se la podéis agradecer a mi amigo y compañero de trabajo Albert, el mismo que no cejó hasta que el bueno de Tom Waits entró en la nómina de este blog. Por suerte para él, en esta ocasión no ha tenido que esperar tanto...

Y es que esta mañana, mientras estábamos dándole a las teclas del ordenador, se me acercó un momento y me dijo algo así como "tú que conoces a Robbie (Robertson, el líder de The Band), escucha esto". Y me puso en el Spotify una magnífica versión de su clásico The Weight -que prometo dejar por aquí en muy breve- interpretada por una cantante de jazz que yo no conocía.

Y no la conocía por pura ignorancia, las cosas como son. Porque no se trataba de una neófita, si no de toda una veterana que lleva editando álbumes desde los años ochenta. Por supuesto, me refiero a Cassandra Wilson. He de decir que, por lo menos, conmigo funciona perfectamente la máxima del "más vale tarde que nunca", así que tras escuchar su versión de The Weight, y quedar impresionado por la tremenda voz de la norteamericana, escuché un par de recomendaciones más... y luego opté por ampliar conocimientos por cuenta propia.

Y así llegué a esta gran versión del Come Together de los Beatles que grabó en 1996 con la no menos insigne Dianne Reeves. Dicho tema estaba incluido en el álbum Strawberry Fields, un proyecto que el músico y productor Bob Belden montó con varias versiones jazzísticas de canciones de los de Liverpool.

Y sin más os dejo que os sumerjáis en la interpretación doble que se marcan las dos artistas, Reeves a la izquierda y Wilson a la derecha a golpe de vozarrón y cigarrillo. Sencillamente, espectacular.



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

lunes, 27 de diciembre de 2010

New York, New York, Liza Minnelli, 1977


Estoy completamente seguro de que absolutamente todos vosotros sabéis cual es el tema de hoy. Sin embargo, ¿lo conocéis mínimamente? Muy probablemente, muchos tengáis algunas ideas preconcebidas respecto al mismo. Si es el caso, durante las próximas líneas os llevaréis alguna que otra sorpresa.

En primer lugar, no se trata de una canción de los años treinta o cuarenta. En realidad, tiene muchísima menos edad. Concretamente, se compuso durante la segunda mitad de los años setenta, y vio la luz por primera vez en 1977. Sí, el mismo año en que los Sex Pistols y compañía paseaban andrajos, crestas e imperdibles a discreción.

Por supuesto, de acuerdo con lo anterior, New York, New York no fue una canción contemporánea al sonido que recogía. Tamaño anacronismo, entonces, sólo podía tener pocas explicaciones plausibles: una de ellas es que formara parte de una película de época. Y así era: se trataba del tema central de un musical ambientado en los años cuarenta, titulado precisamente como la Píldora de hoy. De hecho, el nombre real de la canción era Theme From New York, New York.

Y aquí entra la última sorpresa de nuestra canción. Contra la creencia más extendida, la versión de Frank Sinatra no es la original, si no la de Liza Minnelli, coprotagonista del film -dirigido por Martin Scorsese- junto a Robert De Niro. Eso sí, la versión del Viejo Ojos Azules (ya de 1979) fue la que le dio a New York, New York esa pátina de estándar que hoy tiene, y quien la convirtió definitivamente en un éxito mundial.

En fin, creo que por hoy ya son bastantes sorpresas para una única canción. Así que si durante estas Fiestas echáis un Trivial, ahora no tenéis excusa para fallar esto. Y de nada, son 10.000.

Liza Minnelli – Theme From New York, New York (por Spotify)



Letra de la Píldora
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Hasta la próxima.

martes, 19 de octubre de 2010

Mas que nada, Sergio Mendes & Brasil'66, 1966


La primavera y el otoño son unas épocas del año en las que quien escribe suele pasar alguna que otra noche durmiendo bajo esa agradable combinación que dan las palabras "poco" y "mal". Es lo que tiene la sucesión de estados de calor (al que tiendo habitualmente) y frío en función de si ando más o menos tapado a lo largo de una sucesión gimnástico-sonámbula de movimientos con las sábanas. Fue el caso de anoche.

Así que entenderéis que ando para el arrastre a estas horas. Sirva esto como adelanto para justificar una cierta parquedad de palabras acompañadas por un ausente brillo en las mismas. Como sea, no me quería ir a dormir sin dejar una Píldora de primerísima clase, de la mano de uno de los grandes de la música brasileña: Sergio Mendes.

Para ello, me he servido de su gran clásico, que grabó junto a los Brasil'66 en... 1966, Mas que nada. Los más veteranos ya sabréis inmediatamente de qué tema se trata, mientras que a los de mi quinta sólo tendré que recordarles aquel mix de clásicos brasileños que pasaban puntualísimamente en todas y cada una de las discos de Barcelona años ha. ¿Os acordáis de aquella parte de la mezcla que rezaba algo así como "Oooooooariáaaaaroo, obá, obá, obá"? Pues esa misma. Sólo que aquí la traemos en su versión original.

En realidad, Sergio Mendes se limitó a versionar Mas que nada, tema original de 1963 de otro grande de Brasil, Jorge Ben. En ambos casos, se trataba de una fusión entre la bossanova y el jazz. La principal diferencia -y aquí estuvo la gran aportación de Sergio Mendes- fue la inclusión de su magnífico piano que impregnaba el tema de un aire incluso más jazz (y casi hasta blues) que el que mostraba la versión original. Asimismo, supo sustituir la voz desafinada de Jorge Ben por la mucho más estilosa de Janis Hansen, la principal de las dos chicas vocalistas de los Brasil'66.

El resultado es el que tenéis un poco más abajo, y que reconoceréis en apenas un segundo. No me digáis que no es una buena manera de irse a dormir, o de coger un día con ganas, según el caso... en el mío, lo tengo claro. Buenas noches.

Sergio Mendes & Brasil '66 – Mais Que Nada (por Spotify)

PS: parece ser que, en algún momento de mañana, no podrán verse las imágenes de los posts por algún tema de mantenimiento de Blogger. Imagino que sólo será temporal. Sería terrible (y daría una pereza más terrible aún) tener que subir de nuevo 426 portadas de discos...



Letra de la Píldora
.

Hasta la próxima.

viernes, 8 de octubre de 2010

This Is What You Are, Mario Biondi, 2006


En más de una ocasión, y de dos, he insistido en el hecho de que este blog es posible por el concurso de todos los que lo leéis y participáis en él. Y no sólo porque con vuestra presencia (a veces visible y otras veces sólo manifestada por la creciente velocidad del contador de visitas) este redactor se anime a escribir en la medida de lo posible día sí y día también, si no muy particularmente por vuestros comentarios y sugerencias.

Éstas sugerencias son mucho -pero mucho- más importantes de lo que os podáis imaginar. Ciertamente, quien os escribe tiene pasión por la música, pero no infalibilidad ni omnisciencia, con lo que requiere de una constante fuente de influencias para no acabar poniendo tan sólo aquello que ha escuchado un millón de veces por raro que parezca. Influencias que a veces entran con más celeridad y a veces con menos, pero que nunca se olvidan pues son las que me permiten sostener esta aventura con un mínimo de consistencia.

Y aquí entra el porqué de la Píldora de hoy. Uno de nuestros más antiguos e ilustres seguidores, Paquito Franco -al que podéis leer en numerosos comentarios-, es de los que se toman la molestia de plantear nuevos horizontes y posibilidades de posts a las Píldoras, junto a otros no menos ilustres como Mercè, el Salmón, jmsolis, Juan José Soriano o el Maestro Ciruela. Para quien crea que el tal Paquito se dedica a sugerir pasodobles o marchas legionarias en virtud de su atípico perfil, debo decir que nada hay más lejos de la realidad.

De hecho, que hoy podáis disfrutar de este magnífico tema a golpe de jazz se lo debéis agradecer a él más que a quien escribe, que hasta hace dos días ni sabía de su existencia (¡ante mi horror por mi ignorancia al ver que se trataba de todo un exitazo, cuyo álbum había obtenido cuatro discos de platino en Italia!).

Una de las características que más llaman la antención del italiano Mario Biondi es que hasta que no lo ves, te crees que es negro, negrísimo, a juzgar por su tremendamente profunda voz. Muy posiblemente, This Is What You Are es su tema más conocido, una arrebatadora composición con cierto regusto brasileño, que grabó originalmente en 2004 como single para el mercado japonés. Algún tiempo después, lanzó el álbum Handful Of Soul, junto al High Five Quintet, con los que volvió a plantear la canción. Es la versión que podéis degustar hoy.

Por lo demás, es una magnífica forma de cruzar las 50.000 entradas en las Píldoras, apenas un mes y medio después de pasar las 40.000. Nunca me cansaré de repetirlo: ¡muchas gracias a todas y a todos!


Mario Biondi – This Is What You Are (por Spotify)



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Cantaloop (Flip Fantasia), Us3, 1993


Os aseguro que tengo el cuerpo con la misma sensación que la que da el que te pase un mercancias -cargado hasta los topes- por encima. El incipiente resfriado de ayer se materializó definitivamente hoy, engrandecido por una ronquera producto de estar casi tres horas a viva voz haciendo de profe (una de mis tareas más recientes en la consultoría, un día os explicaré). Para más inri, al salir del curso, me esperaba una napoleónica tromba de agua en toda regla... y cinco calles hasta la más próxima parada de metro, naturalmente, sin paraguas.

Pa haberse matao. De hecho, aún no las tengo todas conmigo.

Así que nada mejor que irse a dormir con las mejores vibraciones posibles. Y un tema que siempre me las dio fue el que traemos hoy a las Píldoras, Cantaloop, de los británicos Us3. Una magnífica fusión de hip hop y de jazz que, tras algunos esfuerzos iniciales, acabaría siendo uno de los grandes hits de 1993 y 1994.

Cantaloop no sólo es un tema de inspiración jazzística, si no que está plagado de referencias al universo jazz. Para comenzar, incorpora un sampler del gran Herbie Hancock, extraido de su tema Cantaloupe Island. Y, como habréis deducido, perspicaces pildoreros, el título de la composición de hoy viene inspirado también por esta canción.

Pero hay más: en el inicio del tema se incluye una presentación en la que se referencia al mítico club neoyorquino Birland, llamado así en honor de Charlie Parker, alias Birdie. De hecho, esas palabras se grabaron originalmente en aquel club... ¡en 1954! Asimismo, los "yeah" y "what's that" que rondan por toda la canción también están extraidos de otro maestro del género, Lou Donaldson. En definitiva, jazz a discreción... ¿os lo imaginábais cuando estábais en la pista quince años atrás?

Sin más, me retiro ya, cargadito de buen rollo. Como una sopa, pero eso sí, bien calentita y reconfortante. ¡Yeah!

Us3 – Cantaloop (Flip Fantasia)
(por Spotify)



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

domingo, 13 de junio de 2010

What a Wonderful World, Louis Armstrong, 1968


Louis Armstrong es, sin duda, uno de los grandes maestros de la historia del jazz y, muy posiblemente, el más popular. Sin embargo, dicha popularidad entre el gran público tal vez -sólo tal vez- se deba mucho menos a su larguísima carrera como jazzman que a una canción que interpretó ya en el ocaso de su vida y que tenía, en su versión de single, bastante más de pop melódico que de jazz.

Por supuesto, esta canción era What a Wonderful World, tema lanzado el 1 de enero de 1968 y que se convirtió en todo un éxito y, con el tiempo, en un estándar. Curiosamente, en Estados Unidos, donde la discográfica ABC no creía mucho en la canción, el tema vendió inicialmente unas... 1.000 copias. En términos de negocio esto es la nada, para que nos entendamos.

La sorpresa vino del otro lado del Atlántico. En Gran Bretaña la canción gustó enormemente, y su millón de copias la catapultó al número uno. Pero ni aún así consiguió apoyo real discográfico en Estados Unidos y, a pesar del bombazo británico, el LP del mismo nombre ni siquiera entró en listas.

La redención en su país natal vino dada parcialmente a la muerte del músico en 1971, y totalmente mucho más tarde, en 1987. La canción pretendía responder al clima de tensión social norteamericano de finales de los sesenta mediante una bellísima letra en la que se invitaba a fijarse en las pequeñas grandes cosas de la vida. Y ese texto, junto al contexto antitético en el que se creó, hicieron perfecto al tema para formar parte de una banda sonora.

"Gooooood Moooooorning, Vieeeetnaaaaaammmmm!!!" era el grito de guerra del sargento Adrian Cronauer durante su estancia como locutor radiofónico en el ejército norteamericano en Vietnam, un personaje real que el actor Robin Williams interpretó de forma más que convincente en el film del mismo nombre que aquella exclamación. En su excelente banda sonora se incluyó el tema protagonista de hoy, con enorme éxito, hasta el punto de que prácticamente supuso el descubrimiento real para muchos de la figura de Armstrong. Aunque en realidad tuviera relativamente poco que ver con el jazz: como dirían (más o menos) aquellos dos galos, estos yanquis están majaretas...

Louis Armstrong – What A Wonderful World (por Spotify)



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Let There Be Love, Nat "King" Cole, 1962


Nueva vuelta de tuerca al calendario… y al estilo musical. Hoy, volvemos a zambullirnos en la música jazz y crooner, de la mano de uno de los grandes, Nathaniel Adams Coles. Y es que Nat “King” Cole es, sin duda, uno de los músicos y cantantes de jazz y swing más célebres de mediados del siglo XX.

Y exitosos, dicho sea de paso, aunque la fama le supusiera críticas por parte de los jazzistas más ortodoxos, que lo acusaron de venderse al mercado, especialmente a partir de 1950. En todo caso, su discográfica, la luego todopoderosa Capitol Records, le debió a sus ventas gran parte de su expansión, hasta el punto de que muchos la conocían como “the house that Nat built” ("la casa que construyó Nat"), en alusión a la famosa canción infantil anglosajona, “The House That Jack Built”.

Seguramente, muchos de vosotros ya sabréis esto, y es que Nat “King” Cole fue increíblemente popular en la España de finales de los años cincuenta y buena parte de los sesenta. La causa fue la edición de tres discos cantados en español. Aunque iban principalmente dirigidos al público latinoamericano, hicieron furor en nuestro país, para regocijo de un régimen que aprovechó la cosa por arte de birli birloque para reivindicarse interiormente (imagináos: un americano canta en español ¡volvemos a ser alguien en el mundo!).

Por si lo anterior no os lo creéis, preguntad a vuestros padres, o a cualquier persona que ronde o sobrepase un poco los 60, sobre qué baladas triunfaban en los primeros guateques. Con suerte, os cantarán aquello de “ansiedad, de tenerte en mis brazos, musitando, palabras de amor…”

En 1962, pocos años antes de fallecer, lanzó un disco junto al pianista británico de jazz George Shearing, otro caso de gran músico ciego. En él se incluía uno de mis temas preferidos, este Let There Be Love (atención al estupendo piano a medio camino entre el jazz y el blues), y que llegó a ser un éxito en el Reino Unido inmediatamente anterior al fenómeno beatle. Los tiempos estaban a punto de cambiar, a pesar de que aún le quedaban unos cuantos guateques por delante a los discos del bueno de Cole…

Nat King Cole – Let There Be Love (por Spotify)



Letra de la Píldora.

Hasta la proxima.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Summertime, Janis Joplin, 1968


Hoy os traigo una Píldora que pone los pelos de punta. Y no es para menos: se trata de una de las mejores cantantes de blues-rock de la historia interpretando todo un estándard del jazz. Cuando George Gershwin compuso este tema para la ópera americana Porgy and Bess (1935) nunca imaginaría -murió dos años más tarde- que su canción principal sería interpretada por gente tan dispar como Ella Fitzgerald, Frank Sinatra, Chet Baker, Marilyn Manson o Billie Holiday.

Cada cual tiene su versión preferida de Summertime entre las docenas que existen. Personalmente, me quedo con la que Janis Joplin grabó en 1968 para su álbum Cheap Thrills, LP que alcanzó el número uno en Estados Unidos a finales de aquel año.

El desgarro que Joplin le imprime a la canción es, sencillamente, sobrecogedor. No se sabe si grita o susurra, como si ella misma fuese la propia Bess de la ópera, cuando en el tercer acto canta al bebé de Clara, desaparecida en busca de su marido, un pescador que ha naufragado en la tormenta. El propio personaje de Clara interpretaba el mismo tema en los dos primeros actos.

La forma de cantar de Janis Joplin la lanzó al éxito de forma fulminante en 1967, junto a su grupo, Big Brother & The Holding Company, y durante los siguientes tres años formaría parte del star system rock, con todo lo que ello supuso. La presión la hundió en el alcohol y la heroína. A pesar de sus intentos por desintoxicarse, el 4 de octubre de 1970 se convertía en el segundo miembro, por apenas dos semanas, del "club de los 27". Le había precedido Jimi Hendrix, y meses después le sucedería Jim Morrison. Ninguno llegó a cumplir 28 años.

Sin más, os dejo con el tema. Espero que os emocione tanto como al que escribe a estas horas de la noche.

Big Brother & The Holding Company – Summertime
(por Spotify)




Letra de la Píldora.

Hasta la proxima.

martes, 29 de diciembre de 2009

Don't Worry, Be Happy, Bobby McFerrin, 1988


Hoy ha llegado uno de esos fatídicamente inexorables días navideños (sí, mucho más que los de los atracones varios) que ponen a prueba no ya sólo tu integridad física, sinó también la psíquica. Por supuesto, sufridos míos, estoy hablando de las compras para Reyes.

La verdad es que por la mañana la cosa empieza bien, cada año con una ilusión casi infantil por comprar regalos y juguetes, sabiendo además que alguno de todos ellos caerá para ti. Sin embargo, poco a poco se impone la propia dinámica cansina del día, cambiando de tiendas y hasta de centros comerciales, largas colas, horas de pie, malas miradas y algún encontronazo con otros exhaustos y puteados compradores como tú... en fin, ingredientes que hacen que el Dr. Jekyll de la mañana se convierta en un monstruoso Mr. Hyde hacia las siete u ocho de la tarde.

Sirva un ejemplo ilustrativo de esta transformación: hacia las once de la mañana el niño Kevin te golpea en la pierna con la espada de la Guerra de las Galaxias. Lo miras, le ríes la gracia, y aún le sueltas "que la Fuerza esté contigo, joven Skywalker". La cosa cambia hacia las dos del mediodía. Entonces, el niño Jonathan (léase Yonatán) te da sin querer con un triciclo en el pie. Lo fulminas con la mirada, provocándole un estado de ansiedad que cabrea a sus padres.

Pero lo peor viene a las siete. Entonces, el niño Brian (pronúnciese Brallan) está detrás tuyo cuando te giras cansado y en plena metamorfosis "La Masa Style" y lo arrollas tú a él. Pobre Brallan, la que le espera: utilizas todo tu arsenal en su contra, apelando al Rey Herodes por su incompetencia al dejar escapar niños de su cafrada infanticida, que ya no te lo parece tanto. Te has cargado sus Reyes, pero te da igual, te lo pide el cuerpo y la tensión, que te va a 15/10.

En este lamentable estado he llegado hace un rato a casa. Y como entiendo que muy sano no debe de ser, me he tomado una buena sopa caliente, una tila doble, he encendido tres barras de incienso y me ha faltado el canto de un duro para buscar hasta el Trankimazín. Y como me di cuenta de que iba repitiendo como un mantra "Don't Worry, Be Happy", pues qué mejor culminación de la sesión relajante que la Píldora de hoy. Antes de colgarla, la he escuchado diecisiete veces... bueno, he exagerado. Sólo han sido catorce. Pero ya sabéis, vengo de andaluces...


Bobby McFerrin – Don't Worry Be Happy
(por Spotify)




Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.