A partir de la audición número 3.000, la mayoría de canciones comienzan a provocar cambios en la gente que las escucha. A muy corto plazo, parecen cansar. Pero por otra parte, el hecho de llegar a tal nivel de difusión las convierten normalmente en clásicos, siempre y cuando reciban no sólo el favor del público sinó también el de la crítica. Pero ojo: si sólo es el del público, se acaban convirtiendo en temas bizarros... observad la diferencia entre la Ramona de Fernando Esteso, y My Way, de Frank Sinatra.
Éste último es el caso actual de la canción protagonista de la Píldora de hoy. Al sonar en la radio Rehab -al menos para quien esto escribe-, me da la sensación de que la he estado escuchando casi toda la vida. La verdad es que han pasado poco más de tres años desde su lanzamiento como single el 23 de octubre de 2006. Posiblemente, por lo tanto, el tema de hoy tenga todos los números para convertirse en todo un clásico de la década, y aún de más allá.
Hay que decir que la personalidad de su cantante y autora, la británica Amy Jade Winehouse también ha contribuido a la fama y al áura que rodea a esta estupenda canción, que algo tiene de autobiográfica: trata de la negativa de Winehouse a someterse a los tratamientos de rehabilitación de drogas y alcohol.
De hecho, hoy en día, es casi imposible hablar en una conversación entre amigos de la artista sin hacer referencias -a menudo en forma guasona- a la politoxicomanía de la británica. La prensa amarilla -a la que habría que quitar algún día el sustantivo "prensa"- también contribuye a ello. En el fondo, son los mismos que tratan con extrema reverencia a otro mito como Janis Joplin, en realidad no menos adicta a toda sustancia química que nuestra protagonista. ¿La diferencia? Pues que una está viva, y la otra no.
Quizás para ser respetado haya que transitar hacia el otro mundo. Lástima que eso implica, habitualmente, perder no sólo a la persona drogadicta, sinó también al artista... a menos que haya dejado una suculenta cantidad de grabaciones hechas que permitan explotar debidamente al mito en ciernes. Personalmente, prefiero disfrutar a los artistas en vida, cuando se les puede ver, por ejemplo, interpretar a tiempo real canciones como este magnífico soul de inspiración sesentera. Así que os dejo disfrutar de Rehab por 3.001ª vez.
Amy Winehouse – Rehab (por Spotify)
Éste último es el caso actual de la canción protagonista de la Píldora de hoy. Al sonar en la radio Rehab -al menos para quien esto escribe-, me da la sensación de que la he estado escuchando casi toda la vida. La verdad es que han pasado poco más de tres años desde su lanzamiento como single el 23 de octubre de 2006. Posiblemente, por lo tanto, el tema de hoy tenga todos los números para convertirse en todo un clásico de la década, y aún de más allá.
Hay que decir que la personalidad de su cantante y autora, la británica Amy Jade Winehouse también ha contribuido a la fama y al áura que rodea a esta estupenda canción, que algo tiene de autobiográfica: trata de la negativa de Winehouse a someterse a los tratamientos de rehabilitación de drogas y alcohol.
De hecho, hoy en día, es casi imposible hablar en una conversación entre amigos de la artista sin hacer referencias -a menudo en forma guasona- a la politoxicomanía de la británica. La prensa amarilla -a la que habría que quitar algún día el sustantivo "prensa"- también contribuye a ello. En el fondo, son los mismos que tratan con extrema reverencia a otro mito como Janis Joplin, en realidad no menos adicta a toda sustancia química que nuestra protagonista. ¿La diferencia? Pues que una está viva, y la otra no.
Quizás para ser respetado haya que transitar hacia el otro mundo. Lástima que eso implica, habitualmente, perder no sólo a la persona drogadicta, sinó también al artista... a menos que haya dejado una suculenta cantidad de grabaciones hechas que permitan explotar debidamente al mito en ciernes. Personalmente, prefiero disfrutar a los artistas en vida, cuando se les puede ver, por ejemplo, interpretar a tiempo real canciones como este magnífico soul de inspiración sesentera. Así que os dejo disfrutar de Rehab por 3.001ª vez.
Amy Winehouse – Rehab (por Spotify)
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