Dicen que ante las fobias, lo mejor es la terapia de choque. Es decir, que si no te gustan las arañas, lo mejor es ponerte una bien gorda en la palma de la mano. Por supuesto, no tengo más que decir al respecto -y en este ejemplo en particular- que la araña se la iba a poner por la parte de dentro del pantalón el señor padre de la lumbrera que pensó lo anterior.
Pero algo de razón tiene. Realmente, en el fondo -menos con las arañas gordas, claro- creo que la forma de combatir un miedo o una manía es lanzarse de frente al degüello. Y es el objetivo que me planteé a la hora de abrir la Píldora de hoy. Porque si hay una canción que he detestado, he aborrecido y me ha tenido hasta la parte de los kiwis ha sido Como un burro amarrado a la puerta del baile, de El Último de la Fila.
Era sonar esto en cualquiera de los pubs que frecuentaba, y todo el buen rollo acumulado tras horas de birras, air guitars e intentos de abordaje varios se iba a hacer puñetas en tres versos. Os lo juro, palabrita del niño Jesús. No podía con ella. El Último de la Fila ("El Último" a secas, como se les llamaba) no fue nunca uno de mis grupos predilectos, a diferencia de, por ejemplo, Gabinete Caligari. Pero con este tema, desde luego, me acabaron de rematar.
Porque mira que la ponían veces, esta canción. Y año tras año, no creáis que la cosa quedó en el 93. Diez años después, aún la pinchaban con regularidad, y seguro que todavía hoy no es infrecuente. Lógico, era un valor seguro: a la mayoría de gente, especialmente a las chicas, este tema les era muy de su gracia (ojo, y no digo para nada que sea mala canción) así que se daba la circunstancia de que un menda era casi el único pájaro al que el burro le daba bajón. De hecho, la llegaba a cantar -casi a mascullar de mala gana- de forma mecánica, a ver si acababa pronto...
Así que hoy he pretendido poner tamaño tema como Píldora, para ver si así, de una vez por todas, no sólo reconocía intelectualmente su valía -que ya lo hacía entonces- sinó que me dejaba de provocar sarpullidos en la piel. Pero al final no he tenido collons. La terapia de choque, para el de la araña, y mejor aún para su ya referido padre. De todas formas, he escogido poner en su lugar esta genial Insurrección -está sí que molaba más-, éxito del grupo en 1986. A ver si poco a poco voy perdiendo el miedo y un día, por fin, puedo hacerle frente al burro ese...
Letra de la Píldora.
Hasta la próxima.
Pero algo de razón tiene. Realmente, en el fondo -menos con las arañas gordas, claro- creo que la forma de combatir un miedo o una manía es lanzarse de frente al degüello. Y es el objetivo que me planteé a la hora de abrir la Píldora de hoy. Porque si hay una canción que he detestado, he aborrecido y me ha tenido hasta la parte de los kiwis ha sido Como un burro amarrado a la puerta del baile, de El Último de la Fila.
Era sonar esto en cualquiera de los pubs que frecuentaba, y todo el buen rollo acumulado tras horas de birras, air guitars e intentos de abordaje varios se iba a hacer puñetas en tres versos. Os lo juro, palabrita del niño Jesús. No podía con ella. El Último de la Fila ("El Último" a secas, como se les llamaba) no fue nunca uno de mis grupos predilectos, a diferencia de, por ejemplo, Gabinete Caligari. Pero con este tema, desde luego, me acabaron de rematar.
Porque mira que la ponían veces, esta canción. Y año tras año, no creáis que la cosa quedó en el 93. Diez años después, aún la pinchaban con regularidad, y seguro que todavía hoy no es infrecuente. Lógico, era un valor seguro: a la mayoría de gente, especialmente a las chicas, este tema les era muy de su gracia (ojo, y no digo para nada que sea mala canción) así que se daba la circunstancia de que un menda era casi el único pájaro al que el burro le daba bajón. De hecho, la llegaba a cantar -casi a mascullar de mala gana- de forma mecánica, a ver si acababa pronto...
Así que hoy he pretendido poner tamaño tema como Píldora, para ver si así, de una vez por todas, no sólo reconocía intelectualmente su valía -que ya lo hacía entonces- sinó que me dejaba de provocar sarpullidos en la piel. Pero al final no he tenido collons. La terapia de choque, para el de la araña, y mejor aún para su ya referido padre. De todas formas, he escogido poner en su lugar esta genial Insurrección -está sí que molaba más-, éxito del grupo en 1986. A ver si poco a poco voy perdiendo el miedo y un día, por fin, puedo hacerle frente al burro ese...
Letra de la Píldora.
Hasta la próxima.
Último de la Fila con mayúsculas!
ResponderEliminarComencé con el Nuevo pequeño catálogo de seres y estares (Dios de la lluvia apiádate de los hombres y de mí...) y no pude evitar comprarme todo lo anterior. Bueno, por falta de liquidez, yo me compré la mitad y Ramón (por cierto, parecido razonable ¿no?) la otra mitad y nos hicimos copias... (Claro, ahora tengo la discografía entera ;) No puedo nombrar todas las que me gustan porque son demasiadas pero justo Enemigos de lo ajeno es muy muy bueno Aviones plateados, Las palabras son cansancio, Mi patria en mis zapatos... Cuando alternaba mi trabajo actual con la editorial (¿te acuerdas?), al mediodía me iba a la biblio y por la noche con este fondo musical pasaba toda la información al ordenador hasta altas horas, no en mi casa de okupa porque yo sólo tenía una Olivetti...
Me resulta bastante chocante que no fuera o sea uno de tus grupos favoritos. Coincido absolutamente en lo del Burro y añado por trillada Querida Milagros.
Me quedé en Nunca el tiempo es perdido de Manolo García (a Quimi Portet no entiendo qué es lo que le sucedió...)yendo a 3 conciertos. El mejor el viaje exclusivo a Albacete para verle en la Plaza de toros!
Mmmm... deduzco que te gustaba El Último... no sé... como digo, era un grupo realmente bueno, tan sólo que no me daba excesivo feeling. Pero tanto tu historia como, por ejemplo, la de mi hermana, que también lo gastaba, me reafirman que era una banda con especial aceptación femenina.
ResponderEliminarEn cuanto al burro, ya te digo, el día que lo pille va a tener que sacar el carné de especie protegida para que no lo desbarate...
Lo del viaje a Albacete, por eso, sí que me ha dejado shock. ¿Fuiste hasta la populosa provincia de Albacete para ver a Manolo García? Heroico, heroico...
Pobre burro.
ResponderEliminarY más viniendo de alguien cuyos ancestros son paisanos del de Rute, pollino célebre donde los haya a escala mundial.
Y para más cachondeo, oriundo de una tierra que ha adoptado a l'ase como símbolo.
Y además teniendo en cuenta que ambas cualidades son comunes también a quien produce estos humildes comentarios.
En fin. ¿Qué habrá hecho tan digno animal para tener tan mala fama?
El animalillo, ninguna, desde luego, pero tras escuchar 17.697 veces esta canción SIN QUE TE GUSTE NI UNA SOLA VEZ pillas al primer chivo expiatorio que enganchas. Y suerte que Platero ya no debe estar muy vivo, porque sinó, también pilla.
ResponderEliminarEn una guerra siempre caen inocentes...
Por cierto, viendo en comentarios y en Facebook el exitazo de esta Píldora, no tengo por más que admitir que el problema con El Último sólo es cosa mía, el raro era yo, como suponía. Pero el burro cae.
ResponderEliminaros podeis creer que recuerdo haber visto este vídeo en "La bola de Cristal" siendo un mico de 10 u 11 años?.....
ResponderEliminarMe lo creo, me lo creo. Yo, por ejemplo, con 12 o 13 recuerdo haber visto a los Toreros Muertos de Pablo Carbonell tocar su "Mi agüita amarilla"!!!
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