lunes, 14 de marzo de 2011

Shine On Your Crazy Diamond, Pink Floyd, 1975



Shine On Your Crazy Diamond es uno de esos temas que hacen grande al rock, y que desmienten aquella máxima de que todo lo que exceda a los cuatro minutos es un peñazo infumable, además de invendible. 

Aparentemente, no es un tema sencillo de escuchar. Sus... 26 minutos y pico, estructurados en nueve partes que, además, estaban divididas entre las dos caras del histórico álbum Wish You Were Here (número uno, por cierto) pueden hacer desistir de escucharlo a cualquiera poco avisado. Sin embargo, en cuanto uno comienza a sumergirse en las primeras notas...

... bueno, sencillamente ya no puede salir hasta el final. Y los trece minutos y medio de la primera mitad se hacen tan cortos e intensos que sólo piensas en ver cómo sonarán los doce y pico de la segunda.  Guitarras, sintentizadores, voces, se entremezclan en una especie de sinfonía en la que se suceden cambios de ritmo que no por inesperados dejan de ser, simplemente, espectaculares. 

La canción está dedicada a un antiguo miembro de la formación, que en 1975 ya hacía años que había dejado de formar parte de ella a causa de sus desequilibrios mentales, Syd Barrett. El propio nombre la canción incluía las letras de "SYD", a la manera en la que los Beatles habían dedicado al LSD a su Lucy In The Sky With Diamonds (más diamantes). 

Cuenta la historia que, precisamente durante la grabación de esta canción, un irreconocible Barrett se presentó en el estudio donde sus ex compañeros estaban trabajando. Su aspecto, con todo el pelo afeitado, y muy engordado, había hecho que los demás tardaran en reconocerlo. El impacto fue tremendo: hacía seis años que no lo veían. Tras aquel día, Barrett volvió a desaparecer para siempre.

No digáis que una escena así no le añade algo más de magia a la canción... que la disfrutéis, como siempre. 

PS: Muchas felicidades, Fernando, que sé que los Pink Floyd son de tu cuerda...





Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

4 comentarios:

  1. Me acuerdo perfectamente la primera vez que la escuché , me quedé pasmado , y aún hoy me sigue pareciendo una obra maestra.
    Gracias De nuevo Francisco acertaste de lleno.
    Lo dicho en el "feisbuk" estuve viendo hace un par de años a Roger Waters en Bcn tocando en directo el "dark side of the moon" y me dejó impresionado con su directo , vuelvo dentro de 16 dia a verlo esta vez con The wall , puede ser brutal. Por cierto soy Fernando

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  2. Francisco estoy enganchado a tus pildoras, para un veinteañero que no vivió esa epoca es estupendo ir escuchando poco a poco toda esta música de calité (ya que ahora se hace mucha de poca calité, mejor dejarlo ahí) e ir descubriendo grupos y canciones.

    A ver si te me pones alguna pildorita en alemán, para que este pildorero termine de aprender el idioma, que estoy aqui en Alemanía que solo se pedir una cerveza tras otra!!! (Algo de Led Zeppelin tambien estaría fenomenal =) )

    Vielen Dank aus Deutschland!!

    P.D:La pildora de hoy espectacular!!

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  3. Un álbum impresionante, me he criado con él. Todavía recuerdo la cinta puesta en mi walkman de tamaño y peso de una cantimplora, alucinado dando vueltas con al bicicleta por los caminos del pueblo.
    ...así me quedé
    :)

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  4. Pues ya que habéis dado vuestras primeras experiencias con la peaso canción de hoy, os diré la mía. No fue tan bucólica y pastoril como la de Sergio (el símil de la cantimplora, buenísimo, aunque si quieres otro, te diré que mi primer walkman era poco menos que un radioteléfono de la II Guerra Mundial) pero me alucinó igual que a Fernando. Fue en mi cuarto, escuchando Radio 80 Serie Oro. Como fuera que la ponían con frecuencia, acabé grabándola en cassette (toda, con las dos mitades), en una cinta reutilizada de uno de los cursos de francés o alemán que venían con los fascículos correspondientes. ¡Como los repartíamos, las cintas eran gratis! Aún conservo algunas... ¡ah! Y de ahí, al macrowalkman...

    Hablando de alemán, Juanma, muchísimas gracias por tu comentario, me ha encantado. La verdad es que no hay edad para descubrir la buena música, yo empecé con quince años a escuchar sistemáticamente a los Beatles, y eso que nací cuatro años después de que se disolvieran.

    Yo sí que creo que aún hoy se hace buena música. Lo que sucede es que no llega a los principales circuitos (a diferencia de lo que sucedía hace años). Lo que me parece más grave es la falta de ideas. Francamente, me sería imposible distinguir una canción de 1997 de una de 2011. Intenta hacer este salto de catorce años desde 1997 hacia atrás, y verás qué diferencia... por no decir la revolución musical de los sesenta... creo que esto es lo peor de estos tiempos. Llevamos un montón de años sin aportar nada nuevo musicalmente hablando, y eso sí es una pena.

    Por cierto, mañana, la Píldora, en alemán. Qué menos.

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