jueves, 30 de junio de 2011

Delilah, Tom Jones, 1968


Supongo que tampoco es necesario que os presente a la desconocida cancioncilla de hoy... aunque estoy seguro de que guarda una sorpresa -y truculenta- que muchos posiblemente no conozcáis.

Delilah es una de las baladas de los años sesenta que más ha conseguido quedarse en la memoria de la gente. Su ritmo dramático y la potente voz de Tom Jones hicieron de ella un éxito fulminante a principios de 1968, impacto que se extendió por todo el mundo. 

Sin embargo, distaba mucho de contar una historia de amor convencional. Originalmente, su autor, Les Reed, quiso inspirarse en la historia bíblica de Sansón y Dalila, pero la cosa le acabó quedando un poco diferente. Porque al lado del tema de hoy, La mataré, de Loquillo y los Trogloditas era un cuento de niños. 

Si Loquillo amenazaba a la chica con apuñalarla, la historia que cantaba Tom Jones sencillamente consumó el asesinato: sí, era el clásico "la maté porque era mía", con el agravante de que aquí, incluso había espionaje voyeurista y todo. Vaya un guión romántico con final feliz, desde luego. 

Hoy sería impensable un hit con este texto, más propio de algún grupo hardcore que de un artista que llevaba poco tiempo impulsando su nueva faceta de cantante melódico. Espero que, no obstante, no os deje de gustar la canción por ello: musicalmente es una pequeña joya de principo a fin. Aunque sea muy poco modélica y ejemplarizante.

Delilah (por Goear)

PS: Don Paquito, no se quejará hoy tampoco. Nueva ración de trompetas mariachi-style. Si es que no me merece, hombre...



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

3 comentarios:

  1. Me hace gracia que la canción no fuera tan inocente como apunta,pues yo entonces un niño de cuatro años gustaba de tararearla.Tambien gustaba de tararear la canción de Jose Guardiola que cantaba junto a su hija:Mi papa donde está,esta si era una canción dulce para niños,las dos creo que eran contemporaneas,no se si tu la conoceras pues eres muy joven,y yo entonces solo era un niño.Luego ese niño creció y sus gustos musicales tomaron otros derroteros.Bueno no me enrrollo más,un saludo brigthon64.

    ResponderEliminar
  2. Bueno, Brighton, es normal que gustaras de tatarearla: yo mismo, cuando era pequeño (ya a finales de los setenta) la encontraba molona cuando la seguían poniendo en la radio. Y claro, entre la candidez de uno, y el inglés cero-patatero que lógicamente gastaba entonces, un mensaje tan tremendo era casi impensable. Personalmente, todavía hoy prefiero rememorarla en su aspecto más blanco, supongo.

    Y Mochales, ¿qué le atribula a usted?

    ResponderEliminar