miércoles, 23 de septiembre de 2009

God Save The Queen, Sex Pistols, 1977

Trastorno bipolar, personalidad múltiple... hay muchas formas de describir el comportamiento de alguien que un día pone Abba y al siguiente a los Sex Pistols (y ojito, que soy capaz de poner hasta a Marisol, que canciones también las tiene, y buenas...). Como sea, la Píldora de hoy es una de esas que pertenecen ya a la cultura popular, trascendiendo del movimiento en el que se creó, nada menos que el punk inglés de la segunda mitad de los setenta.

Si el verano de 1967 fue el "Summer of love", el de 1977 pareció inventarse exactamente para todo lo contrario. Mientras en España nacía la democracia -no en 1975- entre cantautores y canciones del verano, en Londres y, en menor medida, en Nueva York, eclosionaban toda una serie de grupos de reciente creación cuya rabia quedaría plasmada en letras asesinas y guitarras distorsionadas al máximo.

Sin duda, el principal de todos estos grupos fueron los Sex Pistols. Estos cuatro individuos con aspecto de delincuentes andrajosos de suburbio -estética en parte bien explotada por su mánager, Malcolm McLaren- ocuparon portadas en pocos meses y llenaron conciertos gracias tanto a su actitud totalmente provocadora (los insultos a cualquier cosa formaban parte de su lenguaje habitual) como por su música, poco refinada, pero que entraba en vena.

Sin duda, God Save The Queen, junto a Anarchy In The UK, es el tema más emblemático de la formación. Prohibida su emisión en la BBC y en numerosas otras emisoras independientes, es la quinta esencia del nihilismo, del pasar de todo con la desgana del que no tiene esperanza. Su "No Future" final ha acabado siendo el eslogan de una forma de ver la vida... que, por cierto, fue muy corta para los Sex Pistols. Rápido vivieron, y rápido desaparecieron. Justo cuando el punk cruzaba fronteras, a principios de 1978, su líder, Johnny Rotten, abandonaba la formación y provocaba la disolución del grupo. De este modo, sólo quedaba ya la leyenda, que llegaría a niveles insospechados cuando el carismático bajista Sid Vicious falleció de sobredosis de heroína en 1979.

Sex Pistols – God Save the Queen (por Spotify)

Qué decir del vídeo... los tíos pasaron hasta de disimular el playback. Ojo al batería -que "consiguió" que su instrumento sonara mientras se levantaba con gesto de "qué cojonudo soy"-, y a la cerveza que ¡a ratos! acompaña a Rotten mientras canta.



Hasta la próxima.

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