Este es otro de esos temas que, por motivos que no se os escaparán, tuve bastante proscrito durante años, y eso que en su día, de muy jovencito, le había cogido afición. Allá por la segunda mitad de los ochenta, con apenas trece o catorce años, descubrí a un grupo recién creado y formado por nombres que me sonaban mucho por referencias de mi padre.
El grupo, por supuesto, eran los Travelling Wilburys. Estos eran una superformación en la que compartían diversión y afición tipos como el ex beatle George Harrison, Bob Dylan, Jeff Lynne -procedente de la ELO-, Tom Petty y un extraño señor con pinta de abuelete pero armado con un flequillo escolar previsiblemente teñido y unas gruesas gafas de sol de más gruesa pasta todavía.
Se trataba de Roy Orbison, y por entonces no tenía ni idea de quién era. Tan sólo que las canciones que interpretaba junto a sus colegas de banda estaban bastante bien, lo cual era suficiente. Muy poco después, Orbison... falleció, pero uno de sus últimos temas, You Got It, se convirtió en un hit mundial, por bien que póstumo. Por mi parte, no tardé ni diez minutos en grabarlo por la pletina del radiocassette a partir de una emisión radiofónica -principal modalidad de piratería musical adolescente de la época-. Sonaba a los Beatles, pero con un tono algo más americano.
Casi a la vez, obtuve por el mismo sistema otro tema, este muchísimo más antiguo -de 1964- titulado Oh, Pretty Woman. Pop rock clásico de primera, pensé. Como mandaban los procedimientos estándares, formó parte de una de mis cassettes compilatorias más recurrentes. Y así durante varios meses. Hasta que sucedió lo que ya imagináis.
Julia Roberts se convirtió de la noche a la mañana en la prostituta/cenicienta más famosa de la historia del cine, y Richard Gere en su príncipe azul. Oh, Pretty Woman se convirtió en el estandarte musical de la película de casi idéntico nombre, y Roy Orbison hubiera podido ser un tipo increiblemente rico si no fuera por el pequeño detalle de su obituario. En cuanto a mí, rayaron tanto el tema, que aún a día de hoy no puedo evitar, de vez en cuando, pasarlo adelante en mi mp3. Y eso que, como mandan los procedimientos estándares, forma parte de una de mis listas de reproducción más recurrentes.
El grupo, por supuesto, eran los Travelling Wilburys. Estos eran una superformación en la que compartían diversión y afición tipos como el ex beatle George Harrison, Bob Dylan, Jeff Lynne -procedente de la ELO-, Tom Petty y un extraño señor con pinta de abuelete pero armado con un flequillo escolar previsiblemente teñido y unas gruesas gafas de sol de más gruesa pasta todavía.
Se trataba de Roy Orbison, y por entonces no tenía ni idea de quién era. Tan sólo que las canciones que interpretaba junto a sus colegas de banda estaban bastante bien, lo cual era suficiente. Muy poco después, Orbison... falleció, pero uno de sus últimos temas, You Got It, se convirtió en un hit mundial, por bien que póstumo. Por mi parte, no tardé ni diez minutos en grabarlo por la pletina del radiocassette a partir de una emisión radiofónica -principal modalidad de piratería musical adolescente de la época-. Sonaba a los Beatles, pero con un tono algo más americano.
Casi a la vez, obtuve por el mismo sistema otro tema, este muchísimo más antiguo -de 1964- titulado Oh, Pretty Woman. Pop rock clásico de primera, pensé. Como mandaban los procedimientos estándares, formó parte de una de mis cassettes compilatorias más recurrentes. Y así durante varios meses. Hasta que sucedió lo que ya imagináis.
Julia Roberts se convirtió de la noche a la mañana en la prostituta/cenicienta más famosa de la historia del cine, y Richard Gere en su príncipe azul. Oh, Pretty Woman se convirtió en el estandarte musical de la película de casi idéntico nombre, y Roy Orbison hubiera podido ser un tipo increiblemente rico si no fuera por el pequeño detalle de su obituario. En cuanto a mí, rayaron tanto el tema, que aún a día de hoy no puedo evitar, de vez en cuando, pasarlo adelante en mi mp3. Y eso que, como mandan los procedimientos estándares, forma parte de una de mis listas de reproducción más recurrentes.
Si la autoridad competente no decide lo contrario, mañana por la 1 a las 22.00 horas, chiquicientas emisión de la peli de marras.
ResponderEliminarEn mi opinion este tema relanzo a un olvidado Roy Orbison, devolviendo al mundo musical, y recordándonos a todos grandes temas olvidados por generaciones de nuevos fans.
ResponderEliminarAaaargh!!! Pues nada, nada, a poner otro canal! Ahora que me estaba desintoxicando hasta el punto de llegar a poner el tema en el blog!!!
ResponderEliminarPor lo demás, la mala suerte de Orbison fue notoria al respecto: estrella de gran éxito a principios de los sesenta, olvidado en los setenta y relanzado a finales de los ochenta, murió justo cuando recuperó con creces su antigua fama, gracias a la dichosa peli, así como a temas como You Got It.
Lo que son las cosas...
El "momento gárgaras" o "Yo voy a ser el Rey Leónnnn"(1:22) me ha dejado un poco alucinada... ¿Le dio el puntazo en esta actuación o era marca de la casa?
ResponderEliminarEn principio, no me suena que Orbison fuera en plan "soy el amo de la selva", te diría que su estilo era más bien soft. De todas formas, alguien con mayores conocimientos de su discografía completa podría decirte si era otro de los nacidos en el "año del Tigre"...
ResponderEliminarSí que había una cierta tradición en el rock and roll de los años cincuenta a introducir sonidos curiosos o extraños en algunas canciones, como forma de darles exotismo. NO obstante, el súmmum de canción estrambótica (y que habrás oído cientos de veces) por lo surrealista de este estilo era "Surfin' Bird", de The Trashmen. Apenas si se le distingue la letra...