Como muchos habréis podido comprobar, ayer no hubo Píldora. Independientemente del hecho de que -por supuesto- la cosa será compensada (algo así como los festivos recuperables), la única culpa está en la poca previsión del que escribe. Y es que ayer estuvo de boda-bautizo (sí, sí, las dos cosas a la vez, aunque no revueltas). Como si no hubiera estado antes en ningún evento de estas características, calculé estar en casa a una hora prudente para poder escribir. Llegué a las tres y pico de la mañana.
Así que opté por irme a dormir, pero no sin antes haber decidido qué canción poner ya para el día de hoy, que no es otra que la que tenéis delante. ¿Que qué tiene que ver con todo lo del doble evento festivo-familiar? Pues no, no es que sonara la canción tras el "sí quiero" (volvió a imponerse la tendencia de los últimos ciento cincuenta y pico años, con la Marcha Nupcial) o que el tierno infante manifestase su interés por el tema en su propio bautizo.
La elección se debe más bien al sempiterno DJ que, desde hace años, se ha convertido en una parte más de los banquetes. El de ayer estaba algo entrado en años -aunque bastante bien acompañado y poco aburrido, como se podía comprobar si uno se acercaba al espacio donde pinchaba-. Tal vez por esto se explica parte del repertorio seleccionado.
Porque sí, sonó el Paquito Chocolatero. Y un par de pasodobles. No faltaron tampoco la Shakira ni la cosa esa del Follow the leader, que no es otra cosa que una especie de Paquito Chocolatero -por si no había bastante con el primero- pero en plan latino y discogarrulete... en fin, lo normal en una boda (y en un bautizo) y que, incluso quien firma esto, se divierte bailando a golpe de gin tonic.
Pero aquel hombre, supongo que también por un poco de dignidad o de amor propio, fue intercalando nada menos que... ¡clásicos de Soft Cell, T.Rex, Elton John, Shocking Blue o incluso el temazo de hoy, Proud Mary, uno de los temas más emblemáticos de la Creedence Clearwater Revival! Lo inaudito, para mi alborozo. Así que espero que ahora comprendáis porqué apuramos un poco más en la fiesta post banquete...
Así que opté por irme a dormir, pero no sin antes haber decidido qué canción poner ya para el día de hoy, que no es otra que la que tenéis delante. ¿Que qué tiene que ver con todo lo del doble evento festivo-familiar? Pues no, no es que sonara la canción tras el "sí quiero" (volvió a imponerse la tendencia de los últimos ciento cincuenta y pico años, con la Marcha Nupcial) o que el tierno infante manifestase su interés por el tema en su propio bautizo.
La elección se debe más bien al sempiterno DJ que, desde hace años, se ha convertido en una parte más de los banquetes. El de ayer estaba algo entrado en años -aunque bastante bien acompañado y poco aburrido, como se podía comprobar si uno se acercaba al espacio donde pinchaba-. Tal vez por esto se explica parte del repertorio seleccionado.
Porque sí, sonó el Paquito Chocolatero. Y un par de pasodobles. No faltaron tampoco la Shakira ni la cosa esa del Follow the leader, que no es otra cosa que una especie de Paquito Chocolatero -por si no había bastante con el primero- pero en plan latino y discogarrulete... en fin, lo normal en una boda (y en un bautizo) y que, incluso quien firma esto, se divierte bailando a golpe de gin tonic.
Pero aquel hombre, supongo que también por un poco de dignidad o de amor propio, fue intercalando nada menos que... ¡clásicos de Soft Cell, T.Rex, Elton John, Shocking Blue o incluso el temazo de hoy, Proud Mary, uno de los temas más emblemáticos de la Creedence Clearwater Revival! Lo inaudito, para mi alborozo. Así que espero que ahora comprendáis porqué apuramos un poco más en la fiesta post banquete...
Creedence Clearwater Revival – Proud Mary (por Spotify)
Letra de la Píldora.
Hasta la próxima.
No hay comentarios:
Publicar un comentario