Ciertamente, tal y como un buen amigo me comentó una vez, esta canción es la mejor simbiosis entre música de los sesenta y música de los ochenta que se ha hecho nunca. No sólo le doy la razón, sinó que añado más: por su estilo, espíritu, letra y ambiente psicodélico, hubiera encajado perfectamente en el Sgt Pepper's Lonely Hearts Club Band... si se hubiera compuesto 22 años después de su salida, allá por 1967.
Personalmente, llegué a trillar esta canción durante tres o cuatro años, los mismos en que intenté llevar el pelo algo más largo de lo normal (fracaso absoluto estético a partir de los diez centímetros de greñas, pronto desistí), patillas (éstas sí que las conservo), chalecos (aquí como todos entonces, pillines...) y camisas estampadas con motivos psicodélicos y cachemires... camisas que, por cierto, abandoné justo a tiempo de que Chiquito de la Calzada las hiciera suyas en 1994. Uf, siempre he considerado un maestro del humor al malagueño, pero compartir ropajes era demasiado...
En cualquier caso, más allá de pájaras estéticas propias de la edad, la canción que nos protagoniza la Píldora de hoy se convirtió en uno de los temas más radiados y recurrentes de finales del verano y del otoño de 1989. De hecho, pronto se convertiría en uno de los clásicos de la banda, a la altura de sus anteriores hits Shout (1984) o Everybody Wants To Rule The World (1985). Alcanzó el número 5 en Gran Bretaña, y el 1 en Estados Unidos en el Modern Rock chart (el 2 en el poderoso Billboard Hot 100).
Tears for Fears, como la mayoría sabréis, es un dúo británico cuyo líder es Roland Orzabal, personaje de padre francés y madre inglesa. Lo que posiblemente no sepáis tantos de vosotros es que su nombre completo es -agarraos los machos o lo que tengáis más a mano- Roland Jaime Orzabal de la Quintana. Con un par. Un nombre como ése hubiera sido hasta la envidia del Caudillo de España por la Gracia (qué gracia, por cierto) de Dios, y me quedo corto. La causa es que su padre, francés como digo, es de origen vasco-español. Aún hay más: durante las dos primeras semanas de su vida, nuestro prota se llamó Raúl Jaime, pero optaron por sustituir el Raúl por el más british-français Roland. No fuera a salir el niño cantando el Cara al sol...
Así que estamos ante una estrella pop con un nombre digno de figurar en las recepciones de la Duquesa de Alba. O, al menos, en la de los Ferrero Rocher, incluso ahora que ya no sale la Preysler.
Tears For Fears – Sowing The Seeds Of Love (por Spotify)
Tears For Fears – Sowing The Seeds Of Love (por Spotify)
Hola!!
ResponderEliminarYa he vuelto!! Y me estoy poniendo al día empezando por la última que me perdí "el inefable Bruce" (ver comentario y haz caso, please...)...
Pero no he podido evitar dar un pequeño salto para ver qué comentabas sobre esta canción. Me parece bastante extraño que no la hayas puesto antes... Me gustaba muchísimo y la podía seguir (y eso que soy de la antigua escuela y estudiaba francés en el insti...) incluso la podía cantar porque es casi como recitar un verso. Bye!
La verdad es que a mi también me resultaba extraño, realmente llegué a trillar esta canción durante mucho tiempo. Como dije, tengo unas musas muy frikis... por cierto, ya que me has dicho lo de que la podías seguir, me acabas de inspirar una Píldora próxima...
ResponderEliminarMe tienes que decir, además, qué tal en la Hélade!