Que no me gusta conducir es algo bien conocido por la gente más próxima. La prueba más perentoria es que no me dio por pasar por la autoescuela hasta días antes de cumplir 29 años, y entonces sólo lo hice por la conjunción de dos motivos: el primero, que ya vivía en Calafell, y por estos lares el transporte público está dos puntos por encima de Zimbabwe y uno por debajo de Albania (por cierto, a colación de esta última frase, os aconsejo leer El último trayecto de Horacio Dos, de Eduardo Mendoza: divertidísimo).
El segundo motivo era que por aquellos días de septiembre de 2003 estaba en el dique seco, vamos, en el puto paro, y en esos momentos siempre es cosa de aprovechar para formarse. Al menos, eso dicen, pero a mí me fue bastante bien.
Como sea, al final obtuve el permiso de conducción -a la primera la teórica y la práctica, oiga- y cumplido este trámite, era cosa de aprovechar el conocimiento adquirido, esto es, de ir cogiendo el auto aunque fuera para no olvidar lo aprendido. Y así desde entonces. Al final, acabaré como Mad Max, el guerrero de la carretera, qué cojones.
A pesar de la falta de interés manifiesto por el volante, debo admitir que en ciertos momentos se puede llegar a disfrutar de la conducción, normalmente con una carretera despejada y buena música en la radio. Realmente, hay canciones que pegan muy bien al volante, algunas muy potentes y con olor a gasolina, y otras mucho más intimistas pero que hacen que te sientas realmente bien haciendo kilómetros.
Para mí, uno de estos temas catárticos de las cuatro ruedas es este Drive de los americanos The Cars: con este título de canción y este nombre de banda, cualquiera conduce, por cierto. En todo caso, se trata de una canción de esas que piden subir el volumen en cuanto entra su delicado sintetizador. Debo decir que el gusto por la canción no es sólo mío: en 1984 se convirtió en el tema más conocido de la banda, llegando al Top 5 en numerosos países. Supongo que a los demás, además de la canción, les gustaría realmente conducir...
Letra de la canción.
Hasta la próxima.
El segundo motivo era que por aquellos días de septiembre de 2003 estaba en el dique seco, vamos, en el puto paro, y en esos momentos siempre es cosa de aprovechar para formarse. Al menos, eso dicen, pero a mí me fue bastante bien.
Como sea, al final obtuve el permiso de conducción -a la primera la teórica y la práctica, oiga- y cumplido este trámite, era cosa de aprovechar el conocimiento adquirido, esto es, de ir cogiendo el auto aunque fuera para no olvidar lo aprendido. Y así desde entonces. Al final, acabaré como Mad Max, el guerrero de la carretera, qué cojones.
A pesar de la falta de interés manifiesto por el volante, debo admitir que en ciertos momentos se puede llegar a disfrutar de la conducción, normalmente con una carretera despejada y buena música en la radio. Realmente, hay canciones que pegan muy bien al volante, algunas muy potentes y con olor a gasolina, y otras mucho más intimistas pero que hacen que te sientas realmente bien haciendo kilómetros.
Para mí, uno de estos temas catárticos de las cuatro ruedas es este Drive de los americanos The Cars: con este título de canción y este nombre de banda, cualquiera conduce, por cierto. En todo caso, se trata de una canción de esas que piden subir el volumen en cuanto entra su delicado sintetizador. Debo decir que el gusto por la canción no es sólo mío: en 1984 se convirtió en el tema más conocido de la banda, llegando al Top 5 en numerosos países. Supongo que a los demás, además de la canción, les gustaría realmente conducir...
Letra de la canción.
Hasta la próxima.
Opino que es un lento de aquellos que marco a fuego los 80, la voz inigualable, muy superior a la de Rick ocasek. De este bajista que lamentablemente ha fallecido hace unos Años Benjamin Orr. le da ese toque que le faltaba a este lento.
ResponderEliminarMuy buen post
DonDiego
Excelente comentario! Veo que eres un gran conocedor de la buena música. Si te das un garbeo por las otras Píldoras, podrás disfrutar y aportar tamaña erudición. Como verás, aquí, a veces, también hablamos de música... Un abrazo.
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