martes, 30 de noviembre de 2010

Ain't Got No/ I Got Life, Nina Simone, 1968


A pesar del título, la Píldora de hoy ya nada tiene que ver con resultados electorales o debacles deportivas diversas... sencillamente, me apetecía ponerla. ¿Si tiene que ver algo con el subconsciente? No lo creo... por lo demás, tampoco importa demasiado. Ya ganaremos otra vez haciéndolo mejor. Y no soy del Madrid. De hecho, ni del fumbo en general, salvo si hay alguna porra de por medio con la roja, y encima me la beneficio.

¿Recordáis que hace bastante traíamos por aquí la conocidísima Aquarius/Let The Sunshine In? En 1969 se convirtió en todo un hit mundial de la mano de los 5th Dimension. Aquel tema estaba extraído del musical Hair y, de hecho, se trataba de la fusión de dos canciones. Ese es, precisamente, el caso de hoy.

Un año antes de Aquarius, Nina Simone, en un giro por hacer su música más abierta a las nuevas generaciones pop de finales de la década, decidió grabar una versión conjunta de los temas incluidos en el susodicho musical Ain't Got No y I Got Life. El resultado fue magnífico, y el doble tema alcanzó el quinto puesto en el Reino Unido.

Pero además inició un período espectacular de su discografía donde junto a temas nuevos, versionó de forma magistral piezas más o menos del momento. Entre ellas, se contaban el Suzanne de Leonard Cohen, el Here Comes The Sun, de los Beatles, o el My Way de Paul Anka (versión ésta particularmente genial), que poco antes había sido grabado por Frank Sinatra. Y, por supuesto, como mandaban los cánones de la época, no se dejó atrás algunos temas de Bob Dylan. Incluso versionó a los Bee Gees, eso sí, cuando éstos aún estaban a años luz de las pistas travoltianas.

No obstante, con mucho fue Ain't Got No/ I Got Life la que llevaría a Nina Simone a la primera línea musical e inmediatamente se convertiría en un estándar. Por cierto, que una de las tomas que hizo del tema -súper soul- fue la que se usaría en 2006 como base para el remix que lo restauró momentáneamente en las listas.

La versión que podéis escuchar y ver a través del clip tal vez os parecerá muy peculiar, por lo funky que suena. Y es que estaba muy en la línea de la audiencia que tenía en el concierto donde la interpretó, celebrado en Harlem en 1969. Porque Nina Simone, además de la sacerdotisa del soul, estuvo muy vinculada a la igualdad de derechos por parte de los hermanos negros. Y estos le profesaron, a cambio, verdadera devoción. No era para menos.

Nina Simone – Ain't Got No/I Got Life (por Spotify)



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Tragedy, Bee Gees, 1979


En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, etc., etc. Al final, pasaron.

PS: tras los resultados electorales de ayer, iba a poner, en un principio, el Waterloo de Abba. Pero ya estaba como Píldora. Asimismo, S.O.S., también de los suecos, estaba a su vez incluida en el corpus pildorario desde hacía algún tiempo. Así que opté por el third best, este Tragedy de los Bee Gees, número uno en 1979. Estas cosas hay que tomárselas con buen humor...

PS2: el único vídeo con la versión original del tema incluía el feo karaoke que podréis ver en un momento, pero, con todo, merece la pena al recoger a los Bee Gees en el esplendor de su fase disco-hortera. Y, además, seguro que lo del karaoke no le disgustará a más de una o más de uno, que nos vamos conociendo...

Bee Gees – Tragedy (por Spotify)



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Harder Than You Think, Public Enemy, 2007


En el momento de preparar esta Píldora aún no se han cerrado los colegios electorales (por enésima vez, nunca os fieis de la hora de publicación oficial del post), así que nada puedo decir sobre los resultados. Lo dejaremos para otro día, pues, y nos centraremos en lo que más nos gusta: la música, la buena música.

La verdad es que encontrarme hace muy poco con esta pieza supuso una doble grata sorpresa. En primer lugar, me permitió certificar que los célebres Public Enemy, aquellos divos del rap politizado de inicios de los noventa y tan pasados de vueltas en lo letrístico como en lo sónico (junto a sus compadres los RUN DMC fueron pioneros en fusionar el hip hop con el rock duro) seguían todavía vivos. De hecho, en 2007 todavía lanzaban álbumes.

Y aquí vino la segunda sorpresa. Su LP de aquel año, How You Sell Soul to a Souless People Who Sold Their Soul (el desoulizador que lo desoulice...uf) incluía un tema absolutamente genial, que pretendía resumir los veinte años de historia del grupo.

Los que seáis grandes fans de Public Enemy reconoceréis inmediatamente la introducción de Harder Than You Think. Efectivamente, comienza recuperando el inicio de aquel otro gran tema de 1987 que era Public Enemy nº1. En cuanto a todos los demás, con especial atención a los muy aficionados a Shirley Bassey -la intérprete de algunos de los más célebres temas de James Bond-, habréis comprobado que la magnífica instrumentación -grandilocuente sección de vientos incluida- que recorre el tema de hoy de inicio a fin es un sampler de aquella joya de 1972 que era Jezahel.

En fin, un tema a disfrutar más allá de la estricta audición, y que permite recordar que (todavía) hay un muy buen hip hop más allá de eso que la MTV promociona en la mayoría de sus estrellas de fin de semana. En todo caso, por mi parte, ya lo tengo entre la música del iPhone. Ah, y también el tema de la Bassey, que nunca hay que perder los orígenes.

Public Enemy – Harder Than You Think (por Spotify)



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Elected, Alice Cooper, 1972


Como los más informados -y todos los que vivís al sur de los Pirineos- ya habréis intuido nada más leer el título de la Píldora de hoy, la cosa viene al trapo respecto al día electoral que los catalanes tenemos mañana. Y es que decidimos quien será el próximo presidente de la Generalitat, de nuestro gobierno autónomico.

Sólo creo que hay que dar un único mensaje para aquellos que mañana (u hoy, si estáis leyendo esto el mismo domingo) tenéis -tenemos- el derecho y el deber de votar: hacedlo. Votad. Da igual a quién lo hagáis. Por supuesto, yo tengo mis preferencias al respecto, que no son otra cosa que elegir a quien creo que tiene algunos defectos menos y algunas virtudes más que el resto.

Pero sólo es una preferencia. Cada uno que actúe en función de las suyas, da igual que sea de derechas o de izquierdas, catalanista, españolista o independentista. Votad. Si no queréis más de lo que hay, cambiadlo. Si, por el contrario, os gusta, mantenedlo. Pero votad.

Porque si no lo hacéis, si la abstención es demasiado grande, el escaño será demasiado barato, y estará al alcance de racistas, mentirosos y fariseos. Y después, nos arrepentiremos todos de pagar un sueldo de nuestros impuestos a la misma gentuza que explota a gente sin papeles para luego echarla cuando no les sirve. Este país ya ha conocido a demasiados salvapatrias caraduras e hijos de puta.

Vamos, que lo que tenéis que evitar es que pueda salir elegido un tipejo como el que magistralmente representaba un Alice Cooper en estado de gracia allá por 1972, cuando se dirimían las presidenciales entre Nixon y McGovern, (que ganó el primero). En vuestras manos está el evitarlo el domingo.

Alice Cooper – Elected (por Spotify)



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

viernes, 26 de noviembre de 2010

For What It's Worth, Buffalo Springfield, 1967


Es tal el clamor de los últimos días al respecto, que finalmente me he visto obligado a alterar brevemente el plan previsto... eso sí, como los principales responsables del lobby stillsiano habrán deducido, la cosa ha sufrido una pequeña variación...

Realmente, por sugerencia del amigo Mochales y posterior remache del amigo Héctor, la cosa apuntaba directamente a poner hoy al bueno de Stephen Stills. Incluso habían dirigido hacia un álbum en particular, el primero de la carrera del músico, por el que les alabo el gusto. Efectivamente, estuve buscando para la Píldora de hoy el que fue el tema más emblemático de aquel disco, Love The One You're With... pero no encontré ningún vídeo realmente a la altura de las circunstancias. Queda, pues, como canción en lista.

Otra alternativa era aprovechar la ciscunstancia para incluir un tema de los míticos Crosby, Stills, Nash & Young, donde, sagaces Pildoreros, Stephen Stills es el "Stills" del nombre del grupo. En ello estaba, y casi lo tenía desde el momento en que el compadre Juanjo se marcó en un comentario la letra de Teach Your Children. Pero creo que CSN&Y merecen más que una Píldora en homenaje a Stills.

Así que sólo nos quedaba buscar algo del rubio tejano de megapatillas de su época anterior, cuando lideraba y ponía voz a la célebre banda de simpsoniano nombre que era Buffalo Springfield. Y entrando aquí... bueno, la elección era unívoca, indudable.

For What It's Worth es uno de los grandes temas de la década de los sesenta (de hecho, está en el puesto nº63 del ránking de Rolling Stone de las 500 mejores canciones de todos los tiempos), y está ligado como pocos a la Guerra del Vietnam. Hasta el punto es así, que si no fuera por algún anuncio recurrente de la Citröen, sería casi imposible pensar en la canción sin imaginarse a un helicóptero en la selva o una emboscada preparada por el Vietcong. Sin embargo, a día de hoy, también me evoca a un Xsara. No es lo mismo, desde luego, pero es lo que hay.

En fin, espero que a nuestros tres admiradores de Stephen Stills esto les haya servido cuanto menos de placebo mientras llega algo más... específico. En ello estamos.

Buffalo Springfield – For What It's Worth (por Spotify)



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Without You, Nilsson, 1971

Sin ningún lugar a dudas, estamos ante una de las baladas más populares de todos los tiempos. Y, de hecho, depende de a quién se le pregunte, le achacará el éxito a uno de los dos siguientes responsables. Una minoría considerará que es cosa de Mariah Carey que, allá por 1994, la llevó hasta el número uno. 

Muchos conocieron el tema por primera vez de la mano de su interpretación, aunque, de hecho, la gran mayoría lo reconoció como una versión, por lo demás, no demasiado creativa. Y no lo era por el sencillo motivo de que se basó casi al pie de la letra en la grabación que más de veinte años antes había hecho un norteamericano de apellido nórdico, concretamente sueco: Harry Nilsson. 

Éste, que ya había acariciado el éxito algunos años antes con Everybody's Talkin', el gran tema central del film Cowboy de medianoche, fue quien puso por primera vez a Without You en el imaginario popular. Sus ventas fueron enormes a principios de 1972, y alcanzó el número uno durante varias semanas a ambos lados del Atlántico. Sin embargo... la de Nilsson también era una versión. El tema original había sido compuesto un año antes por un grupo de notable éxito por entonces, Badfinger, aunque no había apostado demasiado por él. Al descubrirla poco después, Nilsson quiso marcarse su propia grabación que sí sonaba con un sello distintivo propio respecto a la original. Y es la que tenéis aquí. 

Por cierto, con este tema se dio la circunstancia de que el norteamericano prácticamente nunca lo interpretó en directo -cuanto menos, curioso- con lo cual la escasez de material visual al respecto es significativa. De hecho, lo mejor que puede encontrarse a día de hoy es esta actuación muchos años después para la televisión. Realmente, este Nilsson debió ser un tipo peculiar... pero dejó, eso sí, dos canciones inmortales en la historia del rock.



 



Letra de la Píldora. Hasta la próxima.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Como un burro amarrado en la puerta del baile, El Último de la Fila, 1993


Uf, han hecho falta 460 Píldoras -461 con ésta- para que me atreva a superar una de mis fobias. Pero he podido. Al final, soy más fuerte que ellas, con un par.

Eso sí, sigue sin gustarme lo más mínimo.

Algunos pensaréis: ¿de qué está hablando el tío majara éste? Para ilustraros un poco mejor, sólo os dejaré que recuperéis por un instante la pretérita Píldora, de hace casi un año:

Insurrección, El Último de la Fila, 1986

Espero que ahora comprendáis hasta qué punto lo de hoy tiene mérito.

El Último De La Fila – Como Un Burro Amarrado En La Puerta Del Baile
(por Spotify)

PS: ya sé que parece un capítulo de esos de "refrito de episodios anteriores", pero es que ya entonces lo dejé tan claro que no podía expresarlo mejor. Y no era cosa de repetirse, hombre.



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

martes, 23 de noviembre de 2010

Bitter Sweet Symphony, The Verve, 1997


Los casos de plagios suelen acabar mal para los plagiadores. Lo que sucede es que, en ocasiones, el supuesto plagiado se convierte en poco más que un jeta dispuesto a llevarse la pasta del supuesto plagiador. Pero aún así, la cosa no suele pintar bien para el inspirado.

Es un poco el caso de hoy. Sin duda, conocéis el tema seleccionado, uno de los más radiados a finales de los noventa. Bitter Sweet Symphony fue compuesto por el líder de The Verve, Richard Ashcroft, y fue el tema que puso a esta banda británica en la punta de lanza musical de las Islas durante un tiempo.

Sin embargo, si alguien observa en sus créditos, verá que está firmada por Jagger y Richards. ¡Coño! ¡Los Rolling Stones! Pero no os esforcéis en encontrar este tema en su discografía. No está. A lo sumo, encontraréis un antiguo tema de 1965, The Last Time, que sí que recuerda lejanamente en su instrumentación a Bitter Sweet Symphony. Aunque no de forma evidente: en realidad, el conflicto vino dado por el uso de unos arreglos orquestales que hizo el antiguo manager de los Rolling en una versión propia.

De hecho, Ashcroft era consciente de las enormes similitudes entre los arreglos del ex-manager y su propia canción, e inicialmente ofreció co-firmar el tema junto a Jagger y Richards, para evitar males mayores, a un 50%. Y todo fue bien... hasta que el tema se convirtió en un hit mundial. Entonces, Andrew Loog Oldham (el nombre del ex-manager) se echó para atrás aduciendo que The Verve se habían pasado con el uso del fragmento permitido, y reclamó toda la autoría del tema para sus antiguos pupilos.

La cosa terminó con The Verve cediendo toda la autoría del tema a los Rolling y ostensiblemente cabreados, ya que, entre otras cosas, no habían puesto ni una sola letra y ni siquiera los arreglos utilizados eran cosa suya. Como venganza ante lo que consideraba una injusta traición, Aschcroft acabaría diciendo que Bitter Sweet Symphony "era la mejor canción de los Rolling Stones en 20 años". Y, ateniendo al éxito, no exageraba lo más mínimo.

The Verve – Bitter Sweet Symphony (por Spotify)



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Bohemian Rhapsody, Queen, 1975


Habitualmente se considera que la mitad de los años setenta fue una época sin demasiado interés musical, una aburrida transición entre el glam rock y el punk. Y algo de razón hay en ello. Sin embargo, de esta misma época data, precisamente, la que para muchos es la mejor canción de ¿rock? jamás escrita. Por supuesto, me refiero a Bohemian Rhapsody.

Como canción, es la cosa más extraña que uno pueda imaginarse. Combina trozos de balada delicadísima con otras partes operísticas -y casi de vodevil- e incluso tiene un hueco para uno de los mejores pasajes de rock duro que puedan escucharse. Por no citar la letra... ¿alguien cree que trata sobre una historia romántica? Más bien no.

Bohemian Rhapsody es la historia de un asesino que, para más inri, parece haber vendido su alma al diablo. ¿O nunca habéis reparado en ese pasaje que comienza con un "mama, just killed a man" (mamá, acabo de matar a un hombre")? Nada demasiado sensiblero, como pudiera hacer pensar el estilo del inicio y del fin de la canción...

Y sin embargo, a pesar de tanta extravagancia, no sólo alcanzó el éxito, si no que se subió a él de tal forma que nunca más lo abandonó. Para empezar, fue número uno dos veces. La primera, cuando se lanzó en octubre de 1975. Aquella vez se mantuvo nada menos que nueve semanas en todo lo alto del chart británico, hasta finales de enero de 1976.

La segunda la recuerdo mucho mejor, ya que fue a finales de 1991, al poco de fallecer Freddy Mercury. Para entonces, ya hacía algún tiempo que conocía la canción, con el consabido efecto desconcertante que una pieza así puede tener en alguien de dieciséis años: "¿mola o no mola?""mola, pero esa parte de ópera suena rara..." y lindezas por el estilo que sólo justifica la inexperiencia musical... por suerte, en breve pude compartirla con bastante más gente. Y descubrí de verdad todo el pedazo de tema que era. Hasta hoy.

Queen – Bohemian Rhapsody (por Spotify)

PS: ¡Ah! La canción también acabó siendo una referencia total en otro aspecto. Contra lo que muchos creen, no fue la primera en disponer de clip (creo que viendo el Pildorario ese mito queda sobradamente desmontado) pero sí que provocó que, desde entonces, el vídeo empezara a ser definitivamente una parte indisoluble de la promoción de cualquier tema.



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Sunday Bloody Sunday, U2, 1983


Al igual que sucede ahora con Irak o con Afganistán, durante los años ochenta se sucedían constantemente en los informativos noticias de conflictos diversos a lo largo y ancho del mundo. ¿No recordáis las noticias día sí día también de El Salvador, Nicaragua o la guerra entre Irán e Irak?

Una de aquellas informaciones habituales era sobre lo que se conocía como "el conflicto del Ulster", una guerra abierta y sorda entre británicos y protestantes de la zona por un lado, y católicos por el otro. Como todos los conflictos, tuvo sus momentos álgidos y algo más que "calientes". Uno de ellos fue varios años antes de aquellas fechas ochenteras, concretamente en 1972, cuando durante la tarde del domingo 30 de enero el ejército británico disparó contra civiles, causando un total de catorce muertos más una treintena de heridos.

Aquella masacre fue inmediatamente conocida como el Domingo Sangriento, y supuso una conmoción internacional, con ataques a embajadas británicas incluidos. Once años después, la memoria de aquellos hechos estaba aún muy presente entre los irlandeses, tanto del norte como de la república. E inspiró a uno de los miembros de una banda entonces en pleno ascenso hacia el estrellato el que muy pronto se convertiría en un himno absoluto de su repertorio.

Con todo, The Edge, el principal responsable de su creación, no pretendió hacer un tema antibritánico. Antes bien, de acuerdo con Bono, que intervino también en la letra, quiso describir el horror de la matanza, y hacerla extensiva a todas las demás que se hacían en el mundo. Sólo así se entiende el hecho de que en su célebre vídeo de la canción, grabado en Colorado aquel mismo año -y que podéis ver a continuación- una bandera blanca fuera tan protagonista como la propia banda.

Al final, la cosa acabó bastante bien para U2, a pesar de los riesgos de un tema tan abiertamente político. No sólo llegó a ser un hit en algunos países como Holanda, si no que consiguió su objetivo de poner a la formación en la primera división del panorama rock, algo en lo que la MTV contribuyó decisivamente. Y comenzó el camino que acabaría llevando a Bono en su papel de nuncio apostólico de buen rollo internacional, dicho sea de paso. Nada es perfecto.

En cuanto a la memoria de las víctimas del Domingo Sangriento, la cosa tardó un poco más. No sería hasta hace apenas cinco meses, en junio de 2010, que el gobierno británico admitiría que aquello no había sido un enfrentamiento justo, lo que motivó un mensaje de consternación por parte del flamante primer ministro Cameron. Más vale tarde que nunca.

U2 – Sunday Bloody Sunday (por Spotify)



Letra de la Píldora
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Hasta la próxima.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Streets Of Philadelphia, Bruce Springsteen, 1994


Para los devotos del Boss, la de hoy muy posiblemente no les parecerá una elección demasiado ortodoxa entre toda su extensa discografía. Al menos lo digo por la experiencia propia: en algún caso he llegado a escuchar que Streets Of Philadelphia es un tema nada menos que "para la MTV". Y, en otro, no menos radical, que debería haberlo grabado Enya o... ¡Enigma! (verídico).

Streets Of Philadelphia fue concebida como tema principal para el film Philadelphia, aquel donde Tom Hanks (entonces en pleno ascenso como actor dramático, y a las puertas de ser el inolvidable Forrest Gump) se metía en la piel de un abogado de éxito al que todos dan la espalda al contraer el SIDA. Por cierto, si hacéis memoria, la pareja de Tom Hanks en la peli no era otra que... Antonio Banderas.

Ciertamente, por estilo, el tema se salía de los estándares habituales del Boss, pero eso no le impidió obtener el mismo éxito que otros hits anteriores. De hecho, alcanzó el número uno en varios países, y en Estados Unidos se coló en el Top 10 del Billboard. Por si esto fuera poco, se llevó uno de los dos Óscars de la película (el otro fue para Tom Hanks) y cuatro Grammys.

En mi caso, el tema de hoy fue una de las tres canciones de Springsteen que me dediqué a escuchar con recurrencia en el momento en el que salieron, junto a Born In The USA -sí, con unos diez añitos pude haberme convertido precozmente al springstianismo- y Tougher Than The Rest, ya con trece o catorce. Lógico: para cuando salió Born To Run, mi otra gran canción del Jefe, apenas tenía un año de edad, mes arriba o abajo. Y esa es una época de la vida más pensada para devolver la papilla (no en el sentido figurado, lo que vendría quince o dieciséis años después) que para andar con rockeos varios. Así que la tuve que descubrir mucho después.

En todo caso, reitero mi gran opinión sobre Streets Of Philadelphia, a la que sigo subiendo el volumen cuando la pasan por la radio. Pero claro, a lo mejor es que, cuando tuve la oportunidad, no acabé de hacerme de la fe springstiniana y ahora opino lo que opino...

Bruce Springsteen – Streets Of Philadelphia (por Spotify)



Letra de la Píldora
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Hasta la próxima.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Something, The Beatles, 1969


La historia de esta canción será del agrado (o de la envidia) de la mayor parte del público femenino. ¿Cómo os sentiríais si tuviérais dedicadas dos de las canciones más célebres y hermosas de la historia del rock? Pues es lo que le sucedió a Pattie Boyd, una modelo que fue esposa nada menos que de George Harrison. Y también de uno de sus mejores amigos, Eric Clapton. Por suerte, en sucesión.

Y es que la chica desataba pasiones, y no ya tan sólo entre los dos gallos anteriores. En el que hoy nos pertoca, Harrison, supuso ser la inspiración (aunque años después éste lo negó) del que para mí es la balada por antonomasia de los Beatles, mucho más que Yesterday. De Something dijo el propio Frank Sinatra -que la llegó a versionar de manera memorable poco después- que era la mejor canción de amor escrita en 50 años.

Y no era para menos. Incluida en el que fue el último álbum grabado por los de Liverpool, Abbey Road -cuidadito con lo que decís de él, es mi number one de numbers ones-, mostró a un Harrison en estado de absoluta gracia. Tanto, que fue la primera vez en que una canción suya, no firmada por Lennon-McCartney, se coló como cara A de un single (para ser ortodoxos, como una de sus dos caras A, junto a Come Together).

Así que ya tenéis la primera de las dos piezas dedicadas a la buena de Boyd. ¿Y la otra? Pues no le iba a la zaga: Layla, una de las composiciones mejores que -en mi opinión- jamás compuso Clapton, el cual se quedó completamente anonadado de la mujer de su colega. Años después, terminarían casándose... y divorciándose. No hay tema de amor cuyo efecto cien años dure... aunque esa historia la dejaremos para otro momento.

¡Por cierto! Si queréis saber el aspecto de Pattie, es la primera que sale en el clip, donde también figuran las otras esposas de los Beatles por entonces. Un vídeo muy bucólico...



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Eye In The Sky, Alan Parsons Project, 1982


¿Qué tienen que ver la novela 1984, de Orwell, y un casino de Las Vegas? Respuesta complicada... que sin embargo, incorpora a uno de los éxitos más recordados de la década de los ochenta, de la mano de los Alan Parsons Project.

Efectivamente, Eye In The Sky se inspiró en la grandísima novela en la que todo un mundo estaba constantemente vigilado por el Gran Hermano (justo al revés de ahora, en que un mundo se pega el rato mirando al susodicho de los cojones, con perdón). Pero también lo hizo en la gran cantidad de cámaras que colmaban los casinos de Las Vegas, sobre los que el partner musical de Alan Parsons, Eric Woolfson, tenía algo de conocimiento. Por cierto, por esos pagos anglosajones "Eye In The Sky" es como comúnmente se conocen a esas cámaras en el techo que parecen media esfera oscura.

Para cuando se publicó el tema, Alan Parsons Project ya eran muy conocidos dentro y fuera de Gran Bretaña. Sin ir más lejos, en casa, siendo yo aún un párvulo, era fácil escuchar la instrumental (y siempre consideré que ideal para una sintonía de radio) Lucifer, muy del gusto del papá de aquí el niño, y que acabé heredando.

Por lo demás, el propio Alan Parsons, la mitad del núcleo del proyecto, no era un cualquiera. Se había formado como ingeniero de sonido en los míticos estudios Abbey Road de Londres, y llegó a trabajar como ayudante nada menos que en los dos últimos álbumes de los Beatles, Let It Be y Abbey Road (se grabaron por este orden, aunque se publicarían al revés). Menudas credenciales para poner en marcha una carrera.

Por lo demás, recordad antes de seguir: siempre hay alguien vigilándoos... especialmente si estáis en el casino, viciosetes.

The Alan Parsons Project – Eye In The Sky (por Spotify)



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Wind Of Change, Scorpions, 1991


¡Sacad vuestros mecheros y poneos a menearlos a diestro y siniestro! ¡La Píldora de hoy lo pide a gritos! Como de hecho sucede con más de un tema y de dos de los Scorpions, sin duda uno de los grupos alemanes que más ha vendido en la historia del rock, si no el que más.

La verdad es que muy pocos han hecho tanto como ellos a la hora de establecer el tópico de que "las mejores baladas las han hecho los heavys", que creo que ya referí en otra ocasión, y que considero una chorrada de dimensiones napoleónicas. Que atesoran grandes baladas, por supuesto: pero también los hippies. Y los mods. Y los rockers. Y hasta los folklóricos.

En todo caso, los Scorpions se hicieron mucho más famosos -y millonarios- como autores de grandes baladas que como banda metalera militante, y eso que su hard rock era de corte totalmente apto para casi todos los públicos (en mi modesta opinión), especialmente a partir de los años ochenta. Una de aquellas baladas, tal vez la más célebre junto a Still Loving You, fue Wind Of Change.

Curiosamente -lo digo porque a muchos se les pasó por alto incluso con el célebre clip delante- Wind Of Change no era un tema de amor. Como alemanes que eran, la caída del Muro de Berlín y la posterior unificación de las dos mitades del país les afectó profundamente, hasta el punto de componer el tema de hoy. Efectivamente, la canción era un tema con transfondo político.

Por supuesto, como la mayoría recordaréis, el tema se convirtió en todo un exitazo mundial del que incluso la banda grabó una versión en español (¿nadie les dijo que Moskvá se dice Moscú en castellano?). Ah, y también se convirtió en un nuevo referente para el mecherito conciertero, dicho sea de paso. Y si no me creéis, comprobadlo enseguida.

Scorpions – Wind Of Change (por Spotify)



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

martes, 16 de noviembre de 2010

Procuro olvidarte, Mayte Martín, 2003


Quienes me conocen, saben que mi pasión por el flamenco es... bueno, muy poco militante, lo cual tiene su cosa en un descendiente de seculares generaciones de andaluces. A ver: de vez en cuando, y con la fiesta, un palmeo se me va (eso sí, con mucho arte, que los genes deben de contar algo), pero rara vez la cosa pasa de ahí.

Sin embargo, tras la anterior presentación, tres son los motivos por los que he decidido poner hoy una Píldora tan atípica en estilo respecto a la mayoría de sus congéneres. En primer lugar, por prescripción recomendativa de mi santa, la cual quedó hace unos días prendada por la voz de Mayte Martín. Además, creo que a otra pildorera de pro, Xon, le gustará encontrarse por aquí a la cantaora barcelonesa (sí, de la misma Barcelona).

En segundo lugar, porque guste o no el flamenco, la copla y demás sones por el estilo, la verdad es que escuchar a Mayte Martín es todo un lujo. Sabe darle espíritu a una canción como pocos, hasta el punto de que te quedas a escucharla incluso cuando estás pensando "qué hago yo escuchando esto". No me digáis que la cosa no tiene su mérito.

Y en tercer lugar, porque como catalán semiandaluz, para mí hoy es un día de especial alegría. La UNESCO ha decidido considerar Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad tanto al flamenco como a los castells. Ni soy un especial casteller -aunque puedo decir que participé en el ensayo general con los Castellers de Vilafranca la antevíspera de uno de sus días más memorables- ni un especial flamenco -aunque me reitero en mi arte palmero-, pero a su manera suponen dos facetas de mi personalidad. Y como este es un blog de música y un castell metido aquí en medio no tiene demasiado sentido, pues os dejo con la grandísima voz de Mayte Martín. Una catalana maestra del flamenco.

Mayte Martin – Procuro Olvidarte (por Spotify)



Letra de la Píldora.

Hasta lal próxima.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Rendez-Vous II, Jean Michel Jarre, 1986



¿Os acordáis del desastre del transbordador espacial Challenger en enero de 1986? Servidor, aficionado a todo lo que sonara a astronautas y a estrellas, pudo ver por la tele al volver del colegio por la tarde el desastre de la nave, incluso creo que en directo, aunque estos detalles a veces son generados por la memoria atrevida. En todo caso, como imaginaréis, fue la comidilla de clase -sexto de EGB- el día siguiente...

Pues bien, la canción y, de hecho, el disco en el que se incluía la misma, Rendez-Vous, estaba muy ligado a estos hechos. En casa, cuando sonaba la pieza Rendez-Vous IV (de sonido mucho más comercial que la de hoy, y que casi ha estado a punto de colarse) siempre la reconocíamos como "la canción del Challenger".

Sin embargo, originalmente, esta vinculación con aquella trágica misión espacial estaba planteada de forma muy diferente. La NASA había contactado con el músico para dar un concierto en conmemoración por los 25 años de la institución, que coincidían también con los 150 años de la ciudad de Houston. Para ello, se puso a trabajar en Rendez-Vous.

Uno de los platos fuertes del disco -y del concierto- debía ser una pieza de saxofón tocada por el astronauta Ron McNair... desde el espacio a bordo del Challenger. Sin embargo, los 73 segundos que bastaron para el desastre arruinaron, naturalmente, la espectacular idea. Así fue como, finalmente, Rendez-Vous terminó siendo un álbum dedicado a los siete tripulantes fallecidos, y es como todo el mundo lo conoció.

He destacado el segundo de los movimientos del disco -Rendez-Vous II- ya que siempre fue el que me pareció el mejor de todos. Barroco en sonido, y gótico en espíritu, desprendía y desprende un dramatismo que conmueve al escucharlo, especialmente en sus partes inicial y final. Que lo disfrutéis.

Jean Michel Jarre – Rendez-Vous II, Pt. 1
Jean Michel Jarre – Rendez-Vous II, Pt. 2
Jean Michel Jarre – Rendez-Vous II, Pt. 3
Jean Michel Jarre – Rendez-Vous II, Pt. 4
(por Spotify)




Letra de la Píldora (!).

Hasta la próxima.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Fils de personne, Johnny Hallyday, 1971


Un buen fin de semana es aquel que te hace olvidar -afortunadamente- los cinco días anteriores de la misma forma ques éstos consiguen -desafortunadamente- hacer olvidar al fin de semana. Por ejemplo, es aquel que comienza con una comida agradable en compañía ya el viernes a mediodía, y que sigue con una visita a una librería para perder buena parte de la tarde.

También lo es aquel que sigue el sábado con un rato de trabajo en el local del club con algunos conmilitones, para que esté a punto el día de su inauguración. Y si se le añade una sesión de relajación a primera hora de la tarde, ideal.

Además, si consigue que lo inesperado se haga realidad, dicho fin de semana ya es la bomba. Como, por ejemplo, si se coge esa misma tarde el coche y, gasolina mediante, se acaba cenando nada menos que... en Carcassonne, Aude, Francia. O si se da un primer paseo nocturno por la Cité medieval, y luego se duerme en un Château en las afueras de la ciudad, en un pueblecito llamado Palaja.

Tras lo anterior, no está nada mal levantarse al día siguiente para volver a pasear por la Cité hasta la hora de comer, para experimentar la curiosa sensación de degustar una magnífica Cassoulet -cocido/fabada tradicional del lugar- a las 12:30h, lo que para mí es antes de la hora del vermut. Y si el camino de vuelta a casa hace un alto en un pintoresco pueblecito del Languedoc junto a una marisma -Bages- para ser los únicos parroquianos que se toman un café en el peculiar café de la villa, el final es memorable.

En fin, imagino que la anterior es una buena forma de pasar dos días de la vida. Por lo demás, os dejo ya con el tema de hoy. Realmente, para ser sincero, no tiene demasiado que ver con la historia anterior, pero no dejó de sorprenderme que lo primero que me salió en el iPod del móvil al encenderlo en Francia fuera... este tema en francés del gran Johnny Hallyday (por cierto: una magnífica versión de... adivinad quién). Será cosa de ponerlo por estos lares, por si el karma o quien sea se pudiera molestar y no me deje repetir otro finde así...

Johnny Hallyday – Fils De Personne (por Spotify)

PD: prometo recuperar adecuadamente la Píldora ausente de ayer...



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Kids, Kylie Minogue y Robbie Williams, 2000


(Viene del 31 de diciembre)

Píldora de Nochevieja nº1: que no os engañen las apariencias. Es todo un magnífico tema pop de principio a fin. ¡A bailarlo, pues!

Robbie Williams – Kids (por Spotify)



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Iron Lion Zion, Bob Marley and The Wailers, 1992


Quien escribe puede decir que vivió al menos un día completo de su vida bajo el reinado del auténtico Ras Tafari. Efectivamente, el 12 de septiembre de 1974, día en el que servidor cumplía sus primeras 24 horas de existencia en este mundo, el Mesías Negro de los rastafaris de todo el mundo era derrocado de su trono.

Pero, ¿quién era este individuo que, para muchos, reencarnaba nada menos que a Jesucristo en la Tierra? Pues alguien bastante más prosaico y, sobre todo, mundano en su forma de vivir. Se trataba del mismísimo emperador de Etiopía (sí, Etiopía en 1974 todavía era un imperio formal por más raro que suene) Haile Selassie I.

Realmente, Selassie, señor absoluto del país y megalómano en sus poses, nunca aceptó el papel que los seguidores de la creencia rastafari (llamada así ya que Selassie, antes de ser Negus o Rey de Reyes había sido Ras o príncipe, y su nombre real era Tafari). Como devoto cristiano ortodoxo, considerarse reencarnación de Jesucristo iba más allá de lo que podía admitir. Con todo, tampoco era un tipo modesto: se consideraba nada menos que decendiente directo de la Reina de Saba y del Rey Salomón de los judíos, el mismo de las míticas minas.

Como fuere, a pesar de tan ilustres antepasados, sus días como emperador terminaron muy poco después de que yo viera la luz. Sin embargo, eso no fue obstáculo para que el movimiento rastafari, que ya llevaba décadas de existencia en Jamaica, siguiera en auge. De hecho, hacía muy poco tiempo que había salido de la isla en dirección al resto del mundo gracias a la influencia de uno de sus seguidores: Bob Marley.

Hacia 1973, Marley había iniciado su gran salto a la fama. Más o menos por entonces, grabó el tema de hoy, todo un compendio alrededor de la filosofía rastafari, como los más avisados habréis adivinado por el peculiar título. Por cierto, para peculiar, la historia de la canción. Nunca fue editada en vida del músico, y tuvo que esperar a 1992, once años después de su fallecimiento, para ver la luz, como apoyo a un álbum recopilatorio.

Ah! Si prestáis atención al clip, podréis ver el rostro del auténtico Ras Tafari. Bless.

Bob Marley & The Wailers – Iron Lion Zion
(por Spotify)



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Spread Your Love, Black Rebel Motorcycle Club, 2002


Casualidades: acabo de decidir poner hoy este cañonazo de rythm and blues, y descubro que, en el preciso instante en que lo estoy redactando, los Black Rebel Motorcycle Club, sus responsables, están tocando en la Sala Apolo de Barcelona. Como me coge ya un poco mal ir hasta allá desde Calafell, y aún peor tras el día de trabajo a las espaldas, no me queda más remedio que lamentarme por tamaña desinformación y tirar millas. Así que Píldora va.

Los amantes del pop barroco y de las melodías sensibles harían bien dejando por el momento el post y volviendo en un rato bien armados de valor. Porque el de hoy es un tema áspero, lleno de ángulos, pero a la vez simple, sin florituras y directo como un disparo.

Spread Your Love podría perfectamente haber sido compuesto en 1970 nota por nota, y nadie hubiera percibido la diferencia con el resultado actual. Así -quién sabe- se hubiera podido inmortalizar gracias a escenas de Apocalypse Now, La Chaqueta Metálica o Nacido el 4 de julio. Pero no, se compuso en los albores del nuevo milenio, y fue incluido en el primer álbum de esta formación norteamericana cuyo nombre se inspira en el de la banda de moteros que acompañaban a Marlon Brando en la mítica ¡Salvaje!.

De hecho, no vio la luz como single hasta 2002. Y para aquel momento, las bandas sonoras ya se nutrían de otras canciones, amén de haber dejado atrás a toda la odisea del Vietnam con todo un Afganistán por delante y a las puertas de un Irak. Con todo, para tratarse de un single de corte, digamos, alternativo (es decir, alejado de la galaxia MTV) no le fue demasiado mal: consiguió colarse en el puesto 27 de las listas británicas, país que a menudo supo valorar mejor el buen R'N'B que los propios Estados Unidos.

En fin, aquí os quedáis con el tema. Y ya sabéis: no dejéis de propagar vuestro amor, en el buen sentido de la expresión. O en el que os dé la gana.

Black Rebel Motorcycle Club – Spread Your Love
(por Spotify)



Letra de la Píldora
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Hasta la próxima.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Maid Of Orleans (The Waltz Joan Of Arc), Orchestral Manoeuvres In The Dark, 1982



Cerca del principio de esta aventura pildorera, comentaba a la sazón sobre el tema Enola Gay que uno de los títulos más célebres de los Orchestral Manoeuvres In The Dark, Maid Of Orleans -el mismo que traemos hoy- era conocido en casa como Juana de Arco. ¿A qué extraño motivo podía deberse tamaño giro nominal? Ciertamente, la dama de Orleans no era otra que Juana de Arco, la heroína que contribuyó a restablecer el dominio francés sobre buena parte de... Francia. Pero ese era un detalle que, probablemente, no estaba en la cabeza de mis padres en aquel momento.

Sin embargo, la cosa tenía su lógica. Y es que en el álbum que los OMD lanzaron por entonces, Architecture & Morality, se incluía un par de canciones con el mismo nombre, Joan Of Arc. La única diferencia entre ellas era que en una de las dos -la de hoy- se añadía el subtítulo Maid Of Orleans.

Lo anterior no hubiera sido ningún problema si todo hubiera quedado en la lista de canciones del álbum. Pero, como para complicar la cosa, el dúo británico decidió que ambas composiciones debían ser singles. Y, para más inri, acabaron siendo lanzadas de forma consecutiva: demasiado para el consumidor de discos llano, fuera inglés, francés o español.

Así que mientras que el primero de ambos sencillos (también memorable, con aquel estribillo que siempre me encantó, without me... without me...) mantuvo el título de Joan Of Arc, el segundo de ellos lo modificó al que podéis leer en el título de la Píldora. Con todo, para muchos -los miembros de mi casa entre ellos- fue éste último el que acabó siendo conocido simplemente como Juana de Arco. Huelga decir que alcanzó el número uno, entre otros países, en España.

En fin, un pequeño embrollo de nombres que no impide disfrutar de dos enormes canciones, ambas en honor de la mítica dama de Orleans, y que incluso llegaron a empatar en los puestos alcanzados en las listas británicas. Por lo pronto, aquí os quedáis con una de ellas.




Hasta la próxima.

martes, 9 de noviembre de 2010

Crazy, Seal, 1990


Para los tíos que no somos fans impenitentes de Seal, lo menos que podemos hacer es reconocerle dos méritos. El primero es haberse asociado a Heidi Klum, la segunda fémina más buena del mundo en premio concedido ex aequo junto a nombres como Eva Herzigova, Charlize Theron y otras alegrías por el estilo.

El segundo mérito, que concierne más al asunto que mueve este blog, es firmar un pedazo de álbum como Crazy, lanzado en el ya lejano 1991. Aquel disco, un magnífico ejemplo de como el pop más comercial podía ser de enorme calidad, incluía como tema principal al homónimo que traemos hoy por aquí.

Crazy -el tema- fue lanzado, de hecho, a finales de 1990 como avance del LP, el cual apareció algo más de medio año después. Técnicamente, se trataba del primer single de la carrera de Seal, y no le fue nada mal: consiguió situarse en el segundo puesto británico y séptimo estadounidense, amén de alcanzar el número uno en países como Holanda, Suecia o Suiza. Tal éxito allanó el camino al álbum, que inmediatamente después de editarse conquistó el número uno británico.

De todas formas, tamaño inicio de carrera tenía una pequeña trampa. Seal, a finales de 1990, no era un completo desconocido. ¿Recordáis aquel Killer con el que Adamski inundó las pistas de inicios de los noventa? Pues era Seal quien le puso la voz... Por si no os acordáis de ello, echad un vistazo al clip en cuestión, y ya veréis de quien era la cabeza giratoria que sale cantando.

Así que el hombre tenía el camino bastante allanado a la hora de iniciar su carrera en solitario. Y le fue bien, vaya si le fue bien al pájaro. Y no estoy pensando, por supuesto, sólo en la cantidad de discos de oro y platino que atesoró durante los veinte años siguientes, hasta el presente. Eso sí, que chinche y rabie: como todos los que andamos en compañía sabemos, sólo se quedó con la segunda maciza más buena del mundo.

Seal – Crazy
(por Spotify)



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Blue Monday, Fats Domino, 1956


Uuuuuuuffff... otro lunes "de esos"... sobran las palabras. ¡Y mejor que sea así, para no meter la pata! En todo caso, previa retirada al catre a ver si se me pasa, y mañana Dios Dirá, os dejo con un clásico absoluto del rock and roll de primera hornada.

Blue Monday, canción que maldice desde la primera estrofa a ese día de la semana cuyo principal crimen -pero menudo crimen- es dejar al fin de semana como un vago resto del pasado más remoto, fue uno de los mayores éxitos de Fats Domino, cuyo mote -"gordo"- enseguida entenderéis por si a alguien se le escapaba.

Lanzada en 1956, la canción ocupó durante ocho semanas el número uno de las listas rythm and blues norteamericanas a principios del año siguiente. Y una curiosidad: fue precedida por la inmortal Blueberry Hill... del mismo Fats Domino otras ocho semanas no consecutivas. Asimismo, la sucedió en el mismo puesto durante seis semanas I'm Walking. ¿De quién? ¡Bingo! Fats, de nuevo. Y es que, durante los meses finales de 1956 y buena parte de 1957, este gran pianista de Nueva Orléans se convirtió en uno de los grandes referentes de la música rock.

Que lo disfrutéis. Yo ya lo he hecho, y lo que pienso disfrutar ahora es la cama, que hoy me lo he ganado como los buenos. Nos vemos.


Fats Domino – Blue Monday (por Spotify)



Letra de la Píldora
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Hasta la próxima.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Walk On The Wild Side, Lou Reed, 1972


A pesar de que parece que cualquier tiempo pasado fue más mojigato y recatado, lo cierto y verdad es que si hay alguna época en la que esto es así, es ésta. Ciertamente, las apariencias pueden engañar: pero echad un vistazo a las carteleras de cine más palomiteras o a las listas oficiales. Con muy pocas excepciones, prácticamente todo pasa por contenidos absolutamente inofensivos y de muy escaso contenido mínimamente comprometido.

Lógicamente, antes también abundaban las canciones y las películas simplonas. Sin embargo, hubo un momento, a finales de los sesenta y durante buena parte de los setenta, en que muchos cánones se cuestionaron, culturales y morales. Y a ello no fue ajeno el arte, incluida la música.

¿Os imagináis ahora un hit internacional que hablara de transexuales, chulos, prostitutas, camellos y drogadictos, así como de todo lo más sórdido cada uno de esos mundos? Pues, de entrada, a mí se me ocurren ahora tres: la seria Get Back, de -sí- los Beatles, la irónica Lola, de los Kinks, y nuestra protagonista de hoy. Pero hay bastantes más.

De las tres canciones citadas, sin duda, Walk On The Wild Side es, de largo, la más cruda de todas, lo cual no es de sorprender al ver el historial previo de Reed en la Velvet Underground. Al igual que en los dos casos anteriores, la censura intentó poner algo de orden al respecto, pero en lo esencial, se conservó el mensaje principal. Y, en poco tiempo, el famoso "du, du, du, du, du..." se convirtió en la principal marca de la carrera del neoyorquino.

De hecho, incluso en España el tema tuvo gran repercusión. Caminando por el lado salvaje fue ampliamente conocido, y con los años hasta puso sintonía a un anuncio, creo recordar. Claro que aquí había algo añadido: ni los censores debían de saber mucho inglés, ni contaban con que la gente lo supiera. Aunque lo más posible es que ambas cosas fueran ciertas, con lo que para muchos todo quedó en el inofensivo y pegadizo "du, du, du, du, du...". Spain is different.



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Going Up The Country, Canned Heat, 1968


Tras el final de corte criminalístico del clip de ayer, he querido dar un giro de 180 grados al ambiente, y dirigir el pildorario hacia un entorno más fraternal. Y con el pelo mucho más largo.

Woodstock puede considerarse, aún a día de hoy, el festival de festivales. No fue el más multitudinario, ni el primero, ni el último. Sin embargo, en el imaginario de muchos fue la referencia musical de toda una generación, por encima de otros coetáneos, como Monterrey, Altamont o la Isla de Wight (el cual, curiosamente, sí que es el primer referente de mi padre, por aquello de citar excepciones...).

No era para menos. Los tres días que se extendieron entre el 15 y el 18 de agosto de 1969 recogieron en a lo más granado de toda una época, musicalmente hablando. Entre ellos, estaban nombres como Jimi Hendrix, Joan Baez, Carlos Santana, Janis Joplin, la Creedence Clearwater Revival, Joe Cocker, The Who, The Band, Crosby, Still, Nash & Young... casi ná.

Una de las formaciones por entonces más conocidas y que participaron en el cartel fueron los protagonistas de hoy, Canned Heat. Su estilo blues rock de aires psicodélicos encajaba perfectamente en los gustos del momento, y para 1969 ya eran toda una celebridad con varios éxitos a sus espaldas. Entre ellos, se encontraba el famosísimo Going Up The Country, tema simple como pocos (al parecer algo más que inspirado sobre un antiguo tema de finales de los años 20) y que consiguió quedarse a las puertas del Top 10.

En esta ocasión, el vídeo no incluye al grupo visualmente, con lo que no podréis ver a la peculiar figura del enorme (literalmente) Bob Hite, alias "El Oso", tocando la flauta que es la marca característica de la canción de hoy. Por el contrario, el clip recoge su interpretación en Woodstock, pero tal y como quedó montada en la célebre película que se rodó durante el festival y en la que participó técnicamente, entre otros, nada menos que Martin Scorsese. ¡Si no os queda claro, después de verlo, cómo eran los hippies de la época, tal vez os lo tengáis que hacer mirar, ja, ja, ja!

En fin, sólo me queda desearos un sábado de paz, música... y amor.

Canned Heat – Going Up The Country
(por Spotify)



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

viernes, 5 de noviembre de 2010

My Way, Sid Vicious, 1978


Hace unos días, coincidíamos el compadre Juanjo y un servidor en el particular de que las versiones de una canción, para ser interesantes, tienen que aportar algo más que la mera imitación del original. He de decir que, en tanto esta opinión compartida sea así, el tema de hoy es, francamente, interesantísimo.

Casi un año atrás, traíamos aquí al gran Sinatra en la que fue una de sus interpretaciones más célebres, My Way, tema compuesto por otro de los grandes, Paul Anka. Entonces, ya citábamos que una de las versiones imprescindibles, junto a la de Nina Simone, fue la que hizo nada más y nada menos que Sid Vicious, el carismático bajista de los Sex Pistols.

Hoy podréis comprobarlo in situ, así como el hecho de que es una versión... muy libre. Tanto como que, si no la habéis escuchado antes -lo cual seguramente es improbable- os dejará bastante fuera de juego ya desde un principio. De ella, el propio Paul Anka admitió que se quedó algo "desestabilizado" al escucharla, ahí es nada. Con todo, se convirtió en todo un éxito de ventas, y alcanzó el séptimo puesto de las listas británicas en 1978.

Por lo demás, os dejo con el tema, no sin antes recomendaros que no os perdáis el vídeo, que es impagable. Su célebre final, que no os desvelaré por si sois de los despistados que no lo conocéis, fue censurado en su día y, todo y así, lo que quedó no tiene desperdicio. Una vez lo hayáis visto, podéis dedicárselo a cualquiera que no os caiga demasiado bien...

Sid Vicious – My Way (por Spotify)



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.