viernes, 8 de julio de 2011

We're Not Gonna Take It, Twisted Sister, 1984


En el momento de leer esto, si es por la noche, andaré todavía por Port Aventura (la verdad es que no he ido nunca, con lo que ya os contaré). Teniendo en cuenta que esta mañana he trabajado, ya entenderéis el escasísimo momento que he pillado a media tarde para escribir. 

Así que al lío. Muy pocos grupos de la historia del rock han ido tan pintarrajeados como los Twisted Sisters. No en vano fueron los principales abanderados del llamado glam metal, una corriente ochentera caracterizada por un sonido heavy y una estética que, si se llevaba con demasiada liberalidad, podía acabar incurriendo en auténticas muñecas peponas con guitarra eléctrica. 

Sin embargo, musicalmente no estaba demasiado mal. Es más, algunos temas, como We're Not Gonna Take It, eran realmente buenos, y llegaron a calar enormemente en el gusto del momento. En el caso de hoy, los Twisted Sister se marcaron incluso un puesto 21, nada mal para una canción metalera. 

Es justo decir que el maquillaje pasado de vueltas no era necesariamente sinónimo de descerebramiento. Imagino que habréis visto alguna vez esa etiqueta que advierte genéricamente del lenguaje explícito en los discos. Pues bien, fue la salida de consolación que se adoptó después de que se rechazara en el Senado norteamericano una iniciativa en favor de avisar específicamente del contenido supuestamente nocivo de las canciones. Entre los que testificaron más convincentemente en contra estuvo el cantante de los Twisted Sister, Dee Snider... y lo hizo de la misma facha más o menos que podéis ver en el vídeo. Tela. 

Y el vídeo. Aparte de incorporar una de las intros más largas y gritonas que se conocen en la historia de los clips, permite ver a los cinco fulanos tras hacer estragos en la droguería con el aparador de Margaret Astor. Vamos, literalmente pintados hasta los pelos. Pero qué se le va a hacer: ¡eran los ochenta!

We're Not Gonna Take It (por Goear)

PS: y mañana por la mañana hasta mediodía, regatita de remo en la Playa de Calafell. Si os queréis pasar a ver competir a los más intrépidos bogadores (y aún más intrépidos devoradores de sepia con patatas) ya tenéis plan para mañana. 



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

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