El tema que tenía pensado para hoy era otro muy diferente al que podréis escuchar en un momento. El problema es que la elección inicial, Viatge d'un savi vilatrista cap enlloc, del insigne Adrià Puntí, no tiene vídeo. Y sin Spotify aún se puede andar por aquí; sin clip, la cosa pasa de pecadillo a excomunión directa de la infalible mano de B16, ahora que se nos echa encima la semana que viene. Por lo demás, os recomiendo encarecidamente que lo busquéis y disfrutéis (al tema, no a B16): una joya en toda regla, en la línea del mejor Puntí.
Y mientras me decido con qué otro tema de l'Adrià suplimos la gran pérdida, os ofrezco a cambio otra magnífica pieza por la que tengo enorme debilidad, y que la banda Bars firmó en 1993: Foc al cor. Como creo que ya dejé caer en alguna otra ocasión, el llamado rock català de principios y mediados de los noventa tuvo como marca característica un enorme éxito basado -en mi opinión- más en una operación promocional muy bien trabada desde esos próceres del rock and roll que son los políticos, que en una calidad musical a prueba de bombas.
Por supuesto, me refiero a aquel elenco de bandas "oficiales" que todos tenemos en mente: Sopa de Cabra, Sangtraït y compañía, que no niego que gustar, gustaron, y mucho. Sin embargo, a la sombra de aquellas formaciones se generaron muchas otras (por ejemplo, los mismos Umpah Pah de Puntí, como ya cité en su día) entre las cuales lo del pequeño detalle de la música pintaba mucho mejor. Una de ellas fueron los protagonistas de hoy, procedentes de la población barcelonesa de Castellar del Vallès.
La verdad es que no sé qué les debí de ver en un principio, ya que el sonido de aires country, con las debidas excepciones, no es santo de mi devoción, y eso es precisamente lo que hacían Bars. Sin embargo, sea por la magnífica voz de su cantante, Montse Llaràs, sea por la buena ejecución de sus temas, la cuestión es que, desde que oí por primera vez Foc al cor, siempre me llamaron muchísimo más la atención que todas aquellas cosas de L'Empordà y el Boig per tu.
Foc al cor, incluida en el LP de 1993 T'ho diré mil vegades, es una magnífica balada que recoge de forma excepcional el sonido de Bars. Debo decir que, ya desde la primera audición, me recordó enormemente -y tal vez fuera ese el motivo del flechazo- a la estupendísima Rose Of Cimarron de los Poco, que hace algún tiempo dejé caer por estos lares pildoreros.
Como fuere, si bien creo firmemente que el rock en catalán ha eclosionado como fenómeno musical realmente en la década del 2000 y no antes, el tema de hoy es una prueba de que ya en los noventa algunos grupos sabían hacer muy bien las cosas. Todo un alivio para los catalanes como yo que llegamos a creer que era casi imposible que un grupo de casa hiciera una canción pop o rock como Dios Manda y en lengua vernácula. Amén.
Bars – Foc Al Cor (por Spotify)
Letra de la Píldora.
Hasta la próxima.
Y mientras me decido con qué otro tema de l'Adrià suplimos la gran pérdida, os ofrezco a cambio otra magnífica pieza por la que tengo enorme debilidad, y que la banda Bars firmó en 1993: Foc al cor. Como creo que ya dejé caer en alguna otra ocasión, el llamado rock català de principios y mediados de los noventa tuvo como marca característica un enorme éxito basado -en mi opinión- más en una operación promocional muy bien trabada desde esos próceres del rock and roll que son los políticos, que en una calidad musical a prueba de bombas.
Por supuesto, me refiero a aquel elenco de bandas "oficiales" que todos tenemos en mente: Sopa de Cabra, Sangtraït y compañía, que no niego que gustar, gustaron, y mucho. Sin embargo, a la sombra de aquellas formaciones se generaron muchas otras (por ejemplo, los mismos Umpah Pah de Puntí, como ya cité en su día) entre las cuales lo del pequeño detalle de la música pintaba mucho mejor. Una de ellas fueron los protagonistas de hoy, procedentes de la población barcelonesa de Castellar del Vallès.
La verdad es que no sé qué les debí de ver en un principio, ya que el sonido de aires country, con las debidas excepciones, no es santo de mi devoción, y eso es precisamente lo que hacían Bars. Sin embargo, sea por la magnífica voz de su cantante, Montse Llaràs, sea por la buena ejecución de sus temas, la cuestión es que, desde que oí por primera vez Foc al cor, siempre me llamaron muchísimo más la atención que todas aquellas cosas de L'Empordà y el Boig per tu.
Foc al cor, incluida en el LP de 1993 T'ho diré mil vegades, es una magnífica balada que recoge de forma excepcional el sonido de Bars. Debo decir que, ya desde la primera audición, me recordó enormemente -y tal vez fuera ese el motivo del flechazo- a la estupendísima Rose Of Cimarron de los Poco, que hace algún tiempo dejé caer por estos lares pildoreros.
Como fuere, si bien creo firmemente que el rock en catalán ha eclosionado como fenómeno musical realmente en la década del 2000 y no antes, el tema de hoy es una prueba de que ya en los noventa algunos grupos sabían hacer muy bien las cosas. Todo un alivio para los catalanes como yo que llegamos a creer que era casi imposible que un grupo de casa hiciera una canción pop o rock como Dios Manda y en lengua vernácula. Amén.
Bars – Foc Al Cor (por Spotify)
Letra de la Píldora.
Hasta la próxima.
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