Hoy en día, en una familia occidental el proceso vital de un bebé es el siguiente: nace, desteta y enciende el PC (Mac si tiene veleidades de diseñador o de modernillo). Efectivamente, disponer de uno o más ordenadores personales se ha convertido en algo común hasta en los hogares más humildes y en los colegios más públicos.
Sin embargo, no hace tanto, y aún -por poco- no peino canas, la cosa era muy diferente. Quien tenía un amigo con un Spectrum o con aquellos mamotretos de Commodores 64, equipados con lectores de... ¡cassette! era un marciano, por cierto, con un nivel de renta bastante apañado. Increíblemente, hasta les sacábamos partido, jugando a cosas que se llamaban "fútbol" o "baloncesto", pero que indefectiblemente se componían de poco más que dos palitos y un punto que se movía por la pantalla.
Servidor, hasta los 18 (año 1992) no echó mano a un ordenador de verdad, un PC. Y fue al entrar en la facultad. Eran unos flamantes modelos de procesador 486, sistema operativo Windows 3.0. La experiencia se debió asemejar bastante a la que mi bisabuelo tuvo al escuchar hablar por primera vez a un mueble -la radio-. Y lo que son las cosas: hoy en día aquellas formidables máquinas no servirían ni para posavasos.
Algo similar a lo que le pasaría, si aún estuviera operativo, a mi primer PC, un potente Pentium -ya sólo el nombre molaba-, último grito a principios de 1996, cuando entró en casa. Tenía 21 años e iba hacia los 22. Lo mismo que los niños de ahora.
Pero, ¿y qué tiene que ver todo lo anterior con el tema de hoy? Bueno, supongo que muchos de vosotros también estrenasteis PC más o menos por la misma época. Si era un Pentium como el mío, tenía ya sistema operativo Windows 95, la pera limonera. Entre las chorraditas que traía para encandilar al personal, estaba un vídeo musical, para mostrar las capacidades multimedia tanto del aparato como del software. ¿Y qué vídeo musical era? Efectivamente, sólo tenéis que echar un vistazo más abajo...
Weezer – Buddy Holly (por Spotify)
Sin embargo, no hace tanto, y aún -por poco- no peino canas, la cosa era muy diferente. Quien tenía un amigo con un Spectrum o con aquellos mamotretos de Commodores 64, equipados con lectores de... ¡cassette! era un marciano, por cierto, con un nivel de renta bastante apañado. Increíblemente, hasta les sacábamos partido, jugando a cosas que se llamaban "fútbol" o "baloncesto", pero que indefectiblemente se componían de poco más que dos palitos y un punto que se movía por la pantalla.
Servidor, hasta los 18 (año 1992) no echó mano a un ordenador de verdad, un PC. Y fue al entrar en la facultad. Eran unos flamantes modelos de procesador 486, sistema operativo Windows 3.0. La experiencia se debió asemejar bastante a la que mi bisabuelo tuvo al escuchar hablar por primera vez a un mueble -la radio-. Y lo que son las cosas: hoy en día aquellas formidables máquinas no servirían ni para posavasos.
Algo similar a lo que le pasaría, si aún estuviera operativo, a mi primer PC, un potente Pentium -ya sólo el nombre molaba-, último grito a principios de 1996, cuando entró en casa. Tenía 21 años e iba hacia los 22. Lo mismo que los niños de ahora.
Pero, ¿y qué tiene que ver todo lo anterior con el tema de hoy? Bueno, supongo que muchos de vosotros también estrenasteis PC más o menos por la misma época. Si era un Pentium como el mío, tenía ya sistema operativo Windows 95, la pera limonera. Entre las chorraditas que traía para encandilar al personal, estaba un vídeo musical, para mostrar las capacidades multimedia tanto del aparato como del software. ¿Y qué vídeo musical era? Efectivamente, sólo tenéis que echar un vistazo más abajo...
Weezer – Buddy Holly (por Spotify)
Efectivamente, me gusta coleccionar música de los ochentas y noventas y me tope con esta canción, pero en mi recuerdo no lo tenia catalogado como un éxito sino como parte de una producción de televisión y si efectivamente, me3 gusto la cancion y la ponia era en el computador donde trabajaba, era un compaq presario con windows 95 y la colocaba cuando estaba solo, recuerdo que grababa musica que pesaba 50MB la cancion de 5 minutos!! en formato wav, que tiempos aquellos!! Gracias por refrescarme la memoria.
ResponderEliminarA ti! Ah, qué tiempos los de aquellos dinosaurios Pentium I... en fin, c'est la vie... Mejor el iPhone, aunque no viene tan bien equipado de buena música: lo tenemos que hacer nosotros, ja, ja, ja!!!
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