Tras varios días con el pitinglis, es momento de recuperar un tema en castellano, y de los buenos. La de hoy, además de que es una canción que llegó a enganchárseme como el napalm, se me ocurrió como Píldora a raíz de una conversación en casa evocando una divertida escena del programa de Buenafuente.
En éste, el Follonero -personaje curtido en Cornellà de Llobregat- interrumpía el arranque musical que la banda barcelonesa hacía de su nuevo lanzamiento por entonces, Bonito. Cuando apenas llevaban unos segundos de interpretación, el Follonero interrumpía en catalán (era en TV3) a grito pelao diciendo "¡Pau Donés!¡Pau Donés! ¿Esto que es, el nuevo disco? ¡Esto es lo de siempre, hombre! ¡Llevas cuarenta años haciendo lo mismo, desde La Flaca que no haces nada!" Cuando Buenafuente lo interrumpe a su vez para aparentemente amonestarle, el Follonero respondió con un "¡Bonito!¡Depende!", apelando a la similitud de las dos canciones, al menos en el estribillo.
A pesar de la cara de alucine de Pau Donés, lo cierto y verdad es que muchos pensamos lo mismo en aquel momento. Con la diferencia de que Depende era una gran canción por sí misma, digna sucesora de la espectacular irrupción de la banda en 1997 con aquel otro temazo que era La Flaca.
Como decía más arriba, aquel tremendo éxito de 1998 se me pegó como una lapa, y no era infrecuente escuchárseme musitar entre dientes "Depende, de qué depende...". Alguno pensaría en el metro al verme: "pobre hombre, menudo problemón debe de tener, lleva así un rato sin decidirse... creo que ha perdido el juicio completamente, ha quedado majara del todo".
Pero no fue así, aquello se me pasó, y hoy puedo escuchar la canción sin miedo a que me vuelva a quemar el cerebro. Incluso en una versión en italiano que he descubierto hace nada, y que el grupo hizo por entonces: Dipende, da che dipende... oh, oh... dipende... oh, no... da che dipende... Mierda. Otra vez al psiquiatra.
En éste, el Follonero -personaje curtido en Cornellà de Llobregat- interrumpía el arranque musical que la banda barcelonesa hacía de su nuevo lanzamiento por entonces, Bonito. Cuando apenas llevaban unos segundos de interpretación, el Follonero interrumpía en catalán (era en TV3) a grito pelao diciendo "¡Pau Donés!¡Pau Donés! ¿Esto que es, el nuevo disco? ¡Esto es lo de siempre, hombre! ¡Llevas cuarenta años haciendo lo mismo, desde La Flaca que no haces nada!" Cuando Buenafuente lo interrumpe a su vez para aparentemente amonestarle, el Follonero respondió con un "¡Bonito!¡Depende!", apelando a la similitud de las dos canciones, al menos en el estribillo.
A pesar de la cara de alucine de Pau Donés, lo cierto y verdad es que muchos pensamos lo mismo en aquel momento. Con la diferencia de que Depende era una gran canción por sí misma, digna sucesora de la espectacular irrupción de la banda en 1997 con aquel otro temazo que era La Flaca.
Como decía más arriba, aquel tremendo éxito de 1998 se me pegó como una lapa, y no era infrecuente escuchárseme musitar entre dientes "Depende, de qué depende...". Alguno pensaría en el metro al verme: "pobre hombre, menudo problemón debe de tener, lleva así un rato sin decidirse... creo que ha perdido el juicio completamente, ha quedado majara del todo".
Pero no fue así, aquello se me pasó, y hoy puedo escuchar la canción sin miedo a que me vuelva a quemar el cerebro. Incluso en una versión en italiano que he descubierto hace nada, y que el grupo hizo por entonces: Dipende, da che dipende... oh, oh... dipende... oh, no... da che dipende... Mierda. Otra vez al psiquiatra.
Jarabe de Palo – Depende (por Spotify)
Hasta la próxima.
Canción absolutamente asociada a ese otoño en que me invitó una amiga a la vendimia y nos pasamos 3 días maravillosos al aire libre disfrutando de la experiencia... La primera que decía depende y ya estaba ahí la canción bien pegadita. Claro, ese mismo mes me cayó el CD para mi santo...
ResponderEliminarAhí, ahí...
ResponderEliminar"Mercè, ¿puedes traerme el capazo?"
"je, je, ¡Depende!"
"¿De que depende?"
"De según lo que pese, de eso depende"
Curiosamente, conversaciones surrealistas como ésta que debió de darse entonces se reprodujeron en miles de casas cambiando algunas palabras: "Hazte la cama""¡Depende!"; "Ponte a trabajar""¡Depende!", y así.
Nadie sabe exactamente el porqué, pero muchas de estas pseudoconversaciones acababan en estropicio y aun guantazo por parte de aquellos de piel más fina o más hasta las pelotas de escuchar aquel verbo una y otra vez.
Yo mismo tenía ese tic de decir a todo "depende". Y si a eso le añadías acento chiquitistaní...