No, el tema de hoy no es un intento de última hora por congraciarme con la Conferencia Episcopal ni con sus diversos acólitos. Y sí, se trata del tema por antonomasia del musical Jesus Christ Superstar, con el que Andrew Lloyd Weber y Tim Rice saltaron a la primera línea mundial allá por 1970.
Realmente, el single estrella de la obra fue lanzado varios meses antes del álbum, que estaba aún por terminar. Como bien sabréis, la historia del musical cuenta la Pasión de Cristo a ritmo de soul y de rock, y estaba salpicado de canciones que acabaron convirtiéndose en hits por todo el mundo.
Así, junto al tema de hoy, interpretado por el personaje de Judas Iscariote -muy... adecuadamente representado por Teddy Bautista en la versión española del musical- quedaron especialmente recordados I Don't Know How To Love Him (una Maria Magdalena que en España fue Ángela Carrasco) o Gethsemane, de la que en su día trajimos por aquí la que se considera aún hoy mejor interpretación de la historia de todo el musical, la de Camilo Sesto.
Posiblemente, en cuanto veáis el clip, os llevéis una cierta sorpresa. La imagen que todos tenemos en la mente de Superstar es la del actor Carl Anderson, en la conocidísima versión cinematográfica rodada en 1973 por el director Norman Jewison. Sin embargo, para el lanzamiento del single, se escogió al también actor y cantante británico Murray Head que, a decir verdad, hizo una dignísima versión con un feroz ritmo soul y funky con el que es imposible que no se vayan los pies, las manos y aún el resto del cuerpo.
Una pequeña nota antes de acabar, que espero que no se me tome como mera apostasía. No me digáis que así no mola cantarle a Jesús. No me explico porqué no montan estos saraos en las iglesias: hasta entrada cobrarían.
Hasta la próxima.
El cantante se dejó llevar por su vena de macho alfa y durante el rodaje del vídeo le dio por escalar por la maltrecha iglesias en ruinas. Durante la bajada, una de las vigas debió de ceder bajo sus pies y por eso se quedaría sin poder rodar la película... Mercè
ResponderEliminarJa, ja, ja! Nunca lo hubiera pensado, pero al mencionarlo, se me ha venido la imagen de la cabra en el coche y... hala, te acabas de cargar un mito de la historia de los musicales. ¡So iconoclasta!
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