Seguro que algunos de vosotros (preferentemente los de menor edad), sin reparar en el detalle del año, habréis pensado enseguida lo siguiente: "ah, cómo ayer puso música disco, el tío este remata hoy la faena con los Bee Gees". Si la lectura la estáis haciendo antes de ejecutar el vídeo o el link de audio, sólo os diré que le déis al play antes de seguir leyendo... y si vuestro proceso ha sido el contrario, ya imagino la cara de cierto estupor al ver lo que habéis visto.
Ni campanolas, ni cardados discotequeros ni luces de puntitos por todas partes. Nada de eso. Antes bien, habréis comprobado la profusión de flequillos, patillas, ropajes más o menos psicodélicos y música... pop de los sesenta en su modalidad más melódica. Además de que son más de tres individuos. Incluso el nombre de la banda era ligeramente distinto, con el "The" delante.
Porque los Bee Gees, antes que una formación de discotecas, se pueden definir como unos auténticos supervivientes del rock por mero mimetismo a las modas imperantes. Estos tipos sí que se reinventaban y no la Madonna. Formados nada menos que ¡en 1958! la banda de los hermanos Gibb apenas era poco más que un grupo de chavales en su sentido más literal de la expresión. Procedentes de una familia británica emigrada a Australia, sería desde la isla-continente desde donde forjarían su carrera que les traería de vuelta durante la segunda mitad de los sesenta a Gran Bretaña con su primer número uno, Spicks and Specks, en 1966.
A partir de aquel single, se erigirían como abanderados del pop más amable del momento, con canciones tan conocidas como Massachussets (bombazo mundial a la altura de la misma Fiebre del sábado noche) o este World, otro hit que, por ejemplo, en España se coló en el Top 10 a principios de 1968. Con el cambio de década, perderían algo de punch, e incluso -supervivientes natos- intentarían jugar nada menos que con el rock sinfónico y progresivo. Por supuesto, todo apenas una prueba de trial and error en el camino que les llevaría a su (segunda) Edad de Oro, ilustrando los andares chulescos de Travolta.
Pero esa será otra historia.
Letra de la Píldora.
Hasta la próxima.
¿Pero que es esto? Los pichis en blanco y negro y sin cantarme estayinalaaaaaaiiifff!!! Que falta de respeto, señor Alberca!
ResponderEliminarMire usté (uffff...!!!), yo que culpa tengo de que estos señores cambiaran más de estilo que Imelda Marcos de zapatos...! Si se va a sentir mejor, la próxima vez se los pondré en plan Disco-Stu, pero de momento, le aconsejo que los visite en el otro post que ya les dediqué con "Tragedy". Se sentirá más como en casa...
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